No sé como lo hago,
pero parece que en verano, en lugar de dedicarme a lecturas más ligeritas y
estivales, termino cayendo en grandes tochazos. El año pasado fue Las Guerras de Dios, sobre las Cruzadas;
y este año, como pone en el título, El
Primer Hombre de Roma, de Colleen McCullough. La idea era que en algún
momento quiero dirigir una crónica de Vampiro ambientada en la Roma clásica, y
tengo Yo, Claudio muy leído, así que…
bueno, la referencia más obvia sobre novelas históricas ambientadas en Roma es
esta escritora de origen australiano.
El Primer Hombre de Roma está ambientada unos cien años antes del
nacimiento de Cristo, en los años anteriores a la llegada al poder de Julio
César y el Imperio. Es la gran Roma de la República, y para empezar la
gigantesca historia que McCullough traza en siete libros (que suman unas cinco
mil páginas, mil de las cuales van ya en el primero) decidió centrarse en dos
de los grandes personajes de la historia de Roma, aunque quizá no de los más
conocidos entre el público: Cayo Mario y Lucio Cornelio Sila. O al menos en los
primeros años de la vida pública de estos dos, ya que el enfrentamiento entre
ambos y por el que ambos pasarían a la historia, se desarrollará en el segundo
libro, La Corona de Hierba. En El Primer Hombre de Roma, Colleen
McCullough nos habla de Mario, Sila y su entorno.
A través de Mario y
Sila, conocemos a otros muchos personajes de la Roma de su tiempo, desde Quinto
Servilio Cepio (el de verdad, no el que ahora Pepe Sancho interpreta en
Imperium, y que tiene poco o nada que ver con el personaje histórico… como el
resto de la serie, la verdad) a Mario
Emilio Escauro, uno de los más interesantes personajes de la novela, Cónsul,
Censor, y Príncipe del Senado, además de líder de la facción más conservadora de
este, junto a Cecilio Metelo Numídico, enemigo de Mario. También hacen su aparición
Marco Livio Druso, Lucio Domicio Ahenobarbo, o el más importante, Cayo Julio
César, abuelo del que quizá sea el hombre más conocido de la historia de Roma,
su homónimo.
Tanto Mario como Sila
son grandes personajes, quizá en esta novela destaca el primero, personaje que
tuvo una carrera senatorial sin precedentes en Roma, consiguiendo el consulado
siete veces, dos de ellas in absentia,
y seis de las cuales se explican en este libro. Y si Mario es el personaje
protagonista; Sila es sin duda el más atractivo. Todo lo contrario a Mario,
hombre cabal y de honor, Sila se crio en el Subura, el barrio bajo de Roma,
rodeado de gente del mundo del espectáculo y conviviendo con su amante y su
madrastra… Mario tuvo que hacerse un nombre, Sila lo tenía y tuvo que
sobreponerse a su antigua vida para convertirse en dos de las personas más influyentes
de la historia de Roma. El Primer Hombre
de Roma habla de como ambos ascendieron en la política romana, a través de
la llamada “Guerra de Yugurta” y luego los primeros conflictos entre Roma y los
germanos, para concluir con lo que fue un conato de guerra civil, el alzamiento
provocado por el demagogo Lucio Apuleyo Saturnino.
Y lo cierto es que
aunque he tardado más de un mes en leerlo (vacaciones, comics… ), no se me ha
hecho pesado en ningún momento. Quizá Colleen McCullough es un poco desordenada
a la hora de escribir, en el sentido en que pasa sin solución de continuidad de
monólogos interiores a escenas de acción o a capítulos epistolares, pero esto
más que complicar la lectura, la hace aún más amena. Hay de todo un poco, y
todo está bastante bien escrito.
En fin, voy a
descansar un poco de Roma… y en breve volveré con Mario, Sila y los demás. ¡Un
gran libro!
1 comentario:
Una maravilla que se disfruta a cada página (y no son pocas). Lástima que se acabe con Antonio y Cleopatra...
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