En
su escape del ataque a Puertoescarcha, Fusk y Percy, junto a los Hombres del
Hierro que huían, liderados por Asha Greyjoy, fueron perseguidos por varios
barcos de la Flota del Rejo, que les atacaron con catapultas y escorpiones,
hasta que los Hombres del Hierro consiguieron reorganizarse y devolver los
ataques, distanciándose finalmente de los hombres del Dominio, que regresaron a
Puertoescarcha. Asha Greyjoy ordenó el recuento de daños, mientras los
barcoluengos enfilaban rumbo sur, hacia las Islas del Hierro. Fusk se reunió en
privado con Asha para hablar de sus planes, y finalmente, terminó seduciéndola.
Mientras
tanto, Más Allá del Muro, el grupo formado por Oweyn, Uther, Theon y Ioana
llegaban a los límites de Thenn. Ante ellos, se abrían las Tierras del Eterno
Invierno, una gran superficie helada, un páramo en el que sólo destacaba una
cadena de montañas, muy lejos en el Norte. Uther reconoció las montañas, pues
las había visto en sus sueños. Más allá de esas montañas se encontraban los
poblados de los Primeros Hombres, y el valle en el que Azor Ahai había
derrotado al Otro. Ioana les conducía inexorablemente hacia el Norte, hacia las
montañas, y Oweyn se dio cuenta de que caminaban sobre los restos congelados de
centenares de esqueletos, los hombres que habían muerto en las batalla entre
los Primeros Hombres y Discordia. Pronto se darían cuenta de Ioana no les
dirigía hacia la nada, sino que había algo en su horizonte, un punto gris hacia
el que se dirigían en el inmenso páramo helado. Cuando llegaron, se trataba de
una estela de piedra clavada en el suelo y el hielo, cuyas runas se habían
borrado por el paso del tiempo y los elementos. De la estela de piedra colgaba
un cuerno tallado con runas que parecían calentarse al tacto, y Ioana musitó
que se encontraban en la Tierra de las Leyendas, donde los cuentos se hacían
realidad. Oweyn se decidió finalmente y tocó el cuerno, y de pronto, todo el
Norte se volvió hacia ellos, como si la propia nieve y el frío les prestaran
atención. Pronto, nueve extrañas siluetas se acercaban a ellos, nueve hombres,
cinco de ellos envueltos en las capas de la Guardia de la Noche, con los ojos
azules y las manos negras, que sostenían lanzas y cabalgaban sobre alces. Uno
de ellos se plantó ante Oweyn, Uther, Theon y Ioana; “Somos la Cacería Salvaje,
nos habéis convocado”. El grupo supo que la Cacería Salvaje deambulaba por el
Norte, condenados a ser testigos de la lucha entre la Luz y la Oscuridad. En
portavoz de la Cacería les contó que mucho tiempo atrás, Discordia había muerto
en manos del Campeón de la Luz, y donde había caído, se habían alzado montañas
a su alrededor, cerrando su tumba, y apareciendo la Puerta, que se abriría sólo
dos veces, una para permitir pasar a Discordia cuando volviera, otra para que
entrara la Sangre de Eld. Pero nada podía herir a Discordia, nada de este
mundo, sólo la espada de la luz, que se había perdido mucho tiempo atrás en el
Sur. Pero aquella era la tierra de las Leyendas, y al este existía un Gran Oso
Blanco, que recibía el nombre de Iorek. Iorek no pertenecía a ese mundo, y su
sangre, podía herir a Discordia. Antes de desaparecer en la blancura, el
portavoz reveló su rostro muerto, el de Benjen Stark, y les dijo “Él no quería
ser Discordia. Estaba muerto y fue reclamado”. El grupo se dirigió al Este, en
busca de Iorek.
