No es la crónica de un mundo... es la historia de muchos.

lunes, 10 de febrero de 2014

X-FACTOR: LA GUERRA DEL INFIERNO EN LA TIERRA




Hay series que son hits. Hay series que cumplen. Hay series que son malas de querer arrancarte los ojos. Y luego, hay series que MOLAN. Que no son cañeras, que no son están creadas, dibujadas o guionizadas por los cool artists del momento, que no marcan la línea editorial de Marvel o de DC (Marvel en este caso), pero que son la leche. Es el caso de X-Factor, la serie que, en su segundo volumen, Peter David lleva manejando con completa soltura desde allá por el Día M y el No más mutantes. Comenzó como un equipo de investigación mutante al estilo Alias, pasaron a dedicarse a estudiar el Día M y sus consecuencias, y así fueron cambiando, adaptándose e incluso participando en grandes eventos, como Invasión Secreta o Advenimiento, pero siempre sin perder su espíritu. 



En X-Factor: La Guerra del Infierno en la Tierra, comprobamos como es una saga épica manejada directamente por Peter David y desarrollada por él mismo, sin influencias externas. Aquí no es un colaborador secundario, ni se ve arrastrado por decisiones editoriales. Es una saga llena de acción y épica, que , sin perder el sello David, nos muestra un aspecto poco visto de este escritor, acompañado además en este tomo por Leonard Kirk, que parece haber conseguido plasmar con gran acierto la trama que David nos quiere contar. Ya hemos visto varios tomos en los que David lanzaba las pistas que llevarían a este momento: el nacimiento del hijo de Loba Venenosa y Hrimhari, la muerte y resurrección de Guido convertido en un ser sin alma, la incorporación de Pip al equipo desafiando a Hela, Darwin convertido en un cazador empeñado en matar al cachorro... todo ello confluye en este número, donde el equipo de Madrox tendrá que hacer frente directamente a una guerra entre siete señores demonio que amenazan con destruir el mundo... y todo por culpa del crío de Rahne. 


Con X-Factor, David continúa el desarrollo de una obra de carácter personal dirigida al gran pública y apreciada... por menos gente de la que debería hacerlo, la verdad. Quizá su intento de independencia, quizá el hecho de que no cuenta con ningún gran personaje (en el sentido de personajes que atraen al público, un Lobezno y esas cosas), y que es más, se los quitan con facilidad (trajo a Kaos... y enseguida se quedó sin él para que Remender lo pudiera meter en Uncanny Avengers). Y sin embargo, con su equipo formado de segundones, o personajes incluso terciarios (Pip el Troll no es ni siquiera un mutante), ha construido una historia grande, MUY GRANDE, que espero sobreviva a tanto Marvel Now fase 1, 2, y 3 o lo que llegue.

1 comentario:

Ozdakan dijo...

En realidad el darle fuerza a personajes con un potencial limitado es lo que le da valor a X-factor.
Una fuerza que logra atreves personalidades más humanas, que en ocasiones cruzan el lidero de lo crudo o lo irrisorio. X-factor no necesita de alimentarse de otras sagas para tener su propia personalidad, se limita a alimentarse así mismo atreves del desarrollo de tramas y sub-tramas que se desenvuelven en un entorno de detectives.
Es fresco, es ligero y en ocasiones un tanto truculento, pero eso lo hace divertido. Un punto aparte que rara vez, es influenciado directamente por el universo Marlvel. Lo tomo como un respiro de las grandes sagas, aquellas en donde se debe leer 548.459 comic para ver cómo termina una pelea.
En ocasiones pienso, que de esa forma fueron los X-men en un comienzo, antes de convertirse en un serie de incontables grupos, que en ocasiones resultan siendo caóticos para sus lectores. Me agradan los X-men y muchas de sus sagas, pero lo que adoro de X-factor es su simpleza, con esto no quiero decir que sea perfecta en ocasiones hasta me saca de quicios, pero por lo menos me deja pensando un rato.
Veamos a ver que trae de nuevo X-Factor.