Con El Primer Hombre de Roma terminado y
antes de lanzarme a La Corona de Hierba,
decidí hacer una pausa y rebuscar entre mi amplia biblioteca física y virtual
algo que leer entre libro y libro de Roma (ya sabéis, normalmente alterno
lecturas para no agobiarme), me encontré con Corazón de Tinta, de Cornelia Funke Hace mucho que los trailers de
esta película me llamaron la atención, y aunque nunca terminé viendo la
película, decidí aprovechar para leer el libro… que oye, normalmente los libros
siempre son mejores que las pelis.
Salvo Congo. El libro es tan malo que la peli
parece hasta buena.
En fin, a lo que iba. Corazón de Tinta, de la escritora
alemana Cornelia Funke. Podríamos considerar Corazón de Tinta como una novela juvenil, pero la verdad es que
acepta bastante bien a todo tipo de lectores, y es especialmente apropiada para
bibliófilos. Una novela que habla sobre libros… el concepto en sí ya es genial.
En Corazón de Tinta encontramos una
historia sencilla, de buenos y malos, aunque con algunos personajes que se
mueven holgadamente en el espacio intermedio de los grises y que son los que
realmente dan color al libro. Y quizá ahí radica la parte más “infantil” del
libro, salvo una excepción, los buenos son muy buenos y los malos, increíblemente
malos (aunque malos de los que al lado de Cersei Lannister parecen hermanitas
de la caridad, todo sea dicho).
En Corazón de Tinta, Cornelia Funke nos
cuenta la historia de Meggie Folchart, una niña de unos doce años que ha
heredado la fascinación de su padre, Mo, por los libros. Mo (Mortimer) Folchart
es un reconocido encuadernador y un apasionado lector que ha inculcado en su
hija el amor que él mismo siente por la lectura. Su vida tranquila se ve
alterada cuando una enigmática figura, a la que Mo llama “Dedo Polvoriento”,
aparece en su casa, advirtiéndole de que un malvado, llamado “Capricornio”,
anda buscando a Mo para conseguir un libro que él guarda, y es precisamente el
que da nombre a esta obra, Corazón de
Tinta. A partir de ahí, comienza la carrera de Mo y Meggie para huir de
Capricornio y sus malvados secuaces, mientras tratan de mantener a salvo Corazón de Tinta y todo lo que este
libro contiene, y descubriéndose así el gran secreto de Mo, su capacidad de
extraer personajes u objetos de los libros al leer en voz alta.
Como veis, el
argumento de Corazón de Tinta es
sencillo. Personajes como Meggie, Mo, la bibliófila Elinor o el escritor
Fenoglio son absolutamente buenos, mientras que Capricornio, y sus secuaces con
nombres tan pintorescos como Basta, Nariz Chata o la Urraca, son increíblemente
malos así, de base. Más interesante resulta sin embargo Dedo Polvoriento, que
se mueve entre los dos puntos, siguiendo más sus propios objetivos que una
moral tan básica, lo que le hace probablemente más llamativo. Y sin embargo,
pese a todo lo que pudieran parecer carencias (simplicidad de historia y diseño
de personajes) se convierte en algo secundario, al estar salvado y más que
cubierto por el cuidado con el que Cornelia Funke narra su historia, su cuento,
perfectamente detallado, cuidado al milímetro, y con unas citas a principio de
capítulo que son una auténtica delicia bibliográfica.
En fin, una lectura
más que entretenida, ya os contaré qué tal la segunda parte…
1 comentario:
Suena muy bien, me la he apuntado.
Muchas gracias!
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