En
la Vieja Valyria, Rhoynar e Ikurei eran presentados ante Ser Barristan Selmy,
Mano de la Reina. Para sorpresa de Rhoynar, Ser Barristan conocía su historia,
la relación entre su padre, Aerys Targaryen, y la dama dorniense Nymeria
Estrellaoscura, y como había sido entregado a la Ciudadela para ser educado, y
luego escondido de los señores que se habían alzado contra Aerys en la lucha
que había llevado a Robert Baratheon al Trono de Hierro. Rhoynar había llegado
a la Vieja Valyria en un momento duro, pues el cerco de Yunka´i y Astapor se
estaba cerrando sobre Meereen, y la llegada de los marineros de Volantis podía
ser el golpe definitivo al reino que Daenerys había establecido en Meereen,
aboliendo la esclavitud. Los hombres de Selmy, la Compañía Perdida, buscaban
viejas armas en Valyria. Esperaban encontrar a Dueña de la Luz, la espada de
Azor Ahai, pero Selmy temía que cualquier objeto de valor hubiera sido
expoliado, pues sabía que los Hombres del Hierro habían saqueado la región unas
semanas atrás. Rhoynar le habló a Selmy del mal que se alzaba Más Allá del
Muro, y este afirmó que no habría paz en Poniente hasta que Daenerys Targaryen,
legítima reina, ocupara el Trono de Hierro. Los hombres de la Compañía Perdida
estarían aún tres días en Valyria, antes de volver a Meereen, y Rhoynar tendría
permiso para moverse por la isla como considerara adecuado. Rhoynar no tardó en
lanzarse a explorar las ruinas de la Vieja Valyria, encontrando un extraño
templo pendiendo sobre un precipicio, con un gigantesco dragón tallado en
obsidiana. El antiguo maestre descubrió un mecanismo en el dragón, y consiguió
activarlo, revelando un acceso secreto a un subterráneo. Rhoynar descendió,
hiriéndose al perder el asidero en el descenso, pero consiguió evitar las
trampas que había en el fondo, para descubrir, al final del pasillo, un
depósito de antiguo Fuego Valyrio. Satisfecho por su descubrimiento, Rhoynar
salió al exterior, encontrándose con que Valyria estaba envuelta en la niebla
procedente del mar… y se dio cuenta de que estaba rodeado justo antes de ser
brutalmente noqueado por un marinero tatuado.
Mientras,
la noticia del ataque de los Bolton y los Lannister a Puertoescarcha llegaba a
Torreblanca, donde Erwyn se encontraba con los salvajes de Olegu e Ygritte. Un
soldado de la guarnición de Corona de Hielo llegaba a Torreblanca, informando
de lo ocurrido en el dominio de los Aesirk. De inmediato, Erwyn pidió ayuda a
Olegu, que debía reunirse con Mance Rayder en la Torre de la Reina, en el Agasajo,
mientras él tomaba un caballo y se dirigía hacia Corona de Hielo, dispuesto a
averiguar lo ocurrido, y a liberar a Robb Stark. Sin embargo, antes de llegar a
Puertoescarcha, Erwyn encontró rastros de una gran comitiva que se alejaba de
la ciudad. Corrió tras esa caravana, y la alcanzó dos días después, viendo los
restos de un ejército que enarbolaba las banderas de casas procedentes del
Dominio, de los Ríos y de la Roca, todos ellos dirigidos por el Hombre
Desollado de los Bolton. Aprovechando un momento de descuido de uno de los
mercenarios, lo atrapó y lo interrogó. Roose Bolton había sido nombrado
Guardián del Norte por el Rey Tommen, y había encerrado en Puertoescarcha a
muchos de los señores y herederos de las grandes casas del Norte, con lo que se
había asegurado, al menos, su tolerancia. Además, Jaime Lannister había
ejecutado a Catelyn Stark, enviando su cabeza a Desembarco del Rey; y Roose
Bolton había ordenado la muerte de Lord Ulryk Aesirk, tomando como rehén a su
nieto, Aeric, el hijo de Uther, convertido en heredero de Puertoescarcha. Roose
llevaba a Robb prisionero a Invernalia, donde se encontraría con su hijo
Ramsay. Decidido a salvar a Robb, Erwyn se unió a las compañías mercenarias, y
comenzó a generar tensión entre los hombres de los Ríos y los del Dominio.
