El pasado sábado, Marco y yo
decidimos salir un rato por Madrid. Disfrutar de sus calles, de sus gentes, de
su fluido tráfico, de la variedad cultural de Gran Vía… y como colofón,
reservamos entradas para el espectáculo de Eduardo Aldán, Espinete no Existe. Bueno, obviamente esto no es así del todo,
salvo en la parte de las entradas, pero hay que positivizar. El caso es que
efectivamente teníamos entradas reservadas para Espinete no Existe, y aunque salimos con una hora y media de tiempo
para llegar… no llegamos. Atasco en Gran Vía, los parkings llenos (algunos
indicando que estaban libres primero), atasco en las calles cercanas a Gran
Vía, coches y más coches… Una pesadilla, vaya.
Menos
mal que después de aparcar en Princesa y mientras subíamos hacia el teatro (a
sabiendas de que nos íbamos a encontrar las puertas cerradas) vimos que estaba
entrando gente todavía en La Chocita del Loro, donde actuaba Goyo Jiménez, con
un espectáculo llamado En Verdad Os Digo.
Llegamos al teatro y efectivamente estaba cerrado, pero quedaba la opción
de intentar entrar a la Chocita (para los que no seáis de Madrid, os cuento. La
Chocita del Loro son una serie de locales en diferentes puntos de Madrid donde
llevan sus espectáculos los mejores monologuistas de la televisión y el
circuito teatral: Ángel Martín, Luis Piedrahita, Ricardo Castella… En Gran Vía
se encuentra el más grande de los locales de la Chocita en Madrid, y el más
“teatral”, aunque mantiene el concepto café-teatro de todos, es decir, mientras
ves el monólogo, te puedes tomar una cerveza). Y quiso el destino que la suerte
nos sonriera. No quedaban entradas en taquilla, pero había una señora que no
podía entrar y tenía dos entradas que estaba esperando poder vender. Claro, las
entradas enseguida cambiaron de manos, y al final, nos encontramos sentados en
La Chocita del Loro para ver, como he dicho antes, a Goyo González.
Que
hartón de reír, por favor. De verdad, aunque contaré un poco más del monólogo
que vimos, lo primero que quiero transmitir es esto. Que. Hartón. De reír. Hubo
un momento (Marco puede dar fe) en que creí que me desmontaba allí mismo.
Grande, muy grande, gigantesco, impresionante.
En
En Verdad os Digo, Goyo Jiménez parte
de un precepto que suele ser común a los monologuistas. Es decir, el arranque y
concepto del espectáculo en sí no es nada original. La idea es que con un humor
increíblemente ácido, Goyo Jiménez hace un buen repaso de la situación política
y social de España (y parte del entorno) y para ello, habla de historia,
política, economía, música, religión… No hay tema que se salve, no hay tabú
para cumplir el objetivo del espectáculo según lo plantea el autor, mostrarnos
la verdad para aprender a ser felices. Obviamente, más allá de todo misticismo
o profundidad, el verdadero objetivo de cualquier espectáculo de este tipo es
arrancar ya no la sonrisa, sino la carcajada al público.
Sin
ser ningún experto en el tema, sí es cierto que soy bastante “monologuero”,
fiel de El Club de la Comedia, de algunos cómicos de Paramount, y con alguna
visita a las espaldas a la Chocita y otros sitios semejantes. Quizá he tenido
mucha suerte, ya que en todas las ocasiones en las que he ido entrada por
delante a ver uno de estos espectáculos, me lo he pasado en grande (viendo a
Ricardo Castella tuvimos aparición estelar de Ángel Martín, por ejemplo), pero
desde luego, el espectáculo de Goyo Jiménez es uno de los mejores que he visto.
No se hace corto, ni largo. Mantiene alto el nivel, y aunque recurre a muchos
tópicos (como todos en este campo), lo hace con gracia, con nuevas
perspectivas, y con una expresividad de la que carecen algunos de sus
compañeros.
Así
que, si tenéis un rato y os apetece, no dejéis de pasar por En Verdad os Digo. Son 20 euros por
entrada… pero merece la pena.
3 comentarios:
Encantadísimo con el monólogo. Goyo Jiménez es la polla. Y mi primo, que ha visto este monólogo y lo de Espinete, dice que este es mucho mejor.
Y lo mejor, como siempre, la compañía. Y como se lo curró la compañía (y lo mal que lo pasó a ratos, lo siento). Lo peor, el puto tráfico y mi ira descontrolada (lo siento otra vez).
Tommy... Aparte de Thor, eres un crack.
Y es que, ¡me gusta tanto el cine francés! XD
¡Grande!
¡Ah! Y no olvidar cuando me dijo (a una chica que estaba delante y a mi) que parásemos de aplaudir, que esto no era un tablao flamenco. ¡Que-ver-güen-za! xD
El cine francés...
¡¡Golfo!!
:P
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