Tras negociar con Wyman Manderly su situación en Puerto Blanco, Fusk Aesirk consiguió convencer al señor de la ciudad de que le dejara partir, dejando a su esposa Rayra como “rehén” de Lord Manderly, y jurando hacer lo posible por detener al Bastardo de Bolton, culpable de la muerte de una de sus familiares, Lady Hornwood, con la que se había casado para luego dejarla morir de hambre. Fusk, con los escoltas que había contratado en Puerto Gaviota, se dirigió hacia Bastión del Miedo, bordeando los dominios de Fuerte Terror. Allí, Fusk reclamó el dominio de Bastión del Miedo, presentando las acreditaciones que le había entregado su esposa, y tras enterarse de que el Bastardo de Bolton estaba en Invernalia y que los Hombres del Hierro estaban cercando Puertoescarcha, partió hacia occidente, con la idea de liberar Bosquespeso y atraer así la ayuda de los Glover y otros señores del Norte. Además, envió cuervos a otros señores del Norte, esperando que se reunieran con él en Bosquespeso para luchar contra los Homres del Hierro.
Mientras, en Antigua, Rhoynar se escapaba de la Ciudadela, llevándose la Profecía de Eld y el Corazón Negro con él. Una tormenta sacudía la ciudad, y Rhoynar buscó refugio en una posada, en la zona portuaria, lejos de la Ciudadela, donde se cortó el pelo y comenzó a dejarse barba para ocultar su identidad. Tras comprar ropas de viaje, Rhoynar se enteró en la posada de que mientras durara la tormenta, los barcos de Antigua no partirían, lo que le obligaría a estar en la ciudad durante algún tiempo más. En esos días, pasados sobre todo en la posada y la taberna, intentando no mostrarse mucho por si alguien le estaba buscando, Rhoynar averiguó que varios marineros procedentes de oriente hablaban de una mujer llamada Madre de Tormentas, la esposa de un khal dothraki, que tenía tres dragones. Tras departir con un dorniense, que además le contó que Antigua se había convertido en la ciudad elegida por los Lannister para reunirse con los Martell y acabar así con la brecha que se abría entre ellos desde años atrás (debido a la muerte de la princesa Elia Martell, esposa de Rhaegar Targaryen, y de sus hijos), conoció a una hosca marinera llamada Milva, que había oído hablar de los dragones y de la khaleesi. Rhoynar tardaría en convencerla de ello, pero finalmente, Milva le contaría que su barco había estado en Astapor, una de las ciudades esclavistas del Nuevo Ghis, y que habían oído rumores de una khaleesi, la esposa del difunto Khal Drogo, que se había dirigido hacia oriente con sus dragones. Convencido de que esa mujer podría ser Daenerys Targaryen, que había sido salvada de Rocadragón y llevada a Braavos primero, y luego a Pentos, aseguró (sobreviviendo de milagro a la borrachera provocada por el licor que Milva bebía) que partiría con ellos a Pentos, donde por lo que sabía, se encontraba el magister Ilyrio Mopatis, que había arreglado el matrimonio de la Reina de Dragones con Khal Drogo.
