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jueves, 31 de enero de 2013

ALAN MOORE EN DC (I)


                Lo primero que tengo que reconocer en este post, y antes de que me caigan hachazos por todas partes es que Alan Moore nunca ha sido santo de mi devoción. A pesar de que Watchmen es una de mis lecturas favoritas, V de Vendetta me aburrió muchísimo; y aunque he leído un par de veces su etapa en La Cosa del Pantano y es magistral, me suelo indisponer de inmediato contra los autoproclamados Mesías. Y Moore ha dicho demasiadas veces que después de su trabajo, el cómic de superhéroes estaba muerto.


                ECC publicó no hace demasiado un tomo con los mejores trabajos de Alan Moore para DC, y estas navidades, Marco (orientado por Oneyros), me ha regalado este tomo, que tenía dentro algunas historias que la lectura del Supergods de Morrison me había inclinado a leer. Es lo que tiene tener alrededor a los mejores amigos, la mejor pareja... que terminas teniendo en tus manos lo mejor del mundo.  Y una vez leído, tengo que rehacer parte de mis opiniones sobre Moore y su obra… que no sobre su persona.
                Y es que las ideas de Moore son absolutamente brillantes. Y evidentemente, esas ideas han marcado el futuro del mundo del cómic hasta el día de hoy y seguramente mucho más allá. En este tomo, nos encontramos varias historias relacionadas con Superman, Batman, La Cosa del Pantano, Flecha Verde, los Green Lantern y el Vigilante, números sueltos o pequeñas sagas en las que de una forma o de otra la narración y las ideas de Moore destacan. Vemos a un Superman envenenado ser salvado por la Cosa del Pantano sin saber siquiera que lo ha sido, vemos al Vigilante enfrentarse a un violador de menores ayudado por una prostituta, o vemos una historia en la que el perverso enemigo de Batman, Clayface, se enamora de un maniquí.
                Las historias son realmente fabulosas.
                De entre ellas, tengo que destacar algunas… o comentar casi todas.



                El tomo se abre con Para el Hombre que lo Tenía Todo, una historia de Superman en la que Mongul ataca al Hombre de Acero utilizando una Piedad Negra, una flor parasitaria que se alimenta de su víctima, al tiempo que le suministra una droga que le hace imaginar que se cumplen sus más profundos deseos. Así, con Para el Hombre que lo Tenía Todo, Moore hace una revisión de un Krypton exaltado y con un fuerte conflicto entre ciencia y religión, muy lejos del Krypton aséptico y frío que impondría Byrne tras las Crisis. Vemos a un Kal-El casado y padre, y a un Jor-El furioso con el mundo tras la muerte de Lara y tras verse marginado al fallar sus predicciones sobre la descripción del planeta. Si bien el enfrentamiento entre Batman, Robin y Wonder Woman contra Mongul para liberar a Superman es bastante sencillo, la historia que transcurre en la mente de Superman es reveladora, y nos muestra que, incluso en sus propios deseos, Superman es excepcional.
                Tras esta historia sobre Superman, el tomo nos presenta Olimpiadas, una historia corta en dos partes sobre Green Arrow que nos muestra dos cosas sobre Moore. Lo primero, su empeño en aquel momento de los 80 por mostrarnos en enfrentamiento entre los héroes y el hombre de la calle, y así define al villano del relato, un hombre corriente, al que simplemente se le da bien manejar un arco. Lo segundo… narrativamente es probablemente la historia más pedante que he leído nunca. El historia es sencilla, pero el guión parece inflado, exageradamente pomposo… Y es algo que creo que también caracteriza a Moore, el aire de tragedia griega que transmite en muchas de sus obras.



                Otro de los relatos que incluye es un número de la colección Swamp Thing, y aunque sin duda yo hubiera elegido alguno de los que formaban parte de American Gothic, en esta selección se ha incluido una historia en la que Superman (el Superman Pre-Crisis, no lo olvidemos), se ve contaminado por un hongo kryptoniano, y acude lejos de todo para morir. Curiosamente, lejos de todo significa en los pantanos de La Cosa del Pantano, que ayuda al Hombre del Mañana, profundizando en esa conversión que significó el trabajo de Moore en la colección, la transformación de esta criatura en un elemental de la vegetación, capaz de ayudar a Superman a vencer la infección de este hongo rojo kryptoniano.
                Para cerrar este primer post sobre este tomo de Moore, quiero hablar de El Día del Padre. Se trata de una historia de un personaje secundario de DC, el Vigilante, la identidad secreta del fiscal Adrian Chase, convertido en un justiciero de los de pistola en mano. La versión DC de Punisher nunca fue uno de mis personajes favoritos, ni siquiera un personaje considerado, pero creo que es la historia que más me ha sorprendido de todo el tomo, por la brutalidad de su historia. En El Día del padre, Adrian Chase debe buscar a un secuestrador pedófilo y asesino, y lo hace acompañado por una prostituta traficante de hachís, convertida finalmente en ejecutora de una versión radical de la justicia. 

2 comentarios:

Mavado dijo...

Sabes que esto del cómic no es lo mío, pero pinta muuuuy bien... Y si dices que está bien, es que está bien... Igual hasta me animo. :P

Tomás Sendarrubias dijo...

¡Cuando quieras sabes donde está!