Las revelaciones realizadas en Arx Karagoz habían dejado a los Magos con el mundo cambiando a su alrededor a toda prisa. Myrddin se había convertido en el Sha´ir Oculto de los Batini y el Frater Iago del Cáliz Dorado; Detector había descubierto finalmente que Mark Gillan era su hermano espiritual, la otra parte del Grimorio Eterno de Heylel Teomin, que les había transmitido el ritual secreto de la Unción Sagrada... Ahora, se habían unido a sus Psicoguías, y podían controlar la propia Tormenta del Avatar. Y habían descubierto que su papel en la Ascensión podía ser más importante de lo que creían.
Mientras trataban de asumir su nueva situación, Myrddin permitió a sus aliados utilizar los laberintos de Arx Karagoz para meditar y recuperar Quintaesencia. En plena meditación en el laberinto, Balam fue repentinamente arrebatado (o al menos su espíritu lo fue) y se encontró convocado por Sénex al Reino de la Entropía, donde el Archimago dirigía la batalla entre los Eutánatos y Voormas el Segador, que asediaba la fortaleza de piedra negra de los Eutánatos desde su propio reino umbral, la invasiva fortaleza de Helekar, desde la que el Naraka guiaba hordas de espectros y prettas contra los magos de Sénex. Sobre ellos, la Estrella Roja brillaba cegadora. Sénex confesó a Balam que su tiempo se acababa, era imposible que contuvieran a Voormas, y el Fénix le había revelado que había dos caminos, dos posibles futuros. Si Voormas llegaba a la Tierra, esta se corrompería bajo la influencia del Naraka, rompiendo las barreras de la vida y la muerte, una condenación eterna sin más giros en la rueda de las eras. Por otro lado, Sénex podía utilizar el reino de la Entropía para lanzarlo contra la Tierra, aniquilando el mundo y evitando así su conquista por parte de Voormas. Sénex había decidido no causar eutanasia a la existencia, así que serían vencidos por Voormas, que conseguiría así el dominio del Reino de la Entropía. Balam trató de conseguir de Sénex información sobre las Psicoguías, pensando que quizá con ellos, o con la Tormenta del Avatar, podrían derrotar a Voormas, pero el miedo de Sénex era otro. Si en Naraka llegaba a la Tierra, no habría Psicoguías, y la Unión Sagrada no serviría de nada, porque la Ascensión estaría eternamente bloqueada. Además, la Tormenta no frenaría a Voormas, porque era él quien la espoleaba, quien arrojaba los fragmentos de Avatar contra la Celosía...
Balam volvió a Arx Karagoz, pero cuando iba a contarles a sus aliados lo ocurrido, sintió la ruptura de la Celosía. Finalmente, esta había caído, y todos los mundos comenzaban a colapsarse, volcándose unos en otros Intentando encontrar información al respecto, e incapaz de conseguir cobertura en el interior de Arx Karagoz, Sci-Fi salió al exterior para encontrarse con una extraña situación, una niña despertada, un padre fantasmal que intentaba reunirse con su hija y su esposa, una lluvia de sangre y objetos metálicos procedentes de la Umbra Profunda... y una manifestación de la Tormenta del Avatar que dejó malherida a la niña a pesar de que Sci.Fi utilizó su recién adquirido poder sobre la Tormenta para debilitar su poder, regresando al interior de Arx Karagoz. Dentro de la fortaleza, los antiguos miembros de la Cábala de Chinese Red subieron a las cúpulas para observar lo que estaba pasando, y en ese momento, Sci-Fi se dio cuenta de que tenía una llamada perdida de su novia, Kaede. Utilizando Correspondencia, el Adepto localizó a Kaede en San Francisco, cerca de lo que había sido Chinese Red, y envió allí su percepción, descubriendo que la Celosía de San Francisco se había roto. Kaede parecía haber Despertado, y una Mantícora recorría las calles