En
Bosquespeso, Fusk se encontró con que hombres procedentes de diversos lugares
del Norte, se estaban reuniendo, poniéndose bajo el mando de Ser Robett Glover,
heredero de Bosquespeso. Su padre, Galbart Glover estaba en Foso Cailin con
Robb Stark, y su madre y su hermana habían sido hechas prisioneras por los
Hombres del Hierro y enviados a Harlaw. Sin embargo, Robett estaba convencido
de que, si no devolvían el golpe lanzado por los Greyjoy, todo el Norte
acabaría cayendo. Robett agradeció a Fusk que hubiera llevado las fuerzas de
Bastión del Miedo a Bosquespeso en lugar de dirigirse directamente a
Puertoescarcha, y Fusk dejó constancia de que tenía claro que la reacción del
Norte debía ser conjunta. Por eso, tanto Percy como él se unieron a las fuerzas
que Robett Glover estaba utilizando. Los Norteños lanzarían su ataque sobre los
Hombres del Hierro que habían dominado Bosquespeso en tres frentes, poniéndose
Fusk y Percy bajo el mando de Ser Vernon Tallhart en el flanco izquierdo,
atacando una de las puertas de la ciudad y el pequeño puerto donde se
encontraban algunos barcoluengos de los Hombres del Hierro. La batalla fue
dura, pero aunque fueron derrotados en el puerto, la caballería de Ser Vernon
Tallhart conseguiría forzar una de las puertas, rindiendo aquella zona de la
ciudad y permitiendo a Robett Glover tomar Bosquespeso. Aunque había sido
Robett quien había dirigido el asalto a Bosquespeso, gran parte del merito por
lo ocurrido recayó sobre los hombros de Lord Fusk Aesirk y sus hombres de
Bastión del Miedo, ya que había sido el gran instigador de aquella reunión de
pequeños ejércitos en el Norte. Fusk trató de convencer a Robett de que una vez
vencieran a los Greyjoy, los Glover le ayudaran a hacer justicia con Ramsay
Nieve, entregándolo a Lord Manderley, pero Robett Glover no estaba dispuesto a
enemistar a su familia con los Bolton. Con las noticias de que Robb Stark había
rechazado finalmente a Asha Greyjoy en Foso Cailin y se dirigía hacia el Norte
para recuperar Puertoescarcha y allí, reunirse con las tropas del Rejo y llevar
la guerra a las propias Islas del Hierro, Fusk y Percy iniciaron el camino
hacia el Norte, hacia su casa…
Mientras,
más allá del Muro, Erwyn, Uther y Oweyn se encontraban en el Bosque Sagrado de
la Guardia de la Noche. Había muchas explicaciones y muchas cosas que contar
entre los tres, pero mientras hablaban, los exploradores de la Guardia dieron
la alarma con un toque de cuerno. Los hombres de la Guardia de la Noche se
pusieron en guardia, y Fantasma, el huargo albino de Jon Nieve hizo su
aparición en el bosquecillo, aullando hacia el bosque que les rodeaba. El
segundo toque del cuerno hizo que los hombres de la Guardia de la Noche
desenvainaran sus espadas y el Lord Comandante Mormont ordenara formación de
combate. El tercer toque hizo que la sangre se congelara en sus venas: los
Otros llegaban. Los Caminantes Blancos y sus Espectros hicieron su aparición en
el Bosque de Dioses, atacando a los Hermanos Negros, que a duras penas pudieron
resistir su envite. Mientras Jon Nieve se aseguraba de que Samwell Tarly huía
de allí en dirección al Castillo Negro, Erwyn se enfrentó a varios espectros,
mientras Oweyn y Uther recibían ataques de los Otros. Uther recibió varias
heridas, y finalmente, comenzaron a retroceder cuando hicieron su aparición
unos jugadores inesperados. Un grupo de salvajes hizo su aparición, y varias
águilas controladas por Cambiapieles descendieron, atacando a los Otros y a los
Espectros, mientras los Hombres de la Guardia de la Noche conseguían llegar a
sus caballos y escapar en dirección al Castillo Negro, flanqueados por los
salvajes y seguidos por los Otros. Finalmente, y tras un gran esfuerzo,
consiguieron atravesar las puertas del Castillo Negro y poner el Muro entre sus
perseguidores y ellos. De inmediato, el Lord Comandante aumentó la vigilancia,
mientras se ocupaba de los Salvajes que habían entrado junto a ellos en el
Castillo, y que tanto les habían ayudado. Para sorpresa de todos, los Salvajes
pidieron auxilio a los Hermanos de la Guardia de la Noche. Los Otros se hacían
fuertes en el Norte.
