Se me han pasado los días, y no me había dado
cuenta de que hace ya un par de semanas que terminé de ver la primera temporada
de Arrow… ¡y aún no lo había
comentado por aquí!
Como seguro que todos
sabéis, Arrow ha sido la adaptación a
la pequeña pantalla del personaje de Oliver Queen, más conocido como Green
Arrow o Flecha Verde, dependiendo de lo internacionales que nos pongamos.
Después del éxito de Smallville, era cuestión de tiempo que algún otro héroe de
DC se acercara a la televisión más allá de los proyectos de animación, y este
ha sido el resultado.
Greg Berlanti, el todoterreno
Marc Guggenheim, y Andrew Kreisberg han sido los encargados de crear esta nueva
encarnación de Oliver Queen, más joven de lo que estamos acostumbrado a ver en
los cómics, y que curiosamente, ha influido lo suficiente en estos como para que
esta sea la nueva imagen “canónica” de Oliver en el nuDC. Y para encarnarlo, el
elegido ha sido Stephen Amell, un actor de físico potente con una larga carrera
con diversas apariciones en muchas series, y que ha colaborado incluso en el
videojuego Injustice, donde ha puesto
la voz a Green Arrow. Y la verdad es que
más allá de lo espectacular o impactante que pueda resultar físicamente,
Stephen Amell no llega mucho más allá, y hace un Oliver Queen bastante
inexpresivo, como si se quedara a medias con el personaje, quizá más cercano a
una especie de Bruce Wayne que a lo que en los cómics es Oliver Queen.
La serie se mueve en
dos tiempos, contándonos episodio a episodio cómo Oliver Queen regresa a
Starling City (nuevo nombre para la Star City de los cómics) después de cinco
años de considerársele muerto, desaparecido en una isla, para compaginar su
vida como rico heredero de Queen Consolidated, y también como inminente
luchador contra el crimen que parece corromper Starling City desde dentro,
utilizando como base un diario que su difunto padre llevaba para saber quien
había “traicionado” a la ciudad. Y por otro lado, también se nos cuenta la
estancia de Oliver en la isla, su transformación de niño rico en especialista
del tiro con arco y atleta de alto nivel a lo bestia.
Y realmente, la serie
no pasa mucho más allá de entretenida en sus mejores momentos, aunque con el
aliciente de ver cómo van apareciendo otros personajes comiqueros, algunos como
La Cazadora extraídos del entorno de Batman, y otros más propios del mundo del
arquero, como su enemigo, Merlyn, encarnado por John Barrowman (el protagonista
de Torchwood); una Dinah Laurel Lance que poco tiene que ver con Canario Negro,
Manu Bennett (Cricso en Espartaco) como un Deathstroke aún con sus dos ojos;
Colton Hayne como Roy Harper (aún sin arco y sin hacerse llamar Speedy), y
otros, como el Conde Vértigo, Shado o Deadshot.
En fin, entretenida,
pero nada del otro mundo, conozcas previamente a Oliver Queen o no.
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