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lunes, 20 de octubre de 2014

ANNABELLE

Esta semana pasada se estrenó en España Annabelle, el spin-off/precuela de esa genialidad del cine de terror contemporáneo que es Expediente Warren, dirigida por James Wan. En esta ocasión, Wan actúa como productor, dejando el asiento con nombre para John Leoneti, colaborador frecuente del director de Insidious y la mencionada Expediente Warren. Con Annabelle, profundizamos en el mundo presentado en Expediente Warren, y es que al principio de dicha película, el matrimonio Warren aparecía hablando con unas chicas que compartían piso y que eran torturadas por una muñeca al parecer poseída por el espíritu de una niña llamada Annabelle. La muñeca adquiría cierta trascendencia en la película, más allá de la presentación, ya que se convertía en una amenaza de subtrama cuando el "demonio" que atacaba a la familia protagonista, extendía sus garras hacia los Warren, amenazando a la hija de estos con la posibilidad de liberar a Annabelle.



Así se sentaban las bases y las preguntas que conducían directamente a esta película, ¿cuál es el origen de la muñeca Annabelle y por qué resulta tan temible? ¿Y por qué en lugar de guardarla en una estantería nadie la ha arrojado todavía a un quemador de basuras? Aunque esta última pregunta no obtiene respuesta, lo demás si es aclarado, así que bueno, toca conformarse y seguir teniendo preguntas. La historia se remonta a un año antes del inicio de Expediete Warren, y nos encontramos con una joven familia californiana, los Gordon, Mía (Annabelle Wallis) y John (Ward Horton), él futuro médico, y ella perfecta ama de casa de finales de los sesenta, con su máquina de coser y un embarazo en sus últimas etapas. La cronología de Annabelle sitúa la película en los momentos posteriores a los terribles crímenes perpetrados por La Familia, la secta dirigida por Charles Manson, y que en las noches del 9 y 10 de Agosto de 1969, cometieron varios asesinatos en California, cuya víctima más sonada fue la actriz Sharon Tate, esposa del director de cine Roman Polanski. Así, vemos que el origen de Annabelle se encuentra imbricado en los movimientos ocultistas que se desarrollaron en California en los estados finales de la "década del amor", donde aparecieron numerosos cultos semejantes a la Familia, o "Los Seguidores del Carnero", la versión de La Familia que Leoneti crea para la película. Así, descubrimos que Annabelle, además de ser una muñeca de colección (de colección de muñecas feas que le ha dado a Mía Gordon por coleccionar), es el nombre de la hija de los vecinos de los Gordon, y una seguidora de un culto satánico, que por cuestiones relacionadas con unas balas que llegan demasiado tarde, se hace un Chucky en la muñeca más fea que encuentra en la habitación.



Es así como la vida de los Gordon comienza a verse alterada por la presencia de Annabelle, y empiezan a pasar cosas a su alrededor que amenazan la vida y la estabilidad de Mía Gordon y de su recién nacida hija, Lía. Con este planteamiento, se desarrolla Annabelle, Aunque la película no alcanza ni de lejos los estándares que han sentado en la obra de Wan Insidious o Expediente Warren, es una nueva demostración de que el entorno de Wan se ha convertido en referente del nuevo cine de terror, con una película equilibrada, sencilla y sin pretensiones, que cuenta con su argumento sencillo, y sus golpes de efecto, en los que se basa realmente el miedo que pueda generar la película, ya que más que de una tensión sostenida como sí que se consigue en Expediente Warren, aquí se busca el susto brusco, repentino y el grito en la butaca. Que está muy bien y es divertidísimo, pero es verdad que hace un poco de menos a la película respecto a sus referentes más inmediatos




Así que nada, una buena peli de miedo, hora y media de historia ágil y algunos buenos sobresaltos.

¿Os atrevéis?

1 comentario:

Marco dijo...

Me encantó. Aunque es un secreto a voces que siento debilidad por este género... :)