de la ciudad, amenazando la supervivencia de los presentes. Sci-Fi trató de abrir un portal hacia San Francisco, mientras Balam y Myrddin utilizaban su dominio de Mente para averiguar que le pasaba a su compañero. Sabiéndolo, Balam comenzó a convocar a un poderoso espíritu que pudiera hacer frente a la Mantícora, mientras Myrddin recurrió a sus khilwati, teleportándose diréctamente hasta San Francisco, hacia la Mantícora, encontrándose con que había despertares espontáneos aquí y allá. Sci-Fi llegó hasta Kaede, pero recibió una mordedura de la Mantícora antes de poder volver a la seguridad de Arx Karagoz con Kaede. Detector ayudó a Sci-Fi y a Kaede a alcanzar el portal, con tan mala suerte que fue atrapado por la Mantícora, aunque lo liberaría ante el casi mortal ataque de Myrddin, que hizo arder a la criatura. El espíritu convocado por Balam, un Wyrm del Trueno hizo su aparición, atacando a la Mantícora. Eyes arrancó a Detector de los colmillos venenosos de la Mantícora, y la Tormenta del Avatar trató de seguir al Kaede al interior de Arx Karagoz, pero Balam y Sci-Fi consiguieron dispersarla y cerrar el portal antes de que pudiera seguirles. En los últimos momentos, Balam fue testigo de cómo una plaga de Arañas Tejedoras parecían brotar de Telegraph Hill para extenderse por todo San Francisco; pero sería Myrddin, que ordenó a sus khilwati que le llevaran a la Sala de los Espejos de Arx Karagoz (se estaba planteando bautizarla "Sala Thomas Voorhes") quien fuera testigo del auténtico final de aquel conflicto, en el que la Mantícora y el propio Wyrm del Trueno no eran sino actores secundarios. Las arañas no se preparaban para el combate, huían mientras el suelo temblaba y los edificios de la ciudad se derrumbaban unos sobre otros por culpa de un fuerte terremoto. Norna apareció en el horizonte, para ser destrozada por Cataclismo, la criatura a la que las Arañas de Patron llevaban siglos tratando de contener, y que ahora se había liberado. Atónito, Myrddin fue testigo de como, con un rugido, San Francisco se desgajaba del continente, hundiéndose en el mar, con sus millones de habitantes condenados a la destrucción... y pensó en lo que ocurriría cuando las olas provocadas por la destrucción de la ciudad llegaran al otro lado del Pacífico...
En las torres, Eyes trataba de curar a Detector y a Sci-Fi de las heridas recibidas por la Mantícora, mientras asustados por lo ocurrido en la ciudad, Balam intentara localizar mágicamente a Susan, la novia de Detector que también vivía en San Francisco. Serían Myrddin y Mark Gillan quienes les dieran la noticia de la que la ciudad ya no existía. Lo ocurrido con Kaede, los despertares espontáneos y la ruptura de la Celosía parecieron convencer a los Magos, que comenzaron a tratar de difundir el Ritual de la Unción. Con la Tecnocracia controlando directamente a la mayor parte de los gobiernos de la Tierra, los miembros de Arx Karagoz comenzaron una guerra de información y desinformación contra la Tecnocracia, que había iniciado una política de "reubicaciones" (es decir, de campos de concentración) con lo Despertados. Con los Ahl-i-Batin como piedra angular, los Magos de Arx Karagoz realizaron también incursiones en los campos para liberar a los despertados, que comenzaban a ser conocidos como Huérfanos de la Tormenta. Pero la Tecnocracia avanzaba a toda velocidad, y las Tradiciones no parecían estar a la altura, aunque varios mensajes del Consejo Renegado, encabezados por la Esfinge, les dirigieron hacia Australia, donde podrían enfrentarse directamente a la Tecnocracia. Además, continuaron los Despertares, aunque con una notable falta: no había despertados de Patrón Buscador.
