BATMAN: LA MUERTE DE LA FAMILIA

                Este mes, ECC ha traído a las librerías el último número de la batsaga de turno, La Muerte de la Familia, con la que el Joker ha recuperado en el nuDC su lugar de villano por antonomasia, ya no de Batman, sino de todo el mundo del cómic probablemente. La verdad es que La Muerte de la Familia ha venido marcada por un hándicap inicial, a pesar de que su planteamiento es muy chulo y muy chungo al mismo tiempo, y es que desde que se reseteo el universo DC, el mundo del murciélago ha estado unido con dos largos crossover consecutivos, La Noche de los Búhos y La Muerte de la Familia. Si ha sido imposición editorial o idea del propio Snyder es algo que probablemente nunca tengamos seguro, pero el resultado es que, cuando ha comenzado La Muerte de la Familia, todos estábamos un poco decepcionados ya con La Noche de los Búhos, así que yo personalmente la acogí con cierto escepticismo.

                 Con La Muerte de la Familia, Snyder vuelve a enfrentar a Batman al Joker, a un Joker que decide dar un paso más en sus ataques al Murciélago, y lleva el conflicto a su propia casa: Alfred es la primera víctima de sus ardides, pero no la última. El Comisario Gordon, y todos los aliados de Batman (Nightwing, Robin, Red Robin, Capucha Escarlata, Batgirl) son objetivos del Joker, que además, decide repetir sus primeros encuentros con el Murciélago, adelantándose a las acciones de este.

                Pero lo más interesante que plantea La Muerte de la Familia es que el Joker consigue hacer que la confianza entre Batman y sus allegados se tambalee. Bruce Wayne nunca ha sido famoso por su buen trato, pero ahora se plantea una nueva posibilidad: ¿y si Bruce ha sido demasiado confiado y ha puesto en peligro a todos sus amigos? ¿Y si el Joker sabe que Batman es Bruce Wayne y a través de eso puede alcanzar a todo su entorno? ¿Ha atacado a Alfred porque sabe que Batman es Bruce, o porque Bruce es la cara visible de Batman Inc? La historia central, desarrollada a través de las grapas de Batman es muy intensa, y Snyder fabrica una buena narración, llena de tensión, en la que demuestra que sabe manejar bien al Joker, con lo que se gana toda mi admiración, ya que es algo que considero verdaderamente difícil.

                Pero además, Snyder accede a una serie de dudas que yo mismo he tenido con la relación entre Batman y el Joker. ¿Por qué sigue vivo el Joker? ¿Por qué nunca le ha matado Batman? Y es que en ese sentido, comparto las dudas que Jason Todd tuvo en su día. Después de lo que el Joker había hecho, después de cómo había matado a Robin , después de lo que le ha hecho a Gotham, a Barbara Gordon, a Sarah Essen… ¿por qué sigue vivo? En ese sentido, siempre he pensado que el final perfecto de Batman sería pegarle un tiro entre las cejas al Joker, y terminar encerrado en una celda de Arkham junto al resto de los locos. Evidentemente, eso no va a ocurrir. En realidad, no quiero ni que ocurra. Pero Snyder trabaja este tema, y me alegra su valentía a la hora de hacerlo. Todo el trabajo de Snyder viene acompañado de unos geniales trabajos gráficos de Greg Capullo, que parece haber alcanzado a la perfección el equilibrio entre dinamismo y oscuridad que necesita una serie del Murciélago. Y sorprendentemente, me encanta el final, porque viene significando la victoria del Joker y la crónica de una muerte anunciada, la de la familia. ¿Será de verdad?

                ¿Y qué nos traerá ahora Snyder?