La
flota de Asha Greyjoy había huido de Puertoescarcha poco preparados para un
largo viaje, por lo que tuvieron que detenerse para aprovisionarse en Dedos de
Pedernal, aunque Fusk consiguió convencer a Asha de que no saquease la zona,
yendo él mismo a comprar las provisiones para la flota. Además, allí en Dedos
de Pedernal, Fusk averiguó finalmente todo lo que había ocurrido en
Puertoescarcha, incluyendo la muerte de su padre. A pesar de ello, estaba
decidido a llevar a cabo el plan de Robb, por lo que regresó a la nave de la
Hija del Kraken, que se divirtió teniendo unos lances de espada con Fusk,
decidido por lo ocurrido en Corona de Hielo a mejorar en su dominio de las
armas. La Flota finalmente llegaría a Pyke, donde serían recibidos por Aeron
Greyjoy, el tío de Asha, sacerdote del Dios Ahogado. Asha le reveló su plan de
convertirse en reina de los Hombres del Hierro, y Aeron le dio su apoyo, aunque
sorprendido al saber que Asha planeaba respetar su pacto con los Hombres del Norte.
Como esperaban, Euron Ojo de Cuervo había acudido para ocupar el trono de
Piedramar, al igual que Victarion Greyjoy, el Almirante de la Flota del Hierro,
y algunos señores menores de las islas que pretendían apartar a los Greyjoy del
trono. Para asistir a la elección del Rey del Hierro, a la mañana siguiente,
Fusk fue convertido en un Hombre Ahogado por Aeron, y en esos breves momentos
en los que estaba muerto, tuvo una visión: la Oscuridad descendía del Norte,
pero un rayo, una ventisca y un gran incendio le cortaban el paso. Tras
despertar con la bendición de Aeron, Fusk se dirigió junto a Asha a Viejo Wyk,
donde en la Colina de Nagga, se elegiría al nuevo Rey del Hierro. Allí, entre
las costillas de la gran bestia, los pretendientes hablaron, aunque Fusk
consiguió convencer a Victarion de que apoyara a Asha. Sin embargo, Euron se
alzó como el gran rival de Asha. Había viajado hasta Vieja Valyria, y de allí
traían un cuerno que servía para llamar a los dragones. Euron planeaba enviar a
Victarion a las ciudades Ghiscarias, y volver a Poniente con Daenerys Targaryen
y sus dragones. Aquello alzó el ánimo de los Hombres del Hierro, pero Fusk
habló en nombre de Asha, y se enfrentó a Euron, hasta que los Hombres del
Hierro gritaron el nombre de Asha como Reina del Hierro. Tras ser coronada por
Aeron, Asha se reunió en privado con Fusk. Para sorpresa de este, Asha quería
llevar a cabo el plan de su tío Euron. Quería enviar a Victarion con la Flota
del Hierro a la Costa de los Esclavos, y conseguir a los dragones. Fusk era
partidario de seguir el plan de Robb y atacar el Dominio, o incluso de
dirigirse a Dorne y tratar de conseguir el apoyo de los Martell, pero Asha le
convenció. Tráeme a los Dragones y te convertiré en mi esposo, serás Rey de
Hierro...
Mientras,
Más Allá del Muro, Oweyn y Uther encontraban el rastro de Iorek, hasta que
finalmente, junto a Theon, avistaron al gigantesco oso. Los tres atacarían al
oso, recibiendo Uther y Oweyn algunas heridas, pero finalmente, Oweyn cortaría
la garganta del gigantesco oso con su espada, y guardarían parte de su sangre
en un odre, para luego despellejar al oso, haciéndose capas con su grueso
pelaje. Finalmente, y preparados para lo que pudieran encontrarse, se
dirigieron hacia las montañas. En el camino, Theon encontró inquietantes
pruebas de que alguien más había seguido ese camino no mucho antes.