Los miembros de Arx Karagoz, escoltados por los Batini de Myrddin, se trasladaron también a Australia, donde participaron en la organización de las tropas Iluminadas. Detector y Sci-Fi descubrieron que Tychoides Kepler, el director de los Ingenieros del Vacío había convocado a todos sus seguidores para dejar el planeta en algún tipo de búsqueda de otro universo. Ambos se volcaron en la protección de unos de los grandes Nodos australianos, mientras sus compañeros se unían a un grupo de ataque que se dirigía a un helipuerto Aurora. Tras dos días de batallas en las que se enfrentaban al General Augustin Aleph, del Mando Ragnarok, Pronto, recibieron la ayuda de las criaturas del desierto de Australia, los dioses-animal del Tiemposueño; y Eyes, Balam y Myrddin descubrieron una inscripción en las rocas detallada con el símbolo de la Esfinge. Eyes entendió que se trataba de codigo binario, así que se la envió a Detector, que la tradujo sin mayor problemas. La Esfinge es emplazaba a salvar a la Tecnocracia, para lo que debían acudir a la Torre Blanca en la Fortaleza de Gobierno, a medianoche, como servidores de Ningún Lugar.
Los Magos de Arx Karagoz, escoltados por un Batini, se trasladaron a Sidney, colándose en uno de los edificios de gobierno, desde donde podrían llegar a la Fortaleza de Gobierno. Sci-Fi fue identificado como un posible terrorista internacional, por lo que fue detenido, aunque consiguió escapar sin problemas para reunirse de nuevo con sus aliados, que esperaban invisibles por obra de Myrddin escondidos en unos lavabos. Cuando se acercaba la medianoche, finalmente se adentraron en los pasillos que, con la caída Celosía, conducían a la Fortaleza de Gobierno. Allí, evitando a los Umbrole de las diferentes tendencias politicas, consiguieron encontrar el pasillo de Utopía, y cruzaron sus puertas, encontrando así la Torre Blanca del Languedoc, hogar de "Control", los líderes de la Tecnocracia. Sin embargo, la Torre estaba abierta, y prácticamente abandonada, salvo por un niño de unos diez años que estaba en la sala de Control, jugando con un cuchillo de obsidiana. El niño era uno de los clones del Director de los Ingenieros, Tychoides Kepler, que estaba allí para explicarles la verdad sobre Control. Hacia mucho tiempo que Control había desaparecido, que la paranoia y el miedo de millones de mentes despertadas, habían condicionado de tal forma el paradigma que donde habían querido líderes invisibles y secretos, los habían tenido. Decenas de cerebros iluminado que "podían formar parte de Control" habían desaparecido con el paso del Siglo XX, de modo que, finalmente, la Tecnocracia sólo había estado dirigida por sus propios miedos y deseos. Tychoides se marchó, informándoles que los Ingenieros del Vacío se marchaban a explorar otro Universo, dejando este a los Magos, avisándoles de que los Merodeadores se estaban preparando para atacar a los supervivientes de la gran batalla entre Tradiciones y Tecnocracia. Además, les dejó un "regalo" de los Ksirafai, el Cuchillo de Ixión, un arma mítica, que podía ser el arma que Caín utilizó contra Abel; y el Viasílicos de Control, con el que podrían transmitir mensajes a todos los Tecnócratas. Sería Sci-Fi quien contactaría con ellos, quien se dirigiría a ellos para pedir la unión, quien trataría de convencerles, dejando en el Viasílicos gran parte de su fuerza de voluntad, para finalmente transmitirles el secreto de la Unión Sagrada. Sería Detector quien terminaría la comunicación, ordenando el fin de la guerra y la preparación conjunta para resistir a los Merodeadores.
Después de sus órdenes, la guerra en Australia se detuvo, comenzaron inicios de conversaciones entre Mando Ragnarok y el Concilio del Nuevo Horizonte... y en ese momento, las pantallas de Control se iluminaron con un mensaje de la Esfinge: "¿Volveréis a confiar en nosotros una vez más?"
Dante, Oráculo de la Correspondencia, hizo su aparición allí, en pleno Control. "Venid conmigo, y traed el Cuchillo de Ixión. Recibiréis todas las respuestas en Horizonte..."
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