Dentro de la segunda tanda de las colecciones del nuDC, este mes ECC nos
trae el segundo volumen de una de las apuestas más arriesgadas de DC, su Liga de la Justicia Oscura, y lo hace con
los números del cinco al siete de la serie, en los que concluye la saga de la
Encantadora con la que arrancara la serie, y comienza el primer crossover de
esta, con otra serie del lado oscuro del nuevo universo DC: Yo, Vampiro, cuyo
número siete también ha sido incluido en este tomo.
Así, al equipo
creativo habitual de Liga de la Justicia
Oscura, Peter Milligan y Mikel Janin, se unen en este tomo el guionista
Joshua Hale Fialkov y el dibujante Andrea Sorrentino, tándem original de Yo, Vampiro; además de la colaboración
de Admira Wijaya y Daniel Sampere en los números de Liga de la Justicia Oscura
relacionados con este crossover.
En el número anterior,
ya habíamos visto el motivo de la formación de la Liga de la Justicia Oscura, y
de como Madame Xanadu había ido reuniendo a sus componentes (ella misma, Shade,
Constantine, Deadman, Zatanna y Mindwarp) para hacer frente a la Encantadora,
que se ha liberado de su “prisión”, la joven June Mooney y que parece estar
dispuesta a adaptar el mundo a su retorcida visión de la realidad y con un poder
mágico sin precedentes. El enfrentamiento contra la Encantadora y las visiones
de Xanadú, convierten a esta Liga de la Justicia Oscura en la versión DC de los
Defensores, esa especie de no-grupo formado por personajes dispares que tienen más
los unos contra los otros que contra muchos de sus enemigos, un tono
discordante para un título que lleva las palabras “Liga de la Justicia”.
Tras acabar (más o
menos) con el problema de la Encantadora, y decidir qué hacer con la
continuidad del grupo, llega el momento de hacer frente a los Vampiros, en el
crossover “El Alzamiento de los Vampiros”.
Realmente, no sigo Yo, Vampiro,
aunque las críticas insisten en que se trata de un trabajo bastante bueno y
que, bajo esta perspectiva unificadora del nuDC, encuentra la réplica perfecta
en esta alianza de criaturas que dan forma a la Liga de la Justicia Oscura. Mary,
la Reina de los Vampiros, ha despertado a Caín, el Primer Vampiro (iconografía
tomada directamente del juego de rol Vampiro:
La Mascarada), y con él, han llegado hordas y más hordas de vampiros,
aprovechándose de la “muerte” de Richard Bennett, el protagonista de Yo, Vampiro.
Por supuesto, un mundo
repleto de Vampiros es una amenaza que la Liga de la Justicia Oscura tiene que
hacer frente, y aunque muchos superhéroes luchan contra los chupasangres en
muchos puntos, son los miembros de la Liga de la Justicia Oscura quienes hacen
frente al meollo de la cuestión. Así, mientras Xanadú trata de conseguir ayuda
extradimensional (y parece que a cualquier precio), Mindwarp, Zatanna y Shade
hacen frente al aspecto más mundano del conflicto, y Deadman y Constantine
inician un viaje a las tierras de los muertos para buscar allí a Richard
Bennett, que al parecer es el único capaz de detener a Caín y el alzamiento de
los vampiros.
Y es que bueno, los
vampiros están de moda. Si los X-Men se han enfrentado a Drácula y los suyos,
¿cómo no iban a tener en DC su propio conflicto multitudinario con los
descendientes de Caín? El formato de cuatro números por tomo juega aquí un poco
en contra de la historia, ya que el crossover queda a medias, con solo el
primer número de cada serie aquí incluido, así que habrá que esperar al próximo
para ver como acaba todo esto. Pero de momento… ¡mola!
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