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viernes, 18 de marzo de 2011

WRAITH: EL OLVIDO


Seguimos hablando de los diferentes escenarios que White Wolf nos trajo dentro de lo que conoceríamos globalmente como Mundo de Tinieblas, y ha llegado el momento de hablar de Wraith: El Olvido.


            El título de Wraith no fue traducido al castellano, aunque vendría a significar algo así como “Fantasma”, y eso es lo que son los personajes; fantasmas. Curiosamente, Wraith empieza donde la mayoría de los juegos (bueno,  y casi todo) acaban: con la muerte de los personajes. El mundo de Wraith es el mundo de los muertos que no descansan, aquellos que, debido a sus Pasiones y a sus Grilletes (personas, objetos…) aún no pueden simplemente caer en el Olvido. La vida de estos fantasmas se divide entre las diferentes Necrópolis en las que se reúnen los muertos, la gran ciudad de Estigia, donde se encuentran los Siete Señores que gobiernan a los muertos; y sus breves contactos con las Tierras de la Piel, donde se encuentran aquellos cuyos corazones aún laten.
            Con este planteamiento, White Wolf puso en el mercado el que sería su juego de carácter más interpretativo, e incluso más intimista, ya que aunque existen muchas amenazas para los Wraith en todas partes, desde las Legiones de la Jerarquía a los Cultos Herejes, el mayor enemigo de todo Wraith es él mismo. En el interior de cada alma que no descansa, se encuentra una Sombra, un fragmento del Olvido que lucha contra la humanidad del propio fantasma, luchado para convertirlo en una de las torturadas criaturas denominadas  Espectros… y en un detalle genial, la Sombra de personaje es manejada por otro jugador, de modo que el equilibrio se mantiene durante todo el juego.
            Wraith es probablemente el juego más oscuro de White Wolf, y quizá por eso, uno de los más incomprendidos, hasta el punto de que la línea Wraith tuvo un cierre precipitado, clausurándose antes de que la compañía lanzara el Macroevento llamado “El Día del Juicio”, que acabaría con el Mundo de Tinieblas en su versión original y daría lugar al llamado “Mundo de Tinieblas 2.0”, del que quizá hable otro día. Sin embargo, Wraith tuvo un final épico, la batalla entre Estigia y el Reino de Jade, y el bombardeo por parte de la Tecnocracia  del Mundo de las Sombras con bombas espirituales, lo que desencadenaría el lanzamiento de toda una serie de nuevos juegos para Mundo de Tinieblas: Cazador, Momia y el casi póstumo Demonio.
            Por algún motivo, también Wraith es el juego de la primera hornada de Mundo de Tinieblas al que menos he jugado, así que no tengo grandes historias que contar sobre él, aunque en cualquier momento me lío la mata a la cabeza y organizo una crónica sobre los muertos que no  descansan…

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