Hace una semana y pico escribí un post sobre la situación en los países árabes, y a día de hoy, aprovechando un ratito, voy a aprovechar para poner al día este tema, que ha seguido evolucionando, como era de esperar.
Egipto y Túnez parecen haberse asentado tras el abandono de Mubarak y Ben Ali (que por cierto, está en coma en Arabia Saudí), pero la revolución se ha extendido, también como era previsible a otros lugares, como Marruecos, Bahrein, Yemen y Libia. ¿Qué ocurre y qué puede ocurrir?
El caso marroquí es quizá el que nos toca más de cerca, debido a su cercanía, y de hecho, ayer hubo algunas manifestaciones en Madrid y Barcelona en apoyo de la revolución que, aclaremos, no se hace contra el rey Mohammed VI, sino contra su primer ministro Abbas al-Fassi. Desde la organización 20 de Febrero, que intenta coordinar este movimiento de oposición se ha intentado mantener el control sobre los manifestantes para evitar las acusaciones de violencia que el gobierno lleva vertiendo sobre ellos desde antes incluso de que se convocasen las manifestaciones, pero fue inútil. Jóvenes procedentes de las regiones agrarias provocaron disturbios en varias ciudades, como Alhucemas, Marraquech o Larache. Quizá la revuelta marroquí sea la más imprevisible, la que no se puede predecir por dónde puede dirigir su camino, pues falta por tener en cuenta un factor. ¿Cómo afectará esta situación interna a la política marroquí con el pueblo saharaui?
En Yemen, ha habido manifestaciones en la capital Saná y en la portuaria el-Adén, con diferentes resultados. En el-Adén la policía tuvo que intervenir para frenar a los manifestantes (con un chico de 17 años muerto como resultado de este encontronazo). En Saná, los manifestantes fueron atacados por los partidarios de Alí Abdulah Saleh. Pero es que el conflicto yemení tiene un trasfondo mucho más complicado de lo que parece a primera vista, ya que tras este juego en apariencia sencillo de oposición o apoyo a Saleh, hay un complejo tapiz de relaciones tribales que se extienden a los tiempos previos a la aparición del propio Islam. Si la revolución continúa en Yemen, es el país que más papeletas tiene para encontrarse con una guerra civil con todas las de la ley…
Algo que también amenaza Bahrein. Este pequeño país del Golfo Pérsico tiene un simulacro de parlamento al que los manifestantes quieren dotar de más poder, pero hay, de nuevo, un trasfondo que complica la situación de Bahrein, y es que hay un componente religioso en la revuelta que no han tenido Túnez ni Egipto (por mucho que Irán y al-Qaeda ahora traten de decir que estas revueltas son un triunfo del Islam… mientras Irán trata de impedir que sus propios demócratas se alcen), y es que Bahrein es un país de mayoría chií bajo un gobierno de marcado carácter sunni (por si alguien no sabe la diferencia entre chiítas y sunnitas, otro día las explicaré, a día de hoy sólo decir que son dos formas completamente diferentes de entender el Islam). La revuelta de Bahrein trata de democratizar su monarquía, pero probablemente también de eliminar diferencias en las capas altas del gobierno entre sunníes y chiíes, situación contra la que es posible que Arabia Saudí (país sunní donde los haya), esté presionando, poniendo al gobierno bahreiní en una situación de lo más incómoda. Por cierto, aunque Siria parece no haber comenzado todavía a vivir este proceso revolucionario, viviría una situación contraría a la de Bahrein, una mayoría sunní gobernada por una élite chií.
Y bueno, ya sólo me queda hablar de Libia, donde los muertos se agolpan en las morgues de los hospitales por obra y gracia de ese dictador/fantoche/terrorista que es Muammar el-Gadafi, el tirano populista que lleva 42 años gobernando su país con una mezcla de islamismo/sociocomunismo/falsa democracia que trató de inspirar en esa maraña caótica que es su Libro Verde. En Libia, la lucha sí es contra la dictadura, y es una lucha que, como el propio dictador avisó, se está combatiendo con metralletas contra gente desarmada, hasta el punto de que los propios cortejos fúnebres de los muertos están siendo atacados por francotiradores….
Sí, señores, así está el mundo hoy. Y si quieren saber más, hoy Robert Fisk tiene un interesantísimo artículo en El Público sobre la relación (o no relación más bien) entre los movimientos populares árabes y el islamismo.
Seguiremos informando.
2 comentarios:
Vale, este SÍ que me ha encantado. Es imposible sacar cosas en claro de la vorágine de información que recibimos de la televisión, internet, prensa... Menos mal que estás tú para, al menos en mi caso, aclararlo.
Es que muchas cosas no las cuentan... soy como wikileaks... :P Nah, lo que pasa que muchas cosas se dan por sabidas o intrascendentes, y no se comentan "para la gente de la calle".
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