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lunes, 7 de marzo de 2011

UNA LLAMADA A LAS ARMAS

            Corre el año 1225, y la situación en Transilvania se ha hecho insostenible. Las manipulaciones de Kara Vlaszy Lupescu han hecho que el rey Andras de Hungría tema que los Caballeros Teutónicos estén intentando crear un estado independiente en Transilvania, ordenando su retirada, por lo que ha ordenado la retirada de los caballeros Teutónicos de la región…
            Y Jurgen ha decidido actuar, quemar sus últimos cartuchos para acabar con su guerra con el Voivoda de Voivodas, Vladirmir Rustovitch. Por ello, convoca a todos los Caballeros Teutónicos disponibles y a sus aliados más cercanos en el castillo Bran, la fortaleza de los teutónicos en Kronstadt, en el Siebenburgen transilvano, para una última y desesperada resistencia. Y allí se reunieron los personajes: el Lasombra Pier Francesco Orsini, ahora caballero de la Cruz Negra; el Obertus Mihail Pahlevitch; la Tremere Raquel bar-Seraph; el Toreador Antoine Henri y un nuevo aliado, un niño Malkavian que atendía al nombre de Anthos, ad latere del confesor de Jurgen, el Lasombra Gotzon de Magdeburgo.
            Un extraño mensajero de los Tremere, enviado por Jervais bani Tremere se dirigió a los personajes para pedirles una reunión con ellos en la pequeña aldea de Milash, cercana a Balgrad, y ya prácticamente cercada por los Tzimisce. Sorprendidos, aún así los personajes aceptaron la reunión, y acudieron a Milash, a reunirse con el Tremere. En Milash, encontraron una población prácticamente asediada, en la que Jurgen había dejado apenas una cuadrilla de caballeros imberbes, quizá tratando de refrenar con un poco de suerte la embestida Tzimisce. Decidido a salvar las vidas del mayor número de caballeros posible, Pier Francesco ordenó la retirada de los caballeros hacia Kronstadt, mientras esperaban para reunirse allí con Jervais.
            A la noche siguiente, el Tremere se reunió con los personajes en la posada de Milash, entregándoles un encargo que le había hecho Jurgen: un saquillo con dos puñados de la tierra del sepulcro de Vladimir Rustovitch, lo que le daba a Jurgen poder sobre el Voivoda de Voivodas. Sin embargo, antes incluso de que pudieran acabar la reunión, Milash fue atacada por la horda Tzimisce, utilizando fuego griego, y los personajes tuvieron que huir, cruzando el río Olt para ponerse a salvo, viendo tras ello avanzar la horda en dirección a Kronstadt. De vuelta en el castillo Bran, hicieron entrega del saquillo a Jurgen, que destruyó el saquillo, llamando a la batalla al propio Rustovitch, convencido de que estaban preparados para ganar al Voivoda en batalla abierta, pese a los consejos de los personajes contra ellos.
            Myca Vykos apareció poco después, avisándoles de que el ejército de Rustovitch, con el propio Voivoda al frente se acercaba por el norte, pero les transmitió sus inquietudes a todos los personajes: Jurgen estaba avocado a la derrota contra Rustovitch. Pero mientras esperaban la llegada de Rustovitch, explorando los alrededores del castillo, Anthos encontró una posible salida, una trocha de montaña que conducía al bosque petrificado de Tüzfold, Sólo había un problema: Tüzfold estaba dentro de los dominios de los Gangrel de Morrow, que ya años atrás había desafiado a Jurgen, presentándose en su fiesta para decir que no aceptaba su tutela de las tierras transilvanas.
            Finalmente, el ejército de Rustovitch hizo su aparición, con un inmenso ejército, y a pesar de los consejos de Pier Francesco Orsini, Jurgen decidió atacar las fuerzas de Rustovitch. En la batalla, Pier Francesco consiguió acabar con la no-vida de Kara Vlaszy Lupescu, pero se vieron obligados a replegarse ante el empuje de los Tzimisce… solo para descubrir que otro cuerpo de ejército cercaba el castillo desde el otro lado, pese a los esfuerzos del resto de los habitantes para detenerlos. Finalmente, Anthos guió a unos y otros al bosque de Tuzfold, donde el propio Jurgen acabó con la vida de su guardian Gangrel, cuyos tatuajes los personajes identificaron como parte de la manada de Morrow…
            La batalla entre los Caballeros y los Tzimisce se prolongó dos noches más, y todos eran conscientes de que los Gangrel de Morrow llegarían en cualquier momento. Pero su llegada estuvo precedida por la de Myca Vykos, que al parecer tenía un plan para acabar con la guerra. Vykos convenció a los personajes de que llevaran a Jurgen a solas a un punto de reunión en un cementerio cercano, y él llevaría a Rustovitch para exponerles su plan a ambos. Los personajes aceptaron, y convencieron a Jurgen de que les acompañara en el momento en que los Gangrel de Morrow intervenían en el conflicto. Finalmente, Vykos, Rustovitch, Jurgen y los personajes se reunieron en el cementerio, donde Vykos expuso su plan: la creación de un estado tapón dominado por los Obertus entre los dominios del Voivodato y los de la Cruz Negra. Con el apoyo de los personajes (sobre todo de Mihail), Jurgen aceptó. Lo mismo hizo Rustovitch (que como Vykos bien sabía y luego contó a los personajes tenía problemas en sus dominios debido a los intentos de otro Tzimisce, Noritz, el Corruptor de Legiones, de convertirse en Voivoda de Voivodas), y finalmente, Vykos pudo incluso incluir a Morrow en el pacto. A partir de ese momento, se creaba una franja de dominio Obertus entre el Voivodato y los dominios de la Cruz Negra, dirigida por los Obertus.
            Decidido a celebrar esta pírrica victoria, Jurgen se dirigió a Magdeburgo, encontrándose allí con una desagradable sorpresa: el Príncipe exiliado de París, Alexander, se encontraba allí y le solicitaba refugio…

2 comentarios:

Thanos_Malkav dijo...

¡Buena crónica! :)

Tomás Sendarrubias dijo...

Hombreeeee... un honor este comentario por parte del Cronista Oficial de Reino-Blog... :)