No es la crónica de un mundo... es la historia de muchos.

viernes, 4 de mayo de 2012

SEGUNDA FUNDACIÓN


                Bueno, pues hala, ya he terminado la trilogía de la Fundación. Con Segunda Fundación, concluye esta trilogía que ha marcado un hito en la historia, ya no de la Ciencia-Ficción, sino de la Literatura. Y bueno, siendo sinceros, como casi todas las Grandes Obras Maestras, una vez fuera de su marco, parece que no son tan buenas (menos El Señor de los Anillos, que es la ostia, ahora y siempre). Con esto quiero decir que Fundación me parece un gran trabajo, efectivamente, una gran historia de Ciencia Ficción, pero con algunas carencias notorias.


                Centrándonos en Segunda Fundación, como ya había ocurrido con Fundación e Imperio, Asimov nos cuenta dos historias prácticamente independientes. En la primera, continuación directa de Fundacion e Imperio, vemos el enfrentamiento entre el Mulo, el mutante telépata que había puesto en jaque el propio Plan Seldon; mientras que la segunda, expone una guerra galáctica que surge a causas del conflicto entre la Primera Fundación y la Segunda Fundación, la fundación secreta de Hari Seldon situada “en el otro extremo de la galaxia”. Asimov sigue manteniendo la construcción de la trama a través de conversaciones entre personajes, y en este volumen añade un nuevo ingrediente a los ya utilizados: el misterio de la ubicación de la Segunda Fundación. Lo que ocurre es que no creo que sea un misterio demasiado bien gestionado, el capítulo sobre “yo sé donde está la Segunda Fundación” parece la versión absurda de los momentos salón de las novelas de Agatha Christie.

                El mayor defecto achacable a Segunda Fundación, como a los anteriores libros es la absoluta falta de acción en el desarrollo de los acontecimientos. La batalla más importante en la historia de la Galaxia se resuelve en media página aproximadamente. Es obvio que Asimov no considera esta parte de la narración como algo importante, el peso recae sobre el trasfondo filosófico de la historia, de nuevo la diferencia entre libre albedrío y manipulación. Pero somos hijos de la Guerra de las Galaxias, y parece que sin una buena ración de naves estallando, el espacio está vacío.

                Aunque no ha pasado a mi lista de libros preferidos (Simmons sigue siendo mi autor de ci-fi favorito, y no parece que le vayan a desbancar pronto), me alegro de haber leído este clásico de la Ciencia Ficción, del que probablemente hayan bebido muchos autores que han venido después.

2 comentarios:

Correia dijo...

Pues aun te quedan un montón de libros sobre Fundación y Robots...

Tomás Sendarrubias dijo...

Me parece que lo que queda de año está destinado a novela histórica y fantasia épica... Y a escribir, jefe. A escribir.