Con
el fin de la línea temporal del Universo DC con Flashpoint, del que ya hemos
hablado en el blog, ha llegado el momento de hablar del tomo que pone fin a la
que ha sido, junto a Batman, la mejor serie que ha tenido DC entre Crisis Infinita y el actual reboot. Por supuesto, se trata de JSA, que ha llegado a su final con este
gran tomo, tanto literal como figuradamente. Y es que Superciudad es un gran tomo que pone fin a una gran etapa.
Creo
que alguna vez ya he comentado que Marc Guggenheim, el guionista de este largo
arco argumental, no ha sido generalmente uno de mis guionistas favoritos,
aunque mi perspectiva sobre él cambió a raíz del tomo La Caída de los Nuevos Titanes. Y ha mejorado aún más con esta
historia. Lo cierto es que la trama original, lo que se dice original, no es, y
tiene un regusto más que evidente a Civil
War en muchos de sus planteamientos. La historia comienza con un terrorista
superpoderoso llamado Guadaña que ataca la ciudad de Monument Point. La JSA (el
grupo clásico) acude a la lucha…y el resultado de la derrota de Guadaña es que
buena parte de la ciudad es destruida, con un montón de bajas además. Así,
Monument Point se convierte en una especia de Stamford de DC, pues enseguida
surgen las controversias (alimentadas en parte por el propio gobierno de EE.UU,
que como era de esperar, tiene algo que esconder sobre Guadaña y la propia
Monument Point) sobre la responsabilidad de los héroes tras las derrotas de los
villanos. Incluso habiendo sufrido una baja repentina en manos de Guadaña, la
presión social y por supuesto, el espíritu heroico de los miembros de JSA, les
lleva a decidir quedarse en Monument Point para ayudar en la reconstrucción de
la ciudad, evitar el vandalismo y los saqueos, y demás.
Pero
hay gente a la que la presencia de la JSA en la ciudad no le parece bien, y
contratan a un asesino tipo Deathstroke desquiciado, un tal Doctor Caos, al que
tiene que enfrentarse la JSA para conseguir sobrevivir a Monument Point y al
Doctor Caos. Por supuesto, a lo largo de la trama (que incluye un genial número
50 de la colección), descubrimos qué es lo que esconde Monument Point y por qué
no querían superhéroes en la ciudad… Y perdemos a un miembro de la JSA en el “apoteósico”
final… lo que pasa que le perdemos para poco tiempo, que ya le hemos visto en
el nuDC (ahora he entendido por qué había tanta expectación con su aparición…
no sabía que cascaba).
Vale,
¿por qué las comillas? Porque la verdad es que el final es un poco apresurado,
y realmente, muy por debajo del resto de la historia, como podréis ver si le
echáis un ojo a este tomo (que mola un huevo, por otro lado). La historia está
muy bien, más en sí por el tratamiento que hace de Flash y de Mister
Terrific quizá que por la propia
historia, y la verdad es que el dibujo de Scott Kolins refuerza también la
propia narración, con ese estilo que le caracteriza y le hace una de las
grandes bazas del cómic americano. Como he dicho, la historia tiene un
importante regusto a Civil War, pero
desde el punto de vista de DC, completamente diferente al de Marvel, claro.
Quizá sea esto una de las bazas grandes de la historia, muy entretenida, y más
que recomendable. Ahora sí, además de ese final un poco “tristón”… hay algo que
me ha parecido horrible del tomo, y es el nuevo diseño que hacen de Alan Scott,
el uniforme “batería/pijama” que le ponen en un momento determinado de la
historia, que merece palos no, lo siguiente.
En
fin, una lástima que el reboot vaya a
poner fin, como he dicho antes, a la que con Batman probablemente sea lo mejor
que DC ha dado en los últimos años, y que ha ocupado el lugar que
probablemente, de haber tenido mejores historias, le hubiera correspondido a
JLA. Un emblema de DC que se ve arrasado por el cambio al nuDC… al menos de
momento…
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