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lunes, 7 de febrero de 2011

SOMBRAS EN LA CORTE (I)

            Han pasado siete años desde la caída de Constantinopla en manos de los Cruzados latinos, siete largos años en los que el poder del Arzobispo Alfonso de Venecia se ha asentado sobre la capital del nuevo Imperio Latino de Oriente. Siete años en los que los personajes jugadores se han enfrentado a diferentes situaciones: Pier Francesco Orsini viajando a Iberia para ponerse al lado de sus hermanos Cristianos frente a los Lasombra musulmanes en la Reconquista en la Sombra; Raquel bar-Seraph trazando complicadas alianzas para mantener sus tierras a salvo del ataque de los Tzimisce fieles al voivodato; Antoine Henri convirtiéndose en Obispo de la Herejía Cainita y extendiendo esta por sus dominios en Transilvania; y Mihail Pahlevitch reconstruyendo el monasterio Obertus destruido por los Cruzados en Zara.
            Y todos fueron convocados para acudir a una celebración en la ciudad germana de Magdeburgo, al norte del Sacro Imperio Romano-Germánico y junto al río Elba, dentro de los llamados Feudos de la Cruz Negra, los dominios del gran Ventrue Hardestadt. Y el que los llamaba, era precisamente lord Jurgen von Verden, el Portador de la Espada, chiquillo preferido de Hardestadt y gran maestre de la Orden de la Cruz Negra, aquel que a través de su segunda al mando, Lucrecia von Hartz, había apadrinado a los personajes, la construcción del castillo de Tihuta y su transformación en príncipes locales de la lejana Transilvania.
            A su llegada a Magdeburgo y tras ponerse al corriente de lo sucedido en los años que habían pasado separados, fueron recibidos por uno de los Cainitas que servían a la Cruz Negra, Wilhem Strattenbach (un invitado especial, ya que hoy se pasó por la partida uno de los antiguos jugadores de mis crónicas, al que veréis por aquí como blogmaster de La Golondrina Asesina), que condujo a los personajes al lugar donde Lord Jurgen celebraba su encuentro, el priorato en Magdeburgo de la Orden del Hospital de Santa María de los Alemanas, más conocida como la Orden Teutónica. Allí, vieron que Jurgen había convocado una gran reunión de Cainitas, con muchos embajadores procedentes de toda Europa, incluso una enviada Tzimisce del voivodato, Kara Vlaszy Lupescu; enviados de Ceoris al mando de Jervais bani Tremere o el emisario de los Obertus, su viejo conocido Myca Vykos, que representaba a su Sire, Symeon.
            Para sorpresa de muchos de los asistentes, el motivo de la reunión convocada por Jurgen era doble. El primero, demostrar una alianza con las Cortes del Amor francesas, pues llegó a la celebración acompañado de la embajadora de las Cortes, la Toreador francesa Rosamund d´Islington, que como representación de esa alianza, regaló una espada forjada por los mejores herreros al servicio de las Cortes del Amor y que unía los símbolos de los Ventrue y los Toreador. El segundo, anunciar que planeaba extender hacia el Este los feudos de la Cruz Negra, y para ello, estaba dispuesto a entrar en conflicto directo con el Voivodato del voivoda de voivodas, Vladimir Rustovitch, cuya representante en la reunión abandonó de inmediato la fiesta tras anunciar que su señor presentaría guerra al expansionista Jurgen. Uno de los puntos clave de la plan de Jurgen, que había conseguido que el rey Andrés de Hungría solicitara la intervención de los Caballeros Teutónicos en su frontera oriental para hacer frente a los paganos cumanos, y uno de los puntos clave de esa intervención de los Teutónicos en Transilvania, sería la ciudad de Kronstadt, dominio actual de la Tremere Raquel bar-Seraph.         
            El enfrentamiento verbal entre Lord Jurgen y Kara Vlaszy Lupescu no sería el único de la noche, pues pronto tres Gangrel harían su aparición. Su líder, conocida como Morrow la Sabia, y señora de varias tribus de Gangrel de la región de Transilvania, anunció que incluso los señores Tzimisce de la Tierra de Más Allá del Bosque estaban allí merced de los pactos realizados con los Gangrel, y que desde luego, estos no aceptarían allí la presencia de las marionetas de Hardestadt. Morrow y los suyos abandonaron el priorato algo seguido, y Jurgen trató de que sus invitados no se sintieran incómodos por las interrupciones, y así, pudieron asistir a diferentes espectáculos: un juglar Malkavian, malabaristas Ravnos e incluso un espectáculo de magia por parte de los delegados de Ceoris. Y cuando Jervais bani Tremere inició un ritual por le cual podía descubrir la verdad tras los objetos, Jurgen le solicitó que realizase su encantamiento sobre la espada de los Toreador.
            Para sorpresa de todos, los hechizos de Jervais demostraron que la espada era una falsificación, conmoviendo a toda la corte, pues la duda se extendió por todos los representantes de lo diferentes clanes y dominios. ¿Era una espada falsa desde el principio? ¿La espada fue robada y cambiada en algún momento por alguien que quería entorpecer la alianza entre los Ventrue y los Toreador? ¿Quién era el responsable de todo esto?
            Como Vykos le diría a su hermano de orden, Mihail, aquella era una oportunidad para que un grupo de Cainitas decididos se hiciera notar….

CONTINUARÁ.

3 comentarios:

LgA dijo...

Aunq habia poquito tiempo y la sesion no dio para mucho, no paraba de tener una estraña sensacion de daja vu...

Tomás Sendarrubias dijo...

¿De Daja Vu? ¿Te la provocaba Alfonso de Venecia?

Thanos_Malkav dijo...

¡Leído!