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lunes, 21 de febrero de 2011

CENIZAS DE ULTRAMAR (II)


Con la Quinta Cruzada estancada en San Juan de Acre, los Cainitas alojados en los dominios del bashirita Etienne de Fauberge comenzaban a aburrirse y el aburrimiento es de las peores cosas a permitir dentro de un ejército. Por ello, Etienne convocó un torneo que entretuviera a los Cainitas. Durante el torneo, y mientras  el Lasombra Pier Francesco conseguía vencer en duelos a primera sangre a la embajadora del voivodato y a su propio patrocinador, sus compañeros fueron sondeados tanto por Aram Hovannes, enviado del líder bashirita Varsik como por la Lasombra María d´Agostino, sobre las posibilidades de recibir su apoyo ante un posible cambio de manos del poder, consiguiendo d´Agostino atraer la atención del Toreador Antoine Henri. Sin embargo, mientras se llevaba a cabo una batalla reglada, el torneo de Etienn se vio inesperado por algo imprevisible: la desaparición del aura de fe que protegía Acre.
            La misma noche siguiente, y favoreciendo los intereses de Heinrich von Achern (y por lo tanto, de Jurgen) los personajes se internaron en la ciudad, consiguiendo un refugio en un antiguo palacete abandonado, y averiguando que Gauthier de Dampierre había estado predicando en la ciudad desde el Monasterio de los Apóstoles. Además, Mihail, infiltrado entre los Vlaszy, que se habían hecho con el control de la Torrre Maldita de la muralla de Acre, descubrió que Kara Lupescu estaba interesada en el paradero de la reliquia que había dado el aura a Acre. Buscando la reliquia, finalmente, los jugadores se dirigieron al Monasterio de los Apóstoles, donde tras hacer frente a la profunda fe que impregnaba el lugar, encontraron a dos caballeros, a los que  tuvieron que hacer frente, matando a uno de ellos y torturando al otro hasta descubrir que la reliquia había sido un fragmento de la Vera Cruz, enterrado en el Altar de San Pablo el Misionero desde los tiempos de los Apóstoles. Pero desconocían el actual paradero de la Cruz, que había sido sacada de allí por Gauthier de Dampierre.
            En las semanas siguientes, la situación de Etienne se fue  complicando, haciendo ya público Aram el desprecio de Varsik por su Chiquillo, y ofreciendo la amistad del poderoso Ravnos a aquel que recuperase la Cruz. De hecho, la situación se hizo tan insostenible que María d´Agostino comenzó a actuar como Príncipe, reuniendo a su alrededor a Alexia de Nicosia, Kara Lupescu y Dieter von Karlach, y tratando de recoger también el apoyo de los personajes, que finalmente decidieron oponerse a ellos. Duqaq, el escriba Toreador de Etienne accedió a decirles a los personajes donde estaba la Cruz a cambio de que usaran toda su influencia para que la Cruzada se dirigiera a Egipto. Aceptaron, y así descubrieron que Gauthier se había dirigido a Athlit, donde los Templarios iban a construir la que sería una de sus fortalezas más importantes. Y hacia allí se encaminaron los personajes, acompañados por unos recién llegados a Acre, Sir Michael de Durham y sus Caballeros de las Cenizas Amargas. Sin embargo, Gauthier y sus hombres consiguieron huir, topándose de frente con la comitiva del rey Andras de Hungría, en la que viajaba también von Achern. Gauthier se puso al servicio del cristiano rey, y el poder de la Vera Cruz hizo que von Achern revelara su auténtica condición, siendo destruido por el propio Gauthier. Los personajes, sabiendo que la Cruz estaba ya fuera de su alcance, volvieron a Acre, aunque Michael de Durham se comprometió a intentar aún conseguir la Cruz para la orden de las Cenizas Amargas, quedando en deuda con los personajes.
            A su regreso, Etienne se reunió con ellos, sabedor de que Aram pretendía derrocarle, dispuesto a realizar un juramento de fidelidad a Jurgen para que este le apoyara como Príncipe de Acre, descubriéndose además que el escriba de Etienne no era un Toreador, sino un Setita, aunque eso el Príncipe ya lo había descubierto. Los personajes aceptaron, y lo que Aram Hovannes había preparado como destitución de Etienne, se convirtió en la reafirmación de Etienne, que rindió vasallaje a los personajes como representantes de Jurgen von Verden. Tras ciertas tensiones, los antiguos apoyos de María d´Agostino, así como la propia Lasombra, aceptaron el dominio de Etienne, y a través de él, el de Jurgen y la Cruz Negra. Los barcos frisios llegaron poco después, y la Quinta Cruzada finalmente se dirigió a Egipto… pero los jugadores decidieron que su implicación en ella había terminado.

4 comentarios:

Thanos_Malkav dijo...

¡Al día! Ahora a escribir mi trasfondo :)

Tomás Sendarrubias dijo...

¡¡¡Vaya tute que te has dado a leer, macho!!! Por lo menos, parece que te ha resultado interesante. ¡¡Serás bienvenido!!

Esvestrof dijo...

Mae mia las vueltas que da la vida..... no me puedo creer con quien he acabado de aliado en esta partida, estoi por tirar la ficha de Sidgurd que no sea que m ataque por la noche por traidor XD

P.D. he comenzado con el dibujo pero no prometo nada que estoi muyyyyyyyyyyyy desentrenado.

Tomás Sendarrubias dijo...

Quien te ha visto y quien te ve... la otra vez apoyando a Rustovitch, y ahora, portando la Cruz Negra...

Esto es inaudito... JE, je ,je.