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The Voice of Enigma
Se presenta el que será el leit motiv introductorio de todos los discos de Enigma, una música suave que nos acaricia levemente para dar paso a la tenue Voz de Enigma, una voz femenina que nos conduce a la relajación, que nos pide que permitamos a la música “ser la luz que nos guíe”. Si hacemos caso a la música, si escuchamos la voz, no encontraremos en un entorno oscuro, quizá un bosque, quizá de otra época...
Sadeness
Las voces de los monjes que nos reciben dando paso a la misa en latín, en el Nombre de Cristo, nos dice que cerca hay algún tipo de abadía, de monasterio, quizá en ruinas y las voces que escuchamos vienen de otro tiempo, o quizá somos nosotros los que siguiendo la Voz de Enigma nos hemos desplazado. Sadeness es probablemente el tema más representativo del primer disco de Enigma, y uno de los más sorprendentes de toda la historia de la música, abriendo el camino de la mezcla de cantos gregorianos con sonidos más contemporáneos. La voz de los monjes y los ritmos de fondo crean el entorno perfecto para la aparición de la seductora y sensual voz femenina que aparece por sorpresa, invocando al protagonista de la canción, Sade, con lo que la mezcla entre religiosidad y sensualidad se vuelve obvia. La voz de hombre que aparece interrogando al propio Sade sobre sus convicciones, sobre sus obras, sobre su pensamiento, también está cargada se sensualidad y alcanza el punto álgido de la canción cuando pregunta “¿Eres diabólico o divino?”
La respuesta no la da enigma, y probablemente cada uno la tengamos en nuestro interior.
Principles of Lust
Sin pausa, la música de Sadeness nos conduce a otra canción... o quizá es otro aspecto de la misma, pues seguimos ahondando en la figura de Sade, o al menos en sus ideas, pues ahora nos hablan de los Principios de la Lujuria. Música suave, respiración femenina entrecortada, y una voz que nos dice que hagamos lo que queramos mientras las voces de los monjes se escuchan al fondo, tan distantes que pueden parecernos un recuerdo, o el aviso de nuestra propia conciencia.
Sadeness II
Y en el monasterio que se alza sobre nosotros, vuelven a escucharse las voces de los monjes, aunque esta vez suenan invertidas, del revés. Recordamos lo que quieren decir, aunque no podamos entenderlo. Las puertas del monasterio, del misterio y la sensualidad, se cierran... pero solo de momento.
Callas Went Away
Hemos vuelto al bosque que rodea el monasterio, escuchamos el sonido de la noche, la música del viento, un caballo pasa a nuestro lado. El sonido se vuelve lánguido, evocador de una sensualidad que esta vez va más allá de la piel. Y un dueto de voces femeninas nos dice que Callas, la diosa de la canción, la voz más grande de la historia, se ha marchado. Y entonces llega ella, la Diva de notas imposibles, que emerge un instante para acariciarnos con su voz y acompañarnos hasta el final de la canción, a la linde de este bosque del recuerdo.
Mea Culpa.
La lluvia comienza a caer mientras iniciamos el camino, el monasterio de Sadeness aún se atisba en la distancia. Y las voces de los monjes vuelven a llegar a nosotros, acompañadas por los cascos de los caballos. Son ellos los que vienen esta vez en nuestra búsqueda, nos envuelven sus voces, el Kyrie Eleison. Señor ten piedad, Cristo ten piedad. Y con ellas, la voz de la mujer que invocaba a Sade en el monasterio, que se entrega a nosotros y asume la responsabilidad de todo lo que ocurra. La música, las palabras, el entorno... Es, sin duda, el tema más sensual (o quizá incluso sexual) de la historia de Enigma.
The Voice and The Snake
Y siguiendo el hilo, después de asistir a la tentación del pecado, The Voice and the Snake nos recuerda las consecuencias de pecar. Desde el propio título, plantea la duda, La Voz y la Serpiente... ¿es quizá la voz de Enigma la voz de la Serpiente? ¿La voz de la tentación? Voces que emergen de lo profundo, de la oscuridad, un coro siniestro que nos relata como llegará el fin del mundo según las palabras del Apocalipsis de San Juan, cuando los Siete Ángeles derramen las Siete Copas. El Juicio se encuentra al final de todo, ¿el camino que llevamos es el correcto? Un tema escalofriante en fondo y forma.
Knocking on Forbidden Doors
La música alcanza un tinte onírico, nos arrastra hacia un destino desconocido, un viaje delirante el que nos lleva a las puertas prohibidas. La voz de los monjes aparece en la distancia, ilumina nuestro camino, que continúa más allá incluso del momento en que llamamos a las Puertas, que se abren para nosotros, para que continuemos nuestro viaje.
Way to Eternity
Ya no hay dudas de a dónde conducían las Puertas Prohibidas. Estamos en el Camino de la Eternidad, el camino que iniciamos cuando escuchamos la Voz de Enigma. Este sendero atraviesa ahora unas profundas cavernas, oscuras pero llenas de paz, donde el agua gotea a nuestro alrededor. Esta vez, las voces de los monjes no perturban ni ejercen de recordatorio para nuestra conciencia. Esta vez aseguran nuestro camino, hacen que nos sintamos seguros y continuemos adelante. Aquí podemos respirar, recuperar el aliento... antes de dar los pasos finales.
Hallellujah.
Las cavernas se hacen más oscuras, las gotas continúan cayendo pero su sonido ya no transmite calma y quietud. No estamos solos, hay algo más. Y pronto se revela que es la Voz de Enigma, recordándonos que debemos apagar las luces y relajarnos. El Aleluya en hebreo aparece de más allá del tiempo y el espacio, acompañándonos hasta...
The Rivers of Belief
El último de los temas del disco, el fin de esta etapa del trayecto. El sonido se vuelve más pop, la voz del cantante no viene del tiempo pasado, sino del hoy. No hay cantos gregorianos de apoyo, sólo la voz que nos pide que le llevemos de vuelta a la Fe. Quizá antes de que sea demasiado tarde, pues como susurra la voz femenina, “Cuando el Cordero abrió el Séptimo Sello, el silencio cubrió el cielo”, recordándonos de nuevo el Apocalipsis de San Juan. Con este tema acaba el disco, pero no el camino que hemos emprendido.
3 comentarios:
Muchas gracias por tus acertados comentarios, por ilustrar de manera muy eficiente y didáctica la música que nos gusta.
Como nota anecdótica. En el video Mea Culpa aparece una espada. Se trata de una réplica de la mítica espada del caballero burgalés Rodrigo Diaz de Vivar, El CID Campeador.
Me parece realmente fascinante, recuerdo ser pequeño unos 10 años y haber escuchado esta musica a ratos. Hoy tengo el CD DE MCMXC como recuerdo de un tiempo en donde todo era mas purista. El tema del comienzo del disco es increible, esa apertura que evoca casi frialdad y suspenso casi imaginario templario.
Patricio
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