En Puerto Gaviota, los hombres de Stannis Baratheon, con Uther y Oweyn entre ellos, habían derrotado a la guarnición de la ciudad, y destruido los barcos del Rejo allí asentados. El pirata lyseno, Shallador Shaan, les dio permiso para saquear la ciudad durante los dos días que faltaban para que Lord Stannis Baratheon llegara a la ciudad. Uther y Oweyn no participaron en el saqueo, pero fueron testigos de como los hombres del Rey quemaban el septo de la ciudad. Uther y Oweyn se interesaron por la religión de R´hllor, escuchando hablar del enfrentamiento entre el Dios de la Luz y el Otro, y de Azor Ahai, que había derrotado a la oscuridad, y que según la Mujer Roja, Melisandre de Asshai, se había encarnado en Stannis…
Y mientras, Erwyn, Percy y Theon viajaban desde Invernalia hacia el Norte. Fueron asaltados por una banda de Hombres del Hierro, pero les derrotaron sin demasiados problemas, averiguando a través de ellos, que Robb ya había recibido refuerzos en Foso Cailin, pero que Puertoescarcha había caído, aunque Sif Karstark todavía resistía, encerrada en Corona de Hielo. Tyrhen Pyke, uno de los generales de los Hombres del Hierro, mantenía el cerco a Corona de Hielo, y tenía como rehenes a Isel Mormont (la esposa de Uther) y a su hijo, Aeric Aesirk, heredero de Puertoescarcha. De inmediato, Erwyn quiso ponerse en camino hacia Puertoescarcha, pero Theon le convenció de que continuara buscando a Bran Stark con él, mientras Percy Tormenta, con mayores habilidades para la guerra, viajaba a occidente. A regañadientes, Erwyn aceptó, continuando su viaje hacia el Norte junto al Greyjoy.
De camino a Bosquespeso, Fusk y los hombres que había reunido en Bastión del Miedo, tuvieron un enfrentamiento con un asentamiento de Hombres del Hierro, a los que vencieron, salvando a sus prisioneros, entre los que estaba un viejo conocido de Fusk, uno de los hombres de la guarnición de Puertoescarcha, llamado Jensen. Jensen le contó a Fusk lo ocurrido en Puertoescarcha, y como su madre, lady Sif, estaba resistiendo el asedio de los Greyjoy desde Corona de Hielo. Tras interesarse por su hija natural, Anisa, que vivía en Puertoescarcha, y saber que hasta donde Jensen sabía, estaba bien, Fusk continuó hacia Bosquespeso, a la mayor velocidad posible. De camino, encontraron una vieja fonda, los hombres de Fusk le pidieron poder descansar una noche. Aunque no todos cabrían dentro, habría comida caliente, y camas para al menos unos pocos. Fusk aceptó, y se encontró con que la posada estaba dirigida por un grupo de niños, jóvenes entre los dieciséis y los cuatro años, dirigidos por un joven llamado Gendry, procedente de Desembarco del Rey. Tras pagar generosamente a Gendry por el trato a sus hombres, Fusk averiguó que el muchacho había sido aprendiz de herrero en Desembarco, pero que había sido reclutado por un hombre de la Guardia de la Noche, para dirigirse al Muro. Su grupo había sido atacado por el camino por los soldados de los Lannister, matando al reclutador, y él había terminado en aquella posada, donde la Dama Ciega cuidaban de ellos… y ellos de ella. Tras la cena, Fusk logró convencer a Gendry para que le llevara junto a la Dama Ciega, recelosa de los visitantes, y para su sorpresa, se encontró con que era ni más ni menos, Catelyn Tully, cuyos ojos habían sido cerrados por un hierro al rojo. Fusk comprobó que Catelyn había perdido la cabeza, al parecer, un hombre llamado Gwyddion, había acudido a reunirse con ella en Aguasdulces, enviado por su esposo, Eddard Stark. El tal Gwyddion le mostró a Catelyn un orbe de cristal negro en el que vio la muerte de sus hijos y de su familia: Eddard muerto en el Septo de Baelor, las cabezas de Rickon y Bran en los muros de Invernalia, una boda roja que acababa con la vida de Robb, Arya desaparecida, Sansa prisionera de Joffrey y Cersei Lannister… Pero Gwyddion ofrecía cambiar todo eso a cambio de uno solo de sus hijos, de uno de los Stark. Y Eddard había aceptado. Catelyn por supuesto se negó, y expulsó a Gwyddion de Aguasdulces. Dos días después habían atacado los Lannister, y ella había huido, pero había sido atrapada por Gwyddion. El hombre vestido de negro tenía con él a Rickon, y había matado a Peludo. Ante los ojos temerosos de Catelyn, Gwyddion había matado a Rickon al pie de un arciano, antes de cegarla a ella, condenándola a vivir con los recuerdos de lo que había visto en el Orbe y la muerte de su hijo pequeño. Fusk decidió dejarla descansar, pero a la mañana siguiente, convenció a Catelyn y a Gendry de que se unieran a ellos en su viaje.
