No es la crónica de un mundo... es la historia de muchos.

lunes, 24 de septiembre de 2012

EL PRIMER HOMBRE DE ROMA


                No sé como lo hago, pero parece que en verano, en lugar de dedicarme a lecturas más ligeritas y estivales, termino cayendo en grandes tochazos. El año pasado fue Las Guerras de Dios, sobre las Cruzadas; y este año, como pone en el título, El Primer Hombre de Roma, de Colleen McCullough. La idea era que en algún momento quiero dirigir una crónica de Vampiro ambientada en la Roma clásica, y tengo Yo, Claudio muy leído, así que… bueno, la referencia más obvia sobre novelas históricas ambientadas en Roma es esta escritora de origen australiano.



                El Primer Hombre de Roma está ambientada unos cien años antes del nacimiento de Cristo, en los años anteriores a la llegada al poder de Julio César y el Imperio. Es la gran Roma de la República, y para empezar la gigantesca historia que McCullough traza en siete libros (que suman unas cinco mil páginas, mil de las cuales van ya en el primero) decidió centrarse en dos de los grandes personajes de la historia de Roma, aunque quizá no de los más conocidos entre el público: Cayo Mario y Lucio Cornelio Sila. O al menos en los primeros años de la vida pública de estos dos, ya que el enfrentamiento entre ambos y por el que ambos pasarían a la historia, se desarrollará en el segundo libro, La Corona de Hierba. En El Primer Hombre de Roma, Colleen McCullough nos habla de Mario, Sila y su entorno.
                A través de Mario y Sila, conocemos a otros muchos personajes de la Roma de su tiempo, desde Quinto Servilio Cepio (el de verdad, no el que ahora Pepe Sancho interpreta en Imperium, y que tiene poco o nada que ver con el personaje histórico… como el resto de la serie, la verdad) a  Mario Emilio Escauro, uno de los más interesantes personajes de la novela, Cónsul, Censor, y Príncipe del Senado, además de líder de la facción más conservadora de este, junto a Cecilio Metelo Numídico, enemigo de Mario. También hacen su aparición Marco Livio Druso, Lucio Domicio Ahenobarbo, o el más importante, Cayo Julio César, abuelo del que quizá sea el hombre más conocido de la historia de Roma, su homónimo.
                Tanto Mario como Sila son grandes personajes, quizá en esta novela destaca el primero, personaje que tuvo una carrera senatorial sin precedentes en Roma, consiguiendo el consulado siete veces, dos de ellas in absentia, y seis de las cuales se explican en este libro. Y si Mario es el personaje protagonista; Sila es sin duda el más atractivo. Todo lo contrario a Mario, hombre cabal y de honor, Sila se crio en el Subura, el barrio bajo de Roma, rodeado de gente del mundo del espectáculo y conviviendo con su amante y su madrastra… Mario tuvo que hacerse un nombre, Sila lo tenía y tuvo que sobreponerse a su antigua vida para convertirse en dos de las personas más influyentes de la historia de Roma. El Primer Hombre de Roma habla de como ambos ascendieron en la política romana, a través de la llamada “Guerra de Yugurta” y luego los primeros conflictos entre Roma y los germanos, para concluir con lo que fue un conato de guerra civil, el alzamiento provocado por el demagogo Lucio Apuleyo Saturnino.
                Y lo cierto es que aunque he tardado más de un mes en leerlo (vacaciones, comics… ), no se me ha hecho pesado en ningún momento. Quizá Colleen McCullough es un poco desordenada a la hora de escribir, en el sentido en que pasa sin solución de continuidad de monólogos interiores a escenas de acción o a capítulos epistolares, pero esto más que complicar la lectura, la hace aún más amena. Hay de todo un poco, y todo está bastante bien escrito.
                En fin, voy a descansar un poco de Roma… y en breve volveré con Mario, Sila y los demás. ¡Un gran libro!

1 comentario:

The Korinthian dijo...

Una maravilla que se disfruta a cada página (y no son pocas). Lástima que se acabe con Antonio y Cleopatra...