Como
todos sabemos, el Universo Marvel está cuajado de personajes secundarios sin
los que este universo no sería lo mismo, y de vez en cuando, surgen colecciones
o ideas tratando de llevar a estos personajes al nivel de protagonistas. Lo
hemos visto con el Caballero Luna, con el Doctor Extraño, con Puño de Hierro, y
desde hace algún tiempo, hemos visto un gran interés por parte de la Casa de
las Ideas en darle protagonismo a James Rhodes, al que todos conocemos más como
Máquina de Guerra. Y es que después del estreno de las pelis de Iron Man, a
nadie se le escapaba el potencial que tenía el segundo héroe acorazado de
Marvel, que también tuvo su sitio en Iron Man II. Así, le vimos no hace mucho en
una breve etapa con guiones de Greg Pak que apenas alcanzó el número 12, y le
tenemos ahora en la colección que recoge el tomo de Panini Miedo Encarnado: Iron Man 2.0. Y la recoge completa, ya que esta
nueva etapa, con guiones de Nick Spencer, ha seguido los pasos de su
predecesora, siendo cancelada en el número 13.
Y
eso que el planteamiento no está nada mal. Al margen de los números de relleno
relacionados con la saga del momento (y que da nombre al tomo, Miedo Encarnado), metidos con calzador y
además lanzando una historia que no tendrá nada que ver con Rhodey en el
futuro, sino que probablemente vaya más por la nueva cole de los Defensores que
veremos pronto; la historia que nos cuenta Iron Man 2.0 está bastante bien
llevada. Sí, se trata de una única historia que abarca prácticamente diez
números, y en la que Máquina de Guerra tiene que vérselas con un enemigo muy
peculiar, un hombre muerto (del todo) llamado Palmer Abbrey. Y es que de algún
modo, los inventos de este genio de la nanotecnología han ido haciendo
aparición por todo el mundo tras su muerte en manos de diferentes grupos
terroristas, que los han utilizado para sembrar el caos, como es lógico. Con
esta historia de fondo, vivimos un cambio de look para Máquina de Guerra, al
que Tony Stark entrega un nueva armadura acorde con el papel que va a vivir el
personaje ahora tras su delicada situación durante el Reinado Oscuro
(recordemos que Rhodes fue acusado de terrorismo en tiempos de Norman Osborn),
convertido en enlace entre los militares y Stark Resiliente. Así, Máquina de
Guerra sufre un “lavado de cara” que elimina algunas de sus armas más
representativas, y la verdad es que yo jamás le hubiera quitado el cañón del
hombro, pero en fin, como dicen ellos, si la guerra cambia también tendrá que
hacerlo su máquina.
La
historia que Spencer nos cuenta es buena, pero no nos equivoquemos, es buena
como tal. Como historia. Y está protagonizada por Máquina de Guerra como podría
estarlo por la Viuda Negra, o por el Capitán América. El guionista no hace
demasiado buceo en el personaje protagonista o su entorno más allá de un par de
escenas en las que se pone sobre la mesa la relación entre Rhodes y Suzi Endo.
Es una historia de corte conspiranoico que hubiera encajado perfectamente en
cualquier otro héroe, pero al margen de esto, como he dicho antes, está bien
llevada. La única tara quizá sea que el final es un tanto apresurado, probablemente
por la cancelación de la serie.
Sobre
el dibujo, el cartel de dibujantes es bastante bueno. Will Pfeiffer, Camuncoli,
Ariel Olivetti… Así que en ese sentido, nada que reprocharle al tomo. Completito,
y con una buena historia.
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