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lunes, 14 de febrero de 2011

CENIZAS DE ULTRAMAR (I)

            Y hoy, como nos ha cundido más la tarde, hemos podido avanzar algo más y entrar en otro episodio de la Crónica

            Han pasado seis años desde que Jurgen declarara su intención de extender los dominios de la Cruz Negra más allá del río Elba, aunque ello le llevara a un enfrentamiento directo con el Voivodato de los Tzimisce. Con Kronstadt como centro de operaciones en el Siebenburgen transilvano, tanto los personajes como los enviados de Jurgen a la zona han trabajado duro durante estos años para fortificar la región, preparándose para la guerra abierta que parece inevitable. Pero mientras, y desde el Concilio de Letrán de 1215, han comenzado a sonar de nuevo rumores de Cruzada.
            Y para sorpresa de todos, la Cruzada se organizó más rápido de lo que esperaban, con la alianza entre el propio Papado, las Órdenes Militares (Templarios, Hospitalarios y Teutónicos), y el apoyo del rey Juan de Brienne, actual señor del Reino Latino de Jerusalén (limitado en esta época a una franja de costa y con la capital en la ciudad de San Juan de Acre), el rey Hugo de Chipre y el rey Andras de Hungría. Y sería precisamente la participación de Andras lo que movería a las fuerzas de Jurgen. Corrían rumores de la cercanía de los Aparecidos Vlaszy, ghouls de los Tzimisce entre los hombres de Andras. Aunque Jurgen tenía su propio enviado a la corte húngara, el Barón Heinrich von Achern, solicitó a los jugadores que partieran junto a este en la Quinta Cruzada, que se dirigiría a Egipto una vez que todos los contendientes se reunieran en San Juan de Acre.
            Los personajes se dirigieron hacia Acre, aunque la ciudad, por efecto de un aura de Fe era terreno vedado para los Cainitas, por lo que tuvieron que desembarcar en Haifa y dirigirse por tierra al puesto caravanero que servía de refugio y corte al Príncipe de Acre, el Ravnos Bashirita Etienne de Fauberge, chiquillo de Varsik, uno de los Cainitas más poderosos de Jerusalén, descendiente del propio Bashir. Aún así, Heinrich von Achern se refería a la corte de Etienne como “La Corte de la Inmundicia”. Etienne recibiría a los personajes en su refugio, y a la noche siguiente haría las presentaciones oficiales, donde además de Heinrich von Achern y los personajes, estaría el austriaco Dieter von Karlach, un Ventrue enemigo de von Achern; y para sorpresa de los personajes, dos viejas conocidas suyas: Lady Kara Vlaszy Lupescu, representante de los Vlaszy, y Alexia de Nicosia, que había llegado junto a la comitiva de Hugo de Chipre. Tras las presentaciones, pudieron asistir a una prueba del poder de la fe sobre los Cainitas, cuando un Nosferatu decidió someterse a un Juicio de Dios, al dirigirse hacia la ciudad de Acre. Al acercarse a la urbe, el Nosferatu estalló en llamas.
            Tras algunas semanas de calma, en las que Pier Francesco Orsini conoció a María D´Agostino, una Lasombra genovesa aspirante al trono de Acre, los personajes fueron contactados por Duqaq ibn Jalid, el escriba Toreador de Etienne, que les pidió en nombre de su señor que investigasen la desaparición de un Cainita francés y sus ghouls, que habían desaparecido tras masacrar a una familia de posaderos musulmanes. Siguiendo la pista del francés y encontrando rastros de la masacre, como las manos cortadas de una niña pequeña, encontraron finalmente lo restos del vampiro, convertidos en cenizas, y tuvieron un encuentro con la Bay´t al-Mushakis (Brujah) Hanifa bint-Rashid, líder de una poderosa banda de guerreros que había vengado a la familia de posaderos. Tras un breve parlamento con Hanifa, esta decidió no enfrentarse a los personajes, y les dio un mensaje: su tregua con Acre seguiría vigente mientras Etienne siguiera siendo Príncipe de Acre. Si esa situación cambiaba, la tregua quedaría invalidada…

CONTINUARÁ

1 comentario:

Thanos_Malkav dijo...

Madre mía, que ya me pongo al día...