Las
idas y venidas de Erwyn tuvieron finalmente su resultado, y los hombres de los
Ríos iniciaron una pelea con los procedentes del Dominio, lo que exigió la
intervención directa de Roose Bolton y sus hombres. Erwyn aprovechó la
situación y se coló en el centro del campamento, alcanzando la tienda de
Bolton, donde encontró a Robb, prisionero y cubierto con las pieles de Nymeria
y Viento Gris. Erwyn mató al guardián que vigilaba a Robb, y juntos escaparon
del campamento, seguidos enseguida por los hombres de Fuerte Terror. Robb y
Erwyn huyeron hacia la Torre de la Reina, eludiendo a sus perseguidores, para
finalmente, alcanzar el Agasajo y su destino, donde Olegu había reunido a
varios líderes de los salvajes, incluido Mance Rayder. Reunido en consejo con
Olegu, Mance y Robb, Erwyn planteó su idea. Enviaría cuervos a Puerto Blanco,
buscando la alianza con Lord Manderly, y pediría permiso a Lord Stark para que
el Lord Comandante Mormont abriera las puertas del Castillo Negro para recibir
al resto de los salvajes de Rayder. Consiguieron cerrar un plan, y mientras los
hombres de Manderly atacaban Fuerte Terror, los salvajes actuarían como
reserva, cogiendo a los hombres de Bolton por sorpresa. Robb y Erwyn se dirigirían hacia Puerto
Blanco, mientras Olegu y Mance Rayder reunían a los líderes de los salvajes.
Pero la sorpresa llegaría cuando, mientras Robb y Erwyn hablaban del viaje,
Mance Rayder era arrojado al vacío desde lo alto de la Torre de la Reina por
una extraña sombra.
Rhoynar
despertaría en la bodega de un barco esclavista volantene, desprovisto de todas
sus posesiones, salvo la caja que contenía el Corazón Negro. El hombre que le
había atrapado apareció, resultando ser un esclavista de Volantis, dispuesto a
vender a Rhoynar en el mercado de Astapor. Rhoynar trató de amenazarlo, e
incuso llegó a abrir la Caja, despertando el Corazón, que sembraría el caos por
todo el barco volantene, pero el capitán pirata le arrebataría la caja
finalmente. A su llegada a Meereen, Rhoynar pudo ver que la ciudad gobernada
por Daenerys estaba sitiada por guerreros de Astapor, Yunka´i y Volantis, que
habían construido un gran campamento. Rhoynar fue expuesto entre los esclavos,
con su cadena de Maestre, y haciendo alusión a su sangre valyria para
acrecentar su precio. Rhoynar fue vendido a un Gran Maestro Astapori, Izzat
no-Harra, pero mientras era llevado ante su nuevo señor, el caos se extendió
por el campamento. Un destacamento de Astapor había atacado uno de los flancos
de la muralla de Meereen, pero los Inmaculados de la reina Daenerys habían
rechazado el ataque, y ahora estaban dando un contragolpe que hacía peligrar el
campamento. El caos cundió, y Rhoynar fue separado de su captor, aunque
consiguió recuperar el Corazón Oscuro, en el momento en el que tres sombras
comenzaron a volar sobre el campamento. Rhoynar alzó sus ojos para encontrarse
con Dragones…
Más
Allá del Muro, Oweyn, Uther, Theon y Ioana llegaron finalmente al volcán
apagado bajo que el que se encontraba Discordia. La ladera de la montaña esta
cubierta de raíces congeladas y muertas, pero Uther encontró tres bultos
extraños en la ladera. Al apartar el ramaje, encontraron los cuerpos muertos de
Hodor, Jojen y Meera Reed. Ioana señaló un punto en la pared, y cuando Oweyn se
acercó, las raíces muertas parecieron volver a la vida, moviéndose y
apartándose de una entrada cubierta de runas. La Puerta se había abierto ante la
Sangre de Eld. Theon señaló rastros que conducían al interior, alguien que se
arrastraba y un gran lobo. Si las palabras de Benjen eran ciertas, y la puerta
solo podía abrirse ante Discordia y la Sangre de Eld… Bran Stark era Discordia.
Oweyn finalmente dio el primer paso, y cruzó el umbral. En ese momento, el
cielo brilló, blanco.
De
camino a Puerto Blanco, Robb y Erwyn pudieron ver como el cielo parecía
resplandecer.
Bajo
el ataque de los dragones al campamento en las afueras de Meereen, Rhoynar vio
la Luz Blanca en el cielo.
Yaciendo
en un lecho junto a Asha Greyjoy, Fusk Aesirk vio como el cielo se encendía,
lleno de fuego blanco.
Y
en Antigua, en la Ciudadela, los maestres subieron a las torres y liberaron a
los cuervos blancos que debían llevar la noticia a todos los reinos.
El
Invierno había llegado.
1 comentario:
¡Épica en estado puro! Un final brutal :)
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