Lord Stannis Baratheon finalmente llegaba, junto a lord Davos Seaworth y la Mujer roja a Puerto Gaviota, desde donde planeaba conquistar el Valle de Arryn, pero antes, Lord Stannis deseaba conocer a los hombres que le habían dado la victoria. Los soldados de Stannis se reunieron en las ruinas del Septo, donde lady Melisandre mantenía una enorme hoguera. Davos Seaworth fue presentando a los caballeros ante lord Stannis, que pagaba a cada uno de los guerreros su soldada. Y cuando llegaron Uther y Oweyn, Melisandre les acusó de ser los asesinos de Renly Baratheon. Stannis consiguió detener el tumulto que se organizó con la acusación, y Oweyn y Uther admitieron ser ellos los acusados de la muerte del Rey. Stannis les ofreció dos opciones: la muerte o el Muro. Ambos eligieron el Muro. Fueron encerrados esa noche en las celdas de Puerto Gaviota, y al día siguiente, partieron en barco, junto al resto de los presos de la ciudad, en dirección al Muro. Llegarían a Guardiaoriente del Mar, donde tras la brecha abierta por los salvajes de Mance Rayder, la Guardia de la Noche había conseguido recuperar el fuerte, cerrando de nuevo el Muro. El comandante de Guardiaoriente, Cotter Pyke, no se mostraría demasiado satisfecho con la presencia allí de los Matarreyes, decidido a enviarles a las celdas en el Muro, pero uno de los hombres de Pyke, Qhorin Mediamano, intercedió por ellos, que finalmente, fueron enviados al Castillo Negro.
Erwyn y Theon continuaron su viaje hacia el Norte y encontraron que los salvajes se habían hecho con las tierras del Agasajo y ocupaban ya las tierras más allá de la Torre de la Reina. Sin embargo, no vieron guerreros, sino mujeres y niños que trabajaban la tierra y comenzaban a agruparse en sus propias aldeas. De hecho, en una de ellas, su viaje fue interrumpido por una mujer salvaje, que les ofreció cobijo y comida caliente. Tras pensarlo, Erwyn y Theon aceptaron, y así conocieron al caudillo Brak Caraquemada. Caraquemada compartió con ellos un guiso caliente, y así, supieron que los salvajes habían cruzado el Muro a través de Guardaoriente del Mar, dirigidos por Mance Rayder, el Rey-de-Más-Allá-del-Muro. La Guardia de la Noche había conseguido recuperar el dominio de Guardaoriente, pero muchos de ellos aún esperaban Más Allá del Muro para cruzar. Caraquemada les contó que Mance Rayder había conducido a los salvajes huyendo de la Oscuridad que había despertado en el norte, más allá de las tierras de los Thenn, en las Tierras del Invierno Eterno. El Magnar de Thenn había luchado junto a Mance Rayder para huir de esa oscuridad, de los Otros, de los muertos que caminaban, de los huargos y de los cambiapieles. Ahora, ellos esperaban que la Guardia de la Noche les protegiera también a ellos. Erwyn y Brak intercambiaron regalos, y luego Theon y él continuaron hacia el Norte, en dirección al Castillo Negro.
Fusk dirigió a sus hombres hacia Bosquespeso, y finalmente, se encontraron con un grupo de hombres del Norte dirigidos por Percy Tormenta, dispuestos a devolver el ataque a los Hombres del Hierro...
