Si hay un escritor de comics gamberro… pero gamberro, gamberro a más no
poder, sin duda Mark Millar se lleva la palma. Con mucho. Y una de sus grandes
gamberradas fue la serie limitada Kick-Ass,
plasmada en los cómics por los geniales lápices de John Romita Jr (mucho más
brillante en estas páginas que en las de Vengadores,
todo sea dicho), y que fue llevada al cine por Matthew Vaughn, según dicen con
bastante éxito (yo no he visto la peli, así que no puedo opinar al respecto).
Dentro del mainstream
superheróico en el que tanto Millar como Romita Jr suelen moverse, como he
comentado antes, Kick-Ass es la
gamberrada definitiva. La primera miniserie, llevada como he dicho antes al
cine, cuenta la historia de Dave Lizewski, un adolescente normal a todas luces…
salvo por el hecho de que quiere ser un superhéroe. No tiene poderes ni
habilidades especiales, pero sí muy claro el concepto de que quiere ayudar a
los demás, y está dispuesto a lo que sea necesario. Así que se enfunda en un
uniforme verde que recuerda bastante a una rana, y con dos bastones como armas,
sale a las calles para “luchar contra el mal”.
En fin, a grandes
rasgos ese es el argumento de Kick-Ass, y para suerte de todos… ¡¡Millar
y Romita nos han traído un Kick-Ass 2!!
Y para abrir boca os diré que es como poco tan divertido como el primero. El
que no haya leído la primera parte… que deje de leer aquí, no se vaya a comer
algún spoiler.
Kick-Ass 2 comienza poco después de Kick-Ass. David ha conseguido extender la “moda” de los
superhéroes, y hay muchos hombres y mujeres de todo tipo que ahora lucen
uniformes y armas y tratan de ayudar en lo que pueden al prójimo. Incluso han
conseguido dar golpes a la Mafia… y reunirse en equipos inspirados por los
Vengadores, o la Liga de la Justicia. Y mientras la moda heroica continúa
adelante, Hit-Girl, la joven que ayudó a Kick-Ass, y entrenada para ser una heroína
desde su nacimiento prácticamente (y que cuenta con once tiernos añitos) trata
de mantenerse apartada de todo este movimiento, viviendo con su madre y su
padrastro, agente de policía.
Pero claro, todo es
demasiado bucólico… y esas cosas no duran. El artífice del cambio sería precisamente
el antiguo aliado de Kick-Ass, Red-Mist, que acusa a Kick-Ass de la muerte de
su padre. Red-Mist (que cambia su apodo por el efectivo nombre de “el Hijoputa”)
decide convertirse en el primer supervillano, y organiza una banda con sus
semejantes, gente tan desquiciada como él (o más), que se convierten en el
reverso oscuro de los héroes que están proliferando. Para ello, el Hijoputa se
hace con los servicios de una mercenaria rusa, Madre Rusia, experta asesina y
antigua guardaespaldas de Putin, y juntos, tratan de convertir la vida de Dave
en una pesadilla.
Kick-Ass 2 es un relato oscuro, y muy, muy puñetero, en el que Mark
Millar da rienda suelta a toda la mala baba que tiene dentro… y lo hace
condenadamente bien, con unos lápices de un John Romita absolutamente
pletórico, como llevábamos mucho tiempo sin verle. ¡Una auténtica apuesta
segura!
2 comentarios:
Dejamelo!!!!!!!!
Porfa!!!!!!!
Es de Rober, Txema, no es de los míos. Sorry!
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