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martes, 10 de enero de 2012

BATMAN DE GRANT MORRISON (VII): EL CABALLERO MAS OSCURO

                Todo el Universo DC andaba revolucionado por el regreso de muchos de los muertos más notorios de la historia de la editorial en La Noche Más Oscura, y una aparición especial había sido la del recientemente finado Batman… o más bien Bruce Wayne, pues ya había un nuevo Batman bajo la capucha, como ya hemos visto en posts anteriores. En La Noche Más Oscura, Mano Negra llevaba continuamente el cráneo de Bruce Wayne, y en un momento determinado, la aparición del propio Bruce Wayne vestido de Batman, provocaría la ola emocional que convertiría a muchos de los héroes en Black Lanterns. Tras destruir a Nekron con la ayuda de la Entidad de la Vida, el cuerpo de Bruce Wayne había sido guardado a buen recaudo por Dick Grayson.


                Pero tras el enfrentamiento con Jason Todd, Dick tomó una decisión que tendría extraordinarias consecuencias… las que veremos en el arco del que vamos a hablar hoy, llamado “Blackest Knight”, que aquí en España se tradujo como “La Noche Más Oscura”, pero que realmente es un juego de palabras con la saga antes mencionada, y que nosotros llamaremos “El Caballero Más Oscuro”. Jason Todd le había echado en cara a Dick su dejadez a la hora de devolver la vida a Bruce Wayne, ¿seguro que no existía ninguna fosa de Lázaro que pudieran utilizar para devolver la vida al verdadero Batman? Obviamente, esta palabras calaron fondo en Dick, para quien Bruce había sido un padre. ¿Existía alguna fosa de Lázaro que aún pudieran utilizar?

                Sí, había una, bajo Londres. Así que mientras Damian se recuperaba de sus heridas junto a su madre, Talía, Dick viajó hasta Inglaterra, en busca de la Fosa de Lázaro. Pero los viajes de Batman siempre tienen sorpresas inesperadas, y Dick termina ayudando a la Escudera a detener una serie de atentados terroristas que están teniendo lugar por todo el centro histórico de Londres, desde Millenium Eye al Palacio de Buckingham, pasando por Westminster y llegando a Harrod´s, para acabar finalmente bajo la estación de Saint James, deteniendo una bomba sucia en el metro, donde dentro del Corazón Ardiente, el viejo tren del villano que está tras todo esto, King Coal, está prisionero otro delincuente, uno de los chicos de Pearly Prince, al que salvan antes de que la bomba pueda estallar. Batman se reúne con el propio Pearly Prince en el Sótano 101, donde los Beefeater custodian a los paracriminales británicos. Batman descubre que se encuentran en medio de una guerra entre los dos grandes grupos criminales de Inglaterra, aquellos dirigidos por King Coal y los que siguen a Pearly Prince, provocada por un conflicto por el dominio de una vieja mina abandonada. Obviamente, hay algo en esa mina, y Dick establece pronto la conexión, enviando al Caballero un mensaje para que deposite en esa mina el cuerpo de Bruce Wayne, pues es obvio que allí se encuentra la Fosa de Lázaro que buscaban.


                Batman y la Escudera acuden a la vieja mina abandonada, cuyo mapa le había sido revelado a Dick por Pearly Prince a través de fichas de dominó, y allí se encuentran con el Caballero, luchando contra los hombres de King Coal, vestidos de mineros, que resplandecen de forma sobrenatural. Al parecer, los hombres de Coal estaban llevando algo en un ataúd hacia la Fosa de Lázaro, y la sorpresa es cuando descubren que dentro del ataúd se encuentra Batwoman. Al parecer, King Coal forma parte de la red global de Intergang contra la que Kate Kane lleva tanto tiempo luchando, y había descubierto que las profecías de la Biblia del Crimen indicaban que “el Caballero de la Bestia” se alzaría allí, precisamente esa noche, la noche más oscura del año (el solsticio de Invierno). A pesar de que Batwoman se opone a lo que están haciendo, debido a las profecías, Dick insiste, y sea como sea, el Caballero depositó el cuerpo de Bruce Wayne una hora antes en la Fosa de Lázaro y está a punto de resucitar.

