De los relanzamientos
vinculados al reboot del nuDC y las 52, uno de los más polémicos fue sin duda
el de Catwoman. Y es que la
trayectoria de Selina Kyle en el antiguo universo DC había sido larga y
compleja, pasando de ladrona enemiga de Batman a una peculiar aliada a una
heroína dispuesta a defender Gotham en
nombre del Murciélago. Esta evolución y cómo habían trabajado con ella
guionistas del calibre de Ed Brubaker, había hecho que Selina contara con un
gran número de seguidores que, en el nuDC, se encontraban con que la historia
de su heroína favorita había sido borrada de un plumazo.
Spark, ¿aliado o enemigo? |
Judd Winnick y Guillem
March plantearon una nueva Catwoman completamente diferente, como podréis ver
si pincháis aquí, y como ya hablamos de ello, no vamos a repetirnos.
En este nuevo tomo, en
el que Guillem March ya tiene como sustituta en algunos números a la
espectacular Adriana Melo, conocida por su trabajo en Witchblade y Miss Marvel,
lanza a Catwoman de lleno al conflicto que está implicando a todas las series
relacionadas con Batman, La Noche de los
Búhos, en la que el legendario Tribunal de los Búhos lanza a decenas de sus
garras para asesinar a los más representativos personajes de Gotham. Y como si
no fuera suficiente con tener a las Garras vueltas desde el mundo de los
muertos y Catwoman tuviera que defender ni más ni menos que al Pingüino de una
de ellas; están desapareciendo jóvenes prostitutas y chaperos de las calles de
Gotham, y la policía no parece estar interesada en ello.
¿Seguro que son los gatos los que cazan pájaros? |
A lo largo de los
números 7 a 12 de Catwoman, Judd Winnick, Brian Clay Moore, Adriana Melo y
Guillem March continúan ahondando en la nueva vida de Selina Kyle en este
universo remozado por Flashpoint y en
el que Selina ha tenido que hacer frente ya a la pérdida de una de sus mejores
amigas, a la mafia organizada y a su relación con Batman, de modo que Catwoman
se va acercando a pasos agigantados hacia la posición que ocupaba en el antiguo
universo DC, más heroína que ladrona…
Lo que creo que es un
error. O sea, me encantaba la antigua Catwoman, pero si la vas a diseñar de nuevo…
hazla nueva del todo. De cualquier modo, ahora queda todo un poco en el aire,
ya que el tándem Winnick-March acaba precisamente aquí, dejando a Selina en una
situación extraña con la policía de Gotham, y sin una explicación de sus pasado
más allá de unas pocas alusiones, quedando explicarnos esto en manos del nuevo
equipo que veremos en el próximo tomo, con el que Catwoman se convierte en una
colección con mujeres a los mandos. La veterana guionista Ann Nocenti llega
para hacerse cargo de esta serie, que continuará con Adriana Melo en los
lápices, de modo que no perderá ni un ápice de su voluptuosidad (aunque Guillem
March, desde luego, tiene un algo más… quizá en las texturas del dibujo que
Melo no llega a conseguir), de modo que en breve, tendremos una nueva nueva
Catwoman….
Casa de muñecas, una villana realmente escalofriante. |
¡Y veremos qué tal!
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