Dentro del mundo del
cómic actual hay escritores peores, mejores, y luego… luego está Peter David. Que
evidentemente no tiene la publicidad o la importancia editorial que tienen
Bendis, Hickman, Johns, Millar o Morrison para las editoriales americanas, pero
que sin duda, en sus trabajos, les da sopas con honda a todos ellos. David no
se prodiga mucho últimamente, los años pesan y su salud no es buena, así que
permanece centrado en su rinconcito en X-Factor, donde ha desarrollado un
trabajo más allá de la excelencia en los últimos años, pasando con éxito por
docenas de cambios en el panorama mutante, adaptándose, mejorando, consiguiendo
incluso que sus números de X-Factor fueran lo más reseñable de un crossover en
el que estaban completamente apartados, Invasión Secreta… Y siguiendo la línea
marcada por él mismo, ha llegado a las librerías el quinto tomo de X-Factor
publicado por Panini, y lo hace además a uno de esos precios estupendos que se
está marcando últimamente la editorial, con 192 páginas a 13.95 euros.
Con Puntos de Ruptura, título que recibe el
tomo en España, Panini continúa acercando X-Factor al resto de colecciones de
mutantes, de las que anda bastante descolgada, encontrándonos finalmente en
este número con las consecuencias de Vengadores vs Patrulla-X, consecuencias
que ya habíamos podido ver en Imposibles
Vengadores, por ejemplo, donde ya hemos visto a Kaos. En los números
reunidos en Puntos de Ruptura,
encontramos la reorganización de X-Factor para hacer frente a su integración en
Marvel Now, donde el grupo debía integrarse continuando bajo la batuta de Peter
David… pero posteriormente, se ha recibido la noticia de la cancelación de la
serie, después de que Peter David sufriera un empeoramiento de su estado de
salud, del que se recupera correctamente al parecer, por suerte para
todos. Así que, cada uno de los tomos
que nos quedan de X-Factor, habrá que disfrutarlo sabiendo que se acerca el
final de la serie.
En este tomo, David
reestructura por completo el equipo, aprovechando la coyuntura para cerrar
tramas y abrir nuevos horizontes. Así, encontramos a Rahne, Rictor y Estrella
Rota buscando al hijo perdido de Rahne y Hrimhari; a Guido sin alma por fin
tratar de iniciar una relación con M; a Polaris y Kaos tratando de
reencontrarse a sí mismos y como pareja; a Syrin enfrentándose a una verdadera
Banshee, y todos los personajes en general implicándose más y más en lo que
parece que va a ser una guerra infernal en toda regla (que espero lleguemos a
ver con la cuestión del cierre de la colección). Y lo hace apoyado por los
estupendos dibujos de Leonard Kirk, lo que hace el tomo aún más interesante.
Genial el guion,
genial el dibujo, genial el formato…
Una gozada de cómic.
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