“Y fueron felices, y
comieron perdices”. Este es el final oficial de la mayoría de los cuentos,
pero, ¿qué pasa cuando los cuentos no son exactamente tal y como siempre los
hemos escuchado. Que el final cambia, y a veces, hasta se continúa, como pasó
con la primera temporada de ese cuento llevado a la pequeña pantalla que es Erase una Vez, el remedo televisivo de
la magnífica Fábulas de Bill
Willingham y Mark Buckingham, que ha concluido ya su segunda temporada (que
acaba de comenzar en Antena 3, todavía estáis a tiempo de pillarla).
Por si alguno se
perdió la primera, resumimos: Erase una
Vez nos cuenta la historia de Emma Swann, una detective que es llevada a un
pueblo de la costa Este de Estados Unidos, Storybrook, cuyos personajes son en
realidad los protagonistas de los cuentos infantiles. La propia Emma resulta
ser la hija desaparecida de Blancanieves y el Príncipe, mientras que la madre
adoptiva del hijo de Emma no es otra que Regina, la Reina Malvada. A lo largo de
la primera temporada de la serie, Emma y Henry trataban de deshacer el hechizo
de la Reina Malvada que ha hecho que los personajes de los cuentos olviden sus
verdaderas personalidades.
En esta segunda
temporada, nos encontramos con que los personajes de Storybrook ya recuerdan
quienes son, después de que desapareciera el encantamiento de Regina y el Señor
Gold (Rumpelstinski) consiguiera hacer que la magia regresara a Storybrook.
Pero por supuesto, este no es el final de la historia. Emma y Mary Margaret
(Blancanieves) se ven arrastradas al Bosque Mágico, donde se encuentran con
otros personajes, como la Bella Durmiente, el Príncipe Felipe o Mulán; Gould se
lanza a la búsqueda de su hijo desaparecido, Baelfire, que resulta tener más en
común con Emma y Henry de lo que estos esperaban; y hacen su aparición nuevos
enemigos y nuevos mundos que comienzan a relacionarse con Storybrook. Así,
hacen su aparición el Doctor Frankenstein, la Reina de Corazones o el Capitán
Garfío, relacionados de una forma o de otra con el resto de los personajes de
Storybrook, añadiendo sus propias historias a las de los personajes que ya
existen. Y además, descubrimos que Storybrook no es tan secreto como se piensa,
y hay intereses exteriores en la ciudad y la magia…
La segunda temporada
de Erase una Vez continúa con el
espíritu y formato de la primera, intercalando los acontecimientos de
Storybrook con partes de la historia de los personajes, aunque el protagonismo
se descarga del personaje de Emma Swann, que había concentrado toda la primera
temporada, y se convierte en un reparto coral donde además de los ya
previsibles avances en cuanto a importancia de Blancanieves, el Príncipe, la Reina
Malvada y Henry, destaca a todos los niveles Rumpelstinski, interpretado por Robert Carlyle, actor con una notoria carrera
en cine y televisión.
Si es evidente que
para los lectores de Fábulas, esta
serie parece saber a poco, lo cierto es que más allá de estas comparaciones, Erase una Vez es una serie muy
entretenida, y en esta segunda temporada incluso mejor, más desarrollada, más
épica y más intensa que en su primera
temporada.
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