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martes, 9 de abril de 2013

AMERICAN HORROR STORY: ASYLUM





               Hoy toca hablar de series en el Iconocronos, de la única serie a decir verdad que, a día de hoy, lleva el miedo a la pequeña pantalla (al menos que yo conozca). Y es que ya ha acabado la segunda temporada de American Horror Story, esta vez con el identificador Asylum, para que nos demos cuenta de que no es simplemente una segunda parte o continuación de la historia que ya habíamos visto en la primera temporada. American Horror Story: Asylum es una historia completamente nueva que no desmerece lo más mínimo a una primera que ya era genial.
                Esta vez, los creadores Ryan Murphy y Brad Farchulk, nos traen una historia ambientada a finales de los años 60, en un manicomio perteneciente a la Iglesia Católica, Briarcliff, dirigido por una monja de carácter duro, la Hermana Jude. American Horror Story: Asylum se aleja de la historia de la temporada original, aquella más clásica en el cine de terror en la que una familia se traslada a una casa encantada, y esta vez, nos habla de un manicomio repleto de horrores de todo tipo, mezclando en la historia posesiones demoniacas y extraterrestres. Y sin embargo, el auténtico horror de American Horror Story: Asylum no recae en estas presencias sobrenaturales, y es que los guionistas de la seria han sabido construir una trama donde lo terrible, lo grotesco y lo inquietante es casi siempre lo humano. Sí, hay monstruos en Briarcliff, hay un aspecto sobrenatural en la historia, como he comentado antes, incluso los extraterrestres hacen de las suyas. Pero el trasfondo de asesinatos, de locura, de perversiones, de experimentos, es puramente humano.



                Llegamos a Briarcliff de la mano de dos personajes que se convertirán en los “casi” protagonistas de la historia. Por un lado, tenemos a Kit Walker (Evan Peters), un joven cuya esposa Alma ha desaparecido y se le acusa de ser un terrible asesino de mujeres, llamado Cara Sangrienta. Por otro lado, tenemos a Lana Winters (Sarah Paulson), periodista lesbiana obsesionada con dar un salto al a fama, y que cree que una entrevista con Cara Sangrienta puede ser su trampolín… sin contar con que la Hermana Jude, directora del centro, puede ser bastante rencorosa, por lo que Lana termina ingresada de manera forzosa en Briarcliff para someterse a terapia por su homosexualidad. Y así, a través de Lana y Kit accedemos a los internos y trabajadores de Briarcliff, que irán componiendo una historia de horror y suspense que engancha desde los primeros tres minutos de serie. Así conocemos al Doctor Oliver Thredson (Zachary Quinto), psiquiatra; al Arzobispo Timothy Howard (Joseph Fiennes), responsable de Briarcliff; la Hermana Mary Eunice (Lily Rabe), segunda al mando de la institución; o los internos Grace (acusada de asesinato), Pepper (una enferma de microcefalia) o Shelley la Ninfómana.



                Para dar voz y rostro a estos personajes, American Horror Story: Asylum ha contado con auténtico reparto de lujo, con algunos de los actores que encarnaron ya papeles en la primera temporada en nuevos personajes. Zachary Quinto, con un papel secundario en la primera temporada, salta aquí al papel protagonista encarnando a Oliver Thredson, un psiquiatra de avanzados métodos, se reafirma como uno de los actores más inquietantes del panorama televisivo; a Evan Peters, el injustamente encerrado Kit Walker, le toca hacer de bueno tras su papel de fantasma asesino en la temporada anterior; Dylan McDermott aparece en varios episodios con un personaje cuyo nombre es spoiler y no voy a decir, pero que le aleja bastante de su papel de psicólogo en la anterior temporada. Y por encima de todos, está Jessica Lange, una Hermana Jude en estado de gracia. A ellos se unen incorporaciones del calibre de Joseph Fiennes, Chloë Sevigny o la alemana Franka Potente, que tiene uno de los papeles más llamativos de la serie, el de Anna Frank. Sí. Esa Anna Frank.
                American Horror Story: Asylum es una historia perfectamente construida y narrada, magistral en argumento y desarrollo. ¿Qué no da explicaciones a todo lo que ocurre? Pues sí. No las da… ni falta que hace. ¡¡NO SÉ QUE HACÉIS QUE NO LA ESTÁIS VIENDO AHORA MISMO!!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues el otro día un amigo con el que suelo coincidir bastante en gustos me habló pestes sobre esta serie, pero luego Txema y tú hablaís tan bien de ella que ya me hacéis dudar... por qué me hacéis esto?! que yo soy un tio muy inseguro!

Tomás Sendarrubias dijo...

Haznos caso a Txema y a mi, Natán. ¡A verla!