La presentación de
Nefer-Meri-Isis como nueva Senadora y chiquilla de Marco Emilio Escauro, el
Príncipe del Senado, provocó fuertes reacciones entre los Senadores, que se
negaban a aceptar a una egipcia dentro del Senado Eterno. Los gritos y
acusaciones contra Camila, el Triunviro Lisandro y Escauro hicieron que Livia,
la esclava de Camila se enfureciera, aunque Ashai falló a la hora de manipular
los sentimientos de esta para hacer que sembrara el caos en el Senado. Camila
finalmente terció apoyando a Escauro, que había presentado la documentación
necesaria para certificar la ciudadanía romana de los padres de
Nefer-Meri-Isis, y por lo tanto, la convertían a ella también en ciudadana
romana. Hubo murmullos de falsificación, muchos instigados por los propios
personajes, pero Cecilia Albina, la Censor Toreador, había dado el visto bueno
a la documentación. Sin embargo, Ashai mantuvo que era mentira, Nefer-Meri-Isis
procedía del Templo de Tebas, donde no eran aceptados los extranjeros. Cecilia
aseguró que Ashai no mentía, pero hablaba desde el desconocimiento, pues no
conocía la verdad sobre Nefer-Meri-Isis que, finalmente con el beneplácito de
Camila, pudo ocupar su lugar en el Senado Eterno.
El Imperio Romano. |
Con Nefer-Meri-Isis
sentada junto a Escauro, en el puesto que había ocupado tiempo atrás Fabia
Naevia, pudo comenzar la sesión senatorial. Escauro, Príncipe del Senado, como
implicado, tuvo que dejar atrás su preminencia en la sala, actuando Cecilia
Albina como primera senadora, manejando los turnos entre los contendientes
dialécticos de esa noche. Escauro planteó lo ocurrido, cómo llevado por la angustia
de la desaparición de su Chiquilla, Fabia Naevia, torturó y aprisionó a la
familia del Senador Salvio Galerio Tïbulo, de lo que se declaraba culpable,
pero aun así, acusaba a Tíbulo, Pértinax, Licas, Ashai y Gálico de demagogia y
de incitar tumultos en las calles de Roma. Elegido como abogado y portavoz por
sus compañeros, Licas el Ateniense discutió ante el Senado Eterno las acusaciones
de Escauro, con gran habilidad, consiguiendo finalmente decantar a su favor la
opinión del Senado Eterno, con un gran triunfo en su discurso, que sería
considerado como uno de los mejores realizados nunca en el Senado Eterno.
Escauro sería obligado a pagar a Tíbulo una compensación por las acciones
contra su familia, Pértinax y Tíbulo responderían ante Escauro de los daños
causados a sus propiedades por las revueltas, Gálico y Licas recibirían diez
latigazos, y Ashai, veinte; todo ello penas leves comparadas con que cualquiera
de ellos podría haber acabado ejecutado en la Roca Tarpeya. Pero las
tribulaciones de los personajes no acabarían ahí, pues Cecilia Albina había recibido
un testimonio excepcional, el del propio flamen
dialis, el Sumo Sacerdote de Júpiter Capitolino, que había recibido una
serie de augurios nefastos sobre los personajes. Cayo Mario trató de interrogar
al flamen dialis, que afirmaba que
había terribles augurios sobre la presencia de los personajes en Roma, y su
discurso fue tal que la propia Tryphosa dudó en público de sus palabras y de
sus profecías sobre los personajes.
Un papiro como este esconde el Libro del Laberinto... |
Nefer-Meri-Isis
aprovechó ese momento para hacer público el tráfico de vino “modificado” que
Ashai estaba llevando a cabo en Roma, con sangre sobre la que realizaba
rituales para convertirlo en adictivo. Aquello horrorizó a los Senadores, más
aún cuando el propio Beshter certificó que sobre el vino se había realizado
algún tipo de hechicería. Ashai trató de defenderse, pero la acusación de
Nefer-Meri-Isis fue tan fundada que Camila no dudó en enviar a Ashai a prisión,
aunque la Príncipe decidió posponer su decisión sobre la fortuna que correrían
los personajes, según las profecías del flamen
dialis.
Disuelta la reunión
del Senado, Pértinax se apresuró a acudir en busca del Libro del Laberinto, que
Ashai había escondido en el Templo de Isis, de donde finalmente lo recuperó el
Lasombra, antes de dirigirse con sus compañeros a la prisión, dispuesto a sacar
de allí al Setita. Cuando llegaron, se encontraron con que Cayo Mario ya le
había liberado, y el Consul Lasombra les aconsejaba abandonar Roma
voluntariamente, presentando una carta en la que, para evitar ser dañinos a
Roma, la abandonaban para expiar sus pecados ante Jupiter. Eso evitaría que el
Senado pudiera lanzar una caza contra ellos, o expropiar sus propiedades. Mientras Ashai acudía al Templo de Isis y
mataba al sacerdote Árbaces, haciéndose pasar por él para atrapar a
Nefer-Meri-Isis; Pértinax acudía a Sub-Roma para dejar nota a La Loba de los
motivos por los que abandonaban Roma y solicitaba su ayuda para una serie de
asuntos cuando ellos dejaran la ciudad (la destrucción de sus propiedades y el
rescate de los niños de Fabia Naevia, que ahora guardaba Tíbulo); Tíbulo se
aseguraba la protección de sus protegidos; Licas se reunía con sus contactos
para que un incendio en la Suburra cubriera su desaparición la noche siguiente;
y Gálico pactaba con Simón el Judío, el Capadocio de Ostia la entrega de un
barco que les llevara a Egipto.
Y en un barco como este, viajarán hasta Britania... |
A la noche siguiente,
y con Nefer-Meri-Isis como prisionera, los cinco partían del puerto de Ostia,
supuestamente en dirección a Egipto, pero realmente decididos a dirigirse a
Britania, donde el libro de Astiánax situaba uno de los Cinco Objetos, la
Campana. Con el Libro del Laberinto en sus manos, y el Puño del Faraón Negro en
las de Kemintiri, la carrera por el futuro había comenzado…
No hay comentarios:
Publicar un comentario