¡Libros para Reyes!
¿Hay mejor noticia? Muy pocas, seguro. Quizá sea por esa manía que tengo de
pensar que cada libro es una puerta mágica a un mundo que puede ser de lo más
interesante… o una auténtica castaña, claro, eso depende de la cantidad de
magia que se haya puesto en él. Los días cercanos a Reyes me ponen siempre en
una extraña tesitura, la de tener que elegir por dónde empezar, o cómo componer
la lista de libros a leer, en qué orden… Y más teniendo en lista un número
considerable de lecturas pendientes…
El caso es que por
azar o destino, el elegido para comenzar, ha sido La Fortaleza, de F. Paul Wilson. Curiosamente, y quizá por uno de
esos casos de sincronía que se dan de vez en cuando, La Fortaleza transcurre
durante la II Guerra Mundial, donde se desarrolla también la película La Ladrona de Libros (vista en estos
días) y con gran peso en los módulos iniciales de Dreamraiders (que ya habréis visto por aquí). El precepto es muy
chulo: “Solicito traslado. Algo está matando a mis hombres”.
El emisario de tan
inquietante mensaje no es otro que el Capitán Woermann, militar de la Wehrmacht
al que se encomienda la vigilancia de un lugar de vital desarrollo para las
comunicaciones del III Reich en la recientemente aliada Rumanía: el nudo
ferroviario de Ploiesti. Y para vigilar Ploiesti, los militares deciden
instalarse en una curiosa fortaleza, situada en el paso de Dinu… donde los
militares alemanes despiertan algo, algo que comienza a eliminarlos. La situación
en el Paso de Dinu escapa de las manos de Woermann, que ve como llega al paso
un viejo conocido pero no amigo, el mayor Kaempffer, de las SS, que con sus einsatzkommando pretende solucionar lo
que ocurre en el Paso antes de crear su propio campo de concentración en
Ploiesti. Para terminar de complicar la situación, el único experto en la
fortaleza que existe es Theodor Cuza, un erudito judío enfermo y apartado de la
Universidad de Bucarest por su etnia, que llegará a la Fortaleza para descubrir
sus misterios, acompañado de su hija, Magda. Y mientras, un misterioso
pelirrojo comienza a viajar desde Portugal a Rumanía, para continuar una guerra
más antigua que el propio tiempo.
Como era previsible, La Fortaleza nos trae una revisión del
mito del vampiro, al tiempo que afronta una idea interesante: las discrepancias
entre las propias ramas militares del Reich, la rivalidad entre el mayor
Kaempffer y el que es en mi opinión el personaje más interesante de la novela,
Woermann. Por desgracia, este personaje pronto se ve apartado del protagonismo
de la novela por la llegada de personajes mucho menos interesantes, como son
Magda o el propio Cuza. Tiene sus puntos “curiosos” (la aparición del Al-Aziz,
el Libro de Eibon o los Manustritos Pnakóticos me hizo pensar que en algún
momento el monstruo iba a ser una mezcla entre Drácula y Cthulhu), y desde
luego, se deja leer muy bien, con momentos interesantes… Pero estoy seguro de
que la historia daba más de sí. Perfectamente convencido.
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