Hoy presentamos:
Regreso al Templo de la Serpiente.
Después de luchar en las calles
de Puertolibre con varios orcos y descubrir que el niño al que estaban
asaltando estas criaturas era un hombre serpiente metamorfoseado que trataba de
hacerse con el libro que habían obtenido del refugio de Milos en La Luna del
Marqués, Hank, Tharkas, Eärwen y Alexiel decidieron esperar al día siguiente
para visitar el viejo templo del Dios Serpiente bajo la casa tapiada,
dirigiéndose así a su posada. En el camino, Tharkas afirmó que alguien les
seguía, pero a la hora de la verdad no supieron discernir si eso era así, o era
simple paranoia… para encontrarse con que sus pertenencias habían sido
revueltas y sus habitaciones forzadas en la posada. Consiguieron cambiar de
habitaciones por unas más seguras y las disculpas de una avergonzada posadera,
que jamás había visto algo así, y que afirmaba que todo era culpa del Señor del
Mar, Milton Drac, que con su loco proyecto del Faro había quebrado las arcas de
la ciudad, haciendo que no hubiera guardia que pudiera evitar que los maleantes
deambularan a su placer por la ciudad.
Al
día siguiente y tras recurrir a Egil para que sanara sus heridas, acudieron a
la casa tapiada, que se encontraba vigilada por tres guardias que llevaban un
emblema que los personajes habían visto en el libro de Milton, una V rodeada
por un círculo, símbolo del Consejero Verlaine, encargado por Lord Drac de
investigar el Templo. Tharkas consiguió convencer a Byrne, el encargado de los
guardias, de que acudían de parte de Lord Drac directamente para examinar el
interior del Templo, y así, volvieron a acceder al lugar donde habían liberado
a Lucian y habían derrotado a Milos, descubriendo la conspiración de los
Hombres Serpiente… para encontrarse con que aún había un nido de estas
criaturas bajo Puertolibre. Consiguieron derrotar a una de las sacerdotisas del
Dios Serpiente y a varios Degenerados, recuperando una gran caja que estos se
disponían a llevarse del Templo. Al abrirla, además de varios lingotes de oro,
descubrieron que estaba llena de ladrillos, y al examinarlos, pudieron ver que
en el interior de estos, al partirlos, estaba marcado el Signo Amarillo. Al
darse cuenta de que en el libro de Milos había varios puntos marcados con
flechas en el diagrama del Faro de Drac, se dieron cuenta de que probablemente
los ladrillos formaran parte de algún tipo de ritual en el que el faro estaba
implicado.
Descubriendo
una dirección en la caja (se dirigía de unas bodegas a La Avenida de las Olas
100), los personajes salieron de la caverna por la salida de los Hombres
Serpiente, en una barca que les dejó en una cala cercana, arrojando el
cargamento de ladrillos al mar y dirigiéndose a la dirección, descubriendo que
la Avenida de las Olas 100 era la residencia del consejero Verlaine. Los
personajes intentaron conseguir entrar en la casa, pero el Consejero Verlaine había
extendido una orden de detención contra ellos por haber “desaparecido” en el
interior de la Casa Tapiada. En un ataque de orgullo, y negándose a acudir
detenidos ante el Consejero, los personajes iniciaron un conflicto con los
guardias de la ciudad, que les llevó a acabar con la vida de siete de estos y
obligarles a retirarse junto a su líder, Lloyd, al interior de la mansión de
Verlaine, ante la aventajada posición de Alexiel, que había conseguido convertirse en una gran amenaza para los hombres del Consejero. Temerosos de haberse puesto a toda la ciudad en contra, Tharkas
convenció a los demás de acudir a la gruta a través de la entrada de los
hombres serpiente y salir de allí afirmando haberse enfrentado a los Hombres
Serpiente, diciendo que habían sido estos, haciéndose pasar por ellos, los
causantes de la matanza de los hombres de Verlaine.
Byrne,
el guardia de Verlaine, aunque a regañadientes aceptó la explicación de estos,
conduciéndoles a las Cortes, ante la presencia del Consejero…
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