La
política de Panini de publicación en tomos de diversas colecciones ha llevado a
una situación curiosa de desfase entre las colecciones mutantes. Así, mientras
la mayor parte de las colecciones relacionadas de alguna manera con la
Patrulla-X están inmersas en la guerra entre estos y los Vengadores con la
Fuerza Fénix de por medio, en Nuevos Mutantes aún estamos afrontando las
consecuencias de Regénesis, título
que tiene este tomo que nos llega de mano de los padres del mundo cósmico de
Marvel, Dan Abnett y Andy Lanning, y con los lápices del argentino Leandro
Fernández y de David López (que realizó su trabajo en Nuevos Mutantes antes de
encargarse de la etapa de X-Men que en estos momentos está siendo publicada en
España, con guiones de Brian Wood, y que por motivos de edición, comparten
estanterías en estos momentos). El desvío temporal ha hecho que sorpresas nos
encontremos pocas a nivel de quienes se quedan en Utopía junto a Cíclope y
quienes se marchan al Instituto Jean Grey con Lobezno. Con Karma y Bala de
Cañón en el Instituto Jean Grey, y Magik como parte militante de los equipos de
Cíclope, los Nuevos Mutantes quedan
reducidos a Moonstar, Magma, Mancha Solar, Cifra, Warlock y el recién regresado
Nate Grey/X-Man.
Ya
hemos visto que Dani y los suyos no se alineaban con ninguno de los dos, así
que es obvio que, aun dependiendo de Cíclope, eligen un camino intermedio, y
además deciden continuar con la misión que se les había encomendado antes de la
Regénesis, es decir, cerrar los cabos
sueltos que había ido dejando la Patrulla-X. Será este el camino que sigan en
este tomo los Nuevos Mutantes, y lo hacen con dos invitados muy especiales. Por
un lado, Destello, quizá el personaje que más ha impactado en la historia de
los mutantes en relación tiempo de aparición/importancia; y por otro, un
Mefisto de lo más humano que ha decidido tratar de iniciar una relación
sentimental en un capítulo bastante divertido con la más “caliente” de los
Nuevos Mutantes… o sea, Magma.
Además
de recuperar a Destello y divertirnos con el lado más… “Al Salir de Clase” de
los Nuevos Mutantes, Abnett y Lanning vuelven a uno de los lugares míticos de
los Nuevos Mutantes, la isla del Ani-Mador, que así dicho igual no es muy
impactante, pero no podemos olvidar que es el lugar donde murió Cifra,
iniciando así la tradición de que los Nuevos Mutantes eran los que más
facilidad tenían para morir. Sin embargo, D&A, habiendo conseguido un cómic
de bastante calidad, no llegan en estos números a la profundidad de trama y
espectacularidad de sus trabajos cósmicos.
Al
lado de D&A, como he dicho antes, se encuentran dos dibujantes bastante
desenfadados en este trabajo, Leandro Fernández y David López, que consiguen
cierta uniformidad estilística unificando sus formas de dibujar, quizá
alejándose un tanto David López del estilo al que nos tiene acostumbrados para
explorar un terreno más “cartoon”, pero manteniendo su calidad narrativa.
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