Mientras
Erwyn trataba de influir en favor de los Salvajes y concertaba un encuentro con
Jon Nieve al anochecer en la cima del Muro, el Maestre Aemon se encargaba de
los heridos, tratando de inmediato a Uther, y sorprendiéndose al escuchar de
labios de Oweyn que era un Eld. Aemon pidió a Oweyn que se reuniera con él
cuando se encontrara mejor, conocía su linaje y las profecías sobre la Vieja
Sangre, y tenía algo que podía ayudarle. Esa noche, Oweyn acudió al encuentro
del Maestre Aemon, que le entregó dos cartas, una con el sello de los
Targaryen, y otra con el de la Guardia de la Noche. Ya que Oweyn no sabía leer,
Aemon mandó llamar a Samwell Tarly, que juró guardar silencio sobre todo lo que
se dijera en esa habitación, y luego leyó para Oweyn las cartas. Una de ellas,
estaba escrita del puño y letra del príncipe Rhaegar Targaryen, y la otra, era
la respuesta a esta, enviada por el Maestre Aemon. Mientras Sam Tarly leía para
Oweyn, Erwyn se reunía en el Muro con Jon Nieve, llevando con él a Theon
Greyjoy. Tuvo que evitar que Nieve acabara allí mismo con la vida de Theon,
acusándole de haber asesinado a su hermano Bran, y el propio Erwyn tuvo que
intervenir, recordando además a Jon que su familia ahora era la Guardia de la
Noche… pero que Bran estaba vivo. Jon permitió a Theon que le explicara lo
ocurrido en Invernalia, y Erwyn confirmó la historia de este, habían venido
desde Invernalia siguiendo el rastro de Bran, pensando que le encontrarían en
el Muro. Jon les confirmó que Bran no había llegado al Muro, por lo que o le
habían adelantado, o había muerto en manos de los salvajes en el Agasajo… o
había cruzado el Muro en alguna de las otras torres de vigilancia. Jon no podía
abandonar el Muro, pero podría tratar de convencer al Lord Comandante para que
enviara a un pequeño grupo de exploradores Más Allá del Muro, investigando qué
ocurría con los Caminantes Blancos y buscando el rastro de Bran. Theon
continuaría la búsqueda, pero Erwyn quería acudir a Puertoescarcha y averiguar
qué pasaba en su hogar. Erwyn se dirigió en busca del Lord Comandante, y se
encontró con Oweyn y Samwell que salían de los aposentos de Aemon.
Fue
entonces cuando se dieron cuenta de que las puertas del Castillo Negro se
estaban abriendo, permitiendo la entrada de lo que parecían ser campesinos y
refugiados que habían huido del ataque de los Hombres del Hierro. Y entre
ellos, se encontraba una agotada Ioana Skadi, la joven que, jugando al d´hainu había marcado a Oweyn, y le
encontró entre los Caballeros Negros, arrodillándole ante él y señalándole
mientras decía, antes de desmayarse “El Norte nos llama, Príncipe de la Vieja
Sangre”. Mientras Oweyn se encargaba de Ioana y ayudaba con los refugiados,
Erwyn trataba de convencer al Lord Comandante de que pusiera a la Guardia de la
Noche a su lado para atacar a lo Greyjoy, pero Mormont se negó, la Guardia no
se implicaría en las luchas del reino. Con la negativa del Comandante, Erwyn
pasó a su segundo plan. Abandonaría el Castillo Negro en dirección a Puertoescarcha,
seguido por un ejército de salvajes a los que había ofrecido tierras…
Mientras
todo esto ocurría en Poniente, Rhoynar huía de Antigua en el Corazón de Tejo, con destino a Pentos.
Pocos días después de abandonar Antigua, mientras dormía Rhoynar fue atacado
por un hombre armado con una daga, y con los ojos completamente negros. Rhoynar
consiguió escapar del ataque y la tripulación detuvo al asesino, que finalmente
murió en manos de los marineros, y el
Maestre le reconoció como uno de los sirvientes de la Ciudadela. Furiosa, Milva
intentó que Rhoynar le contara lo que ocurría, quién le perseguía y qué era
aquello que se había infiltrado en su barco, pues había visto sus ojos y sabía
que no era del todo humano. Sin embargo, Rhoynar mantuvo en secreto la
presencia en el barco del Corazón Negro, y que este se había hecho con el
control del Archimaestre Garth, así que Milva le encerró en su camarote, y no
pudo volver a salir hasta que llegaron a
Pentos.
Pentos
era la más comercial de las Ciudades Libres, y la que mayores tratos tenía
tanto con Poniente como con los Dothraki. En cuanto desembarcó, Rhoynar
consiguió averiguar cual era el palacio del magister Illyrio Mopatis, y se
dirigió allí. Los hombres de Mopatis, sin embargo, no le dejaron entrar,
argumentando que su señor estaba muy ocupado y que enviarían a un sirviente a
avisarle a su alojamiento en cuanto Mopatis pudiera atenderle. Rhoynar se alojó
en una posada, y esperó la llamada del magister
durante una semana, antes de volver, furioso, y reclamar ser visto por el magister en nombre de la Sangre del
Dragón. De inmediato, los hombres del magister
le franquearon la entrada, siendo conducido ante la presencia de Mopatis.
Rhoynar fue presentado ante el gordo comerciante, que de inmediato dejó patente
que conocía sus orígenes familiares. Mopatis le explicó a Rhoynar que,
efectivamente, Viserys y Daenerys habían sido refugiados en Pentos, en su casa,
después de la muerte de Ser Willem Darry y ser expulsados de Braavos. Al
parecer, Viserys había pactado la entrega de un ejército dothraki para
recuperar el Trono de Hierro a cambio de
la mano de su hermana Daenerys, que se había casado con Khal Drogo, uno de los señores
de la guerra dothrakis; pero Viserys había ofendido de alguna manera a Drogo,
que le había matado poniéndole una corona de oro fundido. Sin embargo, Drogo
había muerto poco después de un ataque a una aldea lhazaarena, y Daenerys había
desaparecido, aunque los rumores sobre la Madre de Dragones habían comenzado
unos meses después en la Costa de los Esclavos. Illyrio opinaba que Daenerys
era, efectivamente, la Madre de los Dragones que ahora gobernaba sobre Astapor,
Yunkai y Meereen, pero el comerciante opinaba que Daenerys se había implicado
demasiado en una guerra que no era la suya, y que necesitaba que alguien le
recordara que había un trono en Poniente que la esperaba. Rhoynar podía ser la
persona adecuada para ello, para recordarle sus lazos… familiares. De modo que
el magister Illyrio ofreció a Rhoynar
la oportunidad de viajar hasta Meereen…
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