En Antigua, mientras tanto, hacían su aparición los Lannister y los Martell. Tywin Lannister y Joffrey acompañaban al acusado de la muerte de Elia, Ser Gregor Clegane; mientras que el Príncipe Oberyn Martell (la Víbora Roja de Dorne) había venido en representación de su casa, acompañado de su amante, Ellaria Arena. Con la lluvia aún arreciando, Oberyn y Gregor se enfrentaron en el patio del palacio de Antigua, bajo el gran faro, en un combate presidido por Leyton Hightower, señor de Antigua, y su esposa Rea, acompañados de Tywin, Joffrey y Ellaria. Los rumores sobre la presencia de Lannister y Martell en una tierra dominada por los Tyrell auguraba un oscuro futuro para la alianza entre el Dominio y Desembarco del Rey, alianza que se tambaleaba desde que Loras Tyrell fuera capturado en Septo de Piedra. La lucha entre Oberyn y Gregor fue dura, con la inmensa Montaña que Cabalga haciendo frente a la ágil Víbora Roja. A pesar de que la primera sangre fue para Gregor, sería Oberyn quien resultara triunfante, atravesando con su lanza el mentón de Gregor, destrozándole el cráneo. Y mientras la Montaña caía y Joffrey miraba furioso la muerte de su campeón, Oberyn Martell declaró que la muerte de Clegane había vengado la de Elia… aún quedaba la de los niños. Y arrojó la lanza contra Joffrey, que no pudo hacer nada por evitar que la lanza se le clavara entre el pecho y el hombro. Los hombres de Tywin Lannister saltaron enseguida a la embarrada arena para detener a Oberyn, y los dornienses se enfrentaron a ellos, mientras los hombres de Antigua trataban de detener el caos. Rhoynar consiguió salir a duras penas de la trampa mortal en la que se había convertido el patio de los Hightower, y a la mañana siguiente, mientras la tormenta remitía, se reunió con Milva, para coger el barco que le llevaría a Pentos. En los disturbios del día anterior, el Príncipe Oberyn había muerto, y durante la noche, Joffrey había perecido también, víctima del veneno de la lanza de la Víbora Roja, sin que los Archimaestres de la Ciudadela pudieran hacer nada por evitarlo. Tywin Lannister había partido de inmediato hacia la Roca, Tommen debía ser coronado rey. Y Rhoynar partía hacia Pentos…
Mientras, Erwyn y Theon llegaban al Castillo Negro. Theon insistió a Erwyn para que le permitiera hablar a solas con Jon Nieve, e insistió en hacerse pasar por su criado. Los hombres del Castillo Negro recibieron a Erwyn, que preguntó de inmediato por el Alto Comandante Mormont. Al parecer, tanto el Lord Comandante, como Jon Nieve, su mayordomo, se encontraban en el Bosque de Dioses, más allá del muro, donde varios reclutas recién llegados, estaban prestando su juramento. Y hacia allí se dirigió Erwyn, llegando al bosque de arcianos de los Caballeros Negros en el momento en que Uther Aesirk y Oweyn Eld pronunciaban su juramento…
“Escuchad mis palabras, sed testigos de mi juramento... La noche se avecina, ahora empieza mi guardia. No terminará hasta el día de mi muerte. No tomaré esposa, no poseeré tierras, no engendraré hijos. No llevaré corona, no alcanzaré la gloria. Viviré y moriré en mi puesto. Soy la espada en la oscuridad. Soy el vigilante del Muro. Soy el fuego que arde contra el frío, la luz que trae el amanecer, el cuerno que despierta a los durmientes, el escudo que defiende los reinos de los hombres. Entrego mi vida y mi honor a la Guardia de la Noche, durante esta noche y todas las que estén por venir.”
3 comentarios:
Esto cada vez va a mejor. Lo estoy pasando en grande :)
El Gran Fusk Aesirk va a liberar al norte, primero de los hombres del hierro y luego de esos terrorificos nuevos Stark. Que gran heroe es el putero este.
En menudo lío me estoy metiendo... a ver como sale todo esto.
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