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viernes, 16 de marzo de 2012

JLA: EL ASCENSO DE ECLIPSO


                Nos venían avisando, y ha llegado el momento: el Universo DC tal y como lo conocemos, se acaba, así que, poco a poco, van llegando a su final las coles que están actualmente en el mercado, en un impasse que durará hasta el final de Flashpoint y el gran misterio que dejará después (que ya nos conocemos todos, el famoso reboot de las Nuevas 52). Y hoy, nos toca comentar el último tomo del actual volumen de JLA.

                En posts anteriores, habíamos hablado ya de la JLA de Robinson, así que ya sabéis la opinión que me han causado los anteriores tomos de esta etapa, y debo decir que este sexto tomo, La Ascensión de Eclipso, no se ha apartado mucho de la línea marcada por esta etapa. Y es que se queda en un molesto estado intermedio en mitad de ninguna parte, como el resto de la etapa, salvo la (para mi, brillante) Crying for Justice, donde todo esto comenzó y donde parecía que el autor se iba a comer el mundo.

                No ha sido así. Y bueno, iremos por partes.


                Por un lado, en este tomo tenemos completa la saga que le da título, La Ascensión de Eclipso, un nuevo regreso del clásico villano místico tras ser liberado de su “alianza” con Jean Loring, ocupando de nuevo a uno de sus anfitriones anteriores. Y hay que reconocer que la técnica narrativa está chula, porque se basa en el diálogo entre el anfitrión y Eclipso para desarrollar la historia. Eclipso desarrolla un “malvado plan” con el que pone de su lado a varios héroes y villanos relacionados con las sombras, y por supuesto, atacan el lugar donde la luz y la oscuridad han mostrado un perfil más inestable en los últimos tiempos de JLA: la Ciudad Esmeralda creada por Alan Scott en la Luna, y donde tantos seres mágicos han encontrado refugio. Esto coincide con el momento en que Juicio Final hace su aparición en los acontecimientos que se desarrollan en el tomo Superman: El Reinado de Juicio Final, de modo que ya para empezar, las cosas son un poco… peculiares. O sea, se lanzan aquí argumentos y situaciones que no tendrán continuidad en este tomo, sino en otro.

                En fin, que la historia avanza, una historia clásica de villano malvado, enfrentamientos a capas, planes secretos, etc. Correcta, sin grandes sorpresas para bien o para mal. Y tras la historia de Eclipso, nos encontramos con el numerito de despedida de Robinson, en el que, mientras la Liga se disuelve, se hace un resumen de lo que podrían haber sido las historias que hubieran venido… y hay alguna de ellas que te hace agradecer que la colección cierre ahora. Lo de la guerra entre Thanagar y Saturno podría haber sido terrible. Y llega el fin a la actual encarnación de la Liga en un número que, como la historia que le precede, es poco más que pasable.

                La cuestión es… ¿una colección como JLA puede permitirse moverse en el entorno de lo “pasable”? Yo creo que no, JLA (como Vengadores) debería ser la cúspide de todo lo que DC publica, es donde están sus grandes héroes juntos. ¿Cómo es posible que desde la salida de Brad Meltzer de la colección esta haya ido dando los bandazos que han llevado a su actual final? Que sí, que probablemente aunque hubiera sido la hostia en verso, si toca cierre y reboot, toca cierre y reboot… pero bueno, fijémonos en Batman y Green Lantern, donde va a haber continuidad, podría haber sido así en JLA. Pero no. Borrón y cuenta nueva. Y es que es obvio que la JLA necesitaba un reboot, aunque tampoco hacía falta que afectase a toda la editorial, todo sea dicho. Robinson es un guionista de talento incuestionable, pero con JLA, se ha estrellado.


                Y bueno, dejo para el final el hecho de que para el último arco se haya elegido como sustituto de Mark Bagley a Brett Booth, al que yo, al menos como referencia, recuerdo de algunos anuales y especiales de X-Men y no con demasiado buen sabor de boca. Es un dibujante estático e inexpresivo, muy por debajo de Bagley o, insisto, del dibujante que debería tener una serie del calibre de JLA. No me hace demasiado feliz que vaya a encargarse de Titanes después del reboot, la verdad.

                En fin, a ver qué nos depara el futuro, un futuro con Geoff Johns y Jim Lee, que al menos a priori, tiene muchas papeletas para ser mucho mejor que la etapa que hemos dejado atrás.

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