                Y Batman emerge de las aguas de la Fosa de Lázaro, vivo. Y enloquecido. Pues no se trata de Bruce Wayne, sino de uno de los clones que Darkseid estaba preparando, como vimos en Crisis Final y en Extremaunción. Las consecuencias de esto son obvias, y Dick no tarda en descubrirlas. El cuerpo que Superman sacó de las ruinas de Blüdhaven, no era el del verdadero Bruce. El cuerpo que enterraron en el cementerio de los Wayne y que Mano Negra desenterró, no era el del verdadero Bruce. El Batman que apareció en la Noche Más Oscura no era el verdadero Bruce. Y el cuerpo que desde entonces Dick ha custodiado y que ahora ha vuelto a la vida, no es el del verdadero Bruce.

                Tim Drake tenía razón, Bruce Wayne sigue vivo.


                Dick, Batwoman, el Caballero y la Escudera se enfrentan al clon de Batman, que los va venciendo, y consigue escapar de allí cuando King Coal hace volar la mina para evitar que los hombres de Pearly Prince se hagan con lo que hay en su interior, y sabiendo que han cumplido su misión, la profecía del despertar de la Bestia. Siguiendo los recuerdos del verdadero Bruce Wayne, el clon, que ha escapado de la mina, deja Londres para dirigirse hacia Gotham, donde Damian acaba de llegar, en silla de ruedas y aun recuperándose, para ser cuidado por Alfred. En la mina, Kate está gravemente herida, un fallo multiorgánico que lleva a que Dick le practique la eutanasia, inyectándole morfina para acabar con su vida sin dolor… y luego poder sumergirla en la Fosa de Lázaro.

                Mientras, en Gotham, el clon de Batman le da una paliza a Alfred y llega a Damian, que de inmediato se da cuenta de que esa criatura que tiene en frente no es su padre. Robin y Alfred se enfrentan al clon, que se va deteriorando, con los recuerdos del verdadero Bruce mezclándose con las pesadillas provocadas por las acciones de Darkseid. Batwoman resucita, y su contacto entre los militares llega a tiempo de liberarles a todos de la mina derrumbada, y envía a Batman a toda velocidad hacia Gotham, donde Damian y Alfred apenas están consiguiendo retener y sobrevivir a los ataques del Bruce enloquecido. La oportuna llegada de Batman y Batwoman (mientras el Caballero y la Escudera atrapan a King Coal) salva las vidas de Alfred y Damian, y el Bruce erróneo termina descomponiéndose y muriendo.

                Ahora, Batman y Robin saben algo que todos sospechábamos. Bruce Wayne no ha muerto, sólo ha desaparecido. Y por supuesto, tienen que encontrarle.

                El Caballero Más Oscuro viene a ser, simplemente, la confirmación de algo que muchos sospechábamos desde Crisis Final, que Batman no había muerto, sólo había sufrido el efecto de la Sanción Omega de Darkseid (a la que ya habíamos visto en funcionamiento en manos de Morrison en Siete Soldados de la Victoria), lo que le había arrojado hacia atrás en el tiempo. El propio final de Crisis Final  y las pistas encontradas por Tim Drake en los primeros números de Red Robin apuntaban hacia esta situación, que con El Caballero Más Oscuro se hace oficial, a la vez que Morrison aprovecha para explicarnos de quién era el cuerpo que Superman extraía de los restos de Blüdhaven. La historia es bastante entretenida, aunque realmente, no sorprendente: debido a las pistas que habían ido cayendo, era obvio que el cuerpo no era el de Bruce. Muy interesante, por otro lado, la aparición de Batwoman, y la implicación de la trama de King Coal en el desarrollo de la metatrama de Intergang, que Greg Rucka ha llevado desde 52, a través de muchos de sus trabajos, en los que Batwoman y Question se han enfrentado a Intergang y los seguidores de la Biblia del Crimen. Como he comentado, este argumento, aunque Morrison y Rucka habían coincidido (además de Johns y Waid) como guionistas de 52, había sido desarrollado sobre todo por el segundo, por lo que no deja de ser un guiño a este el que la red criminal de Intergang se imbrique en la compleja trama que Morrison desarrolla en torno a la figura del Murciélago.

                Este arco está dibujado con bastante acierto por el canadiense Cameron Stewart, que ya había trabajado con Morrison en Siete Soldados: Guardián, y que de la mano de la Catwoman de Ed Brubaker ya había hecho sus pinitos alrededor de la franquicia de Batman; y realiza un trabajo bastante aceptable (que no escandalosamente bueno, seamos sinceros) en estos tres números de Batman y Robin.

                Y tras estos números y la revelación de que Bruce Wayne vive…  

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