Cuando estuve en Expocómic este año, uno de los títulos que andaban por los stands y que más me llamó la atención fue Batman Noel, del ilustrador Lee Bermejo. Quizá la mezcla de los conceptos “Batman” y “Navidad” fue lo que me atrajo, pero desde que lo vi, me quedé con las ganas de echarle un ojo, y ahora, por fin lo he hecho. A ver, no es la primera vez que vemos a Batman en una historia navideña, ni como protagonista de una felicitación o algo parecido. Pero un tomo de un ilustrador del calibre de Bermejo totalmente dedicada a Batman y la Navidad… sí me parecía sorprendente.
Y lo cierto es que la lectura del tomo no ha disminuido el nivel de sorpresa inicial, y si acaso, las prodigiosas ilustraciones de Bermejo, la han aumentado. Batman Noel nos devuelve una tradición y una narrativa que hacía mucho que DC no nos traía, y que recuerda poderosamente aquellos grandes trabajos de Alex Ross al frente de volúmenes unitarios protagonizados por Superman, Batman o Wonder Woman, de un modo icónico. Bermejo acude a una fuente de sobra conocida, Cuento de Navidad, para desarrollar esta obra atemporal, en el que la única medida de tiempo que tenemos es que Jason Todd ya está muerto. El Joker ha escapado de nuevo, y el Scrooge de la historia, que no es ni más ni menos que Batman, para tratar de alcanzarlo, no duda en utilizar a uno de sus correos, un joven llamado “Bob” y cuyo hijo tiene el dickensiano nombre de “Timmy” para tratar de atrapar al Joker. Por supuesto, esto pone a Batman en una duda moral, de la que “el fantasma de Robin” se convierte en portavoz, avisándole de que ese día recibirá a tres “fantasmas” más.
Bermejo convierte a esos tres fantasmas, que representan presente, pasado y futuro en tres personajes de la mitología del Murciélago: Catwoman, Superman y el Joker, respectivamente. Catwoman trae recuerdos del pasado, Superman permite a Batman ver diferentes momentos del ahora de forma casi simultánea, y el Joker… bueno, consigue que Batman vea un mundo distópico en el que podemos ver algunas semejanzas con el futuro que nos presentara Frank Miller en El Regreso del Caballero Oscuro. A través de estos tres personajes, Bermejo nos narra su propia y oscura versión de Cuento de Navidad, una historia que difícilmente podríamos pensar que casa con el Cruzado de la Capa, y donde el gran atractivo, más que una historia que podemos tildar de “curiosa”, es el aspecto gráfico.
Y es que Lee Bermejo realiza un trabajo absolutamente impresionante en esta obra, ya he dicho antes que con una poderosa influencia del inimitable Alex Ross a la hora de desarrollar la historia. Volúmenes tridimensionales, sombras que se convierten en parte integrante de un dibujo hiperrealista, impactante como un puñetazo y lleno de peso y contundencia.
Un volumen que debe estar en las estanterías de todos los seguidores del Murciélago, fans de Dickens o no… porque hacía mucho que nadie dibujaba a Batman como lo hace Lee Bermejo.
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