Después de Los Diez Mil y Corvus, Paul Kearney vuelve para poner fin (al menos de momento) a la Trilogía de los Macht con Reyes del Amanecer, la tercera parte de la saga de estos guerreros que nos transportan al mundo clásico, y que nos trae la versión de fantasía de la Grecia de los 300, de Jenofonte y de Alejandro Magno, la Grecia de las Polis y el helenismo.
Ha pasado mucho menos tiempo entre Corvus y Reyes del Amanecer del que pasó entre Los Diez Mil y Corvus. En Reyes del Amanecer, nos encontramos ya a Corvus convertido en rey de los Macht. dominando una tierra que no había sido dominada nunca como él lo hace. Después de las guerras intestinas que se nos narran en Corvus, en Reyes del Amanecer nos encontramos con que Corvus se encuentra decidido a cumplir la misión que su padre había dejado inacabada antes de la marcha de los 10000 a través del Imperio Ashurio. Al igual que en nuestro mundo Alejandro Magno se lanzó a la conquista del Imperio Persa, su paralelo épico, Corvus, decide que no tiene suficiente con dominar sobre las tierras de los Macht, sino que quiere conseguir dominar Ashur y ceñirse a su frente la propia corona del Emperador.
Así comienza la historia de Reyes del Amanecer, en los momentos previos a que Corvus dirija a su ejército de vuelta a las tierras ashurias, acompañado, como no, de Rictus, su mano derecha y general del cuerpo de lucha más duro y experimentado del ejército Macht. Rictus y Corvus marcharán codo con codo hacia la propia Ashur, actuando el veterano guerrero como la conciencia y consejero del joven rey y aspirante a Emperador.
Si en los libros anteriores de los Macht Kearney había dado prioridad a las escenas de batalla, en Reyes del Amanecer hay un giro de 180 grados. Ya no son sólo los Macht los protagonistas de la novela, no son sólo los sobrios seguidores de Antimone quien tienen capítulos y capítulos. Ahora, en Reyes del Amanecer, los Ashurios cobran protagonismo, y con ellos, Kearney se arroja a lo más duro del "Juego de Tronos", no el de Martin, sino el de las rivalidades políticas, el de los conflictos por el trono Imperial, enfrentamientos tan complejos y retorcidos que dejan las batallas de los Macht como meras anecdotillas.
Reyes del Amanecer le da oportunidad a Paul Kearney de reflejarnos su concepción del Imperio Ashurio, una imagen muy cercana a la de lo que debió ser el Imperio Persa al que se enfrentó Alejandro Magno, y muy semejante a otras grandes culturas orientales tal y como hoy en día las imaginamos. Kearney nos trae un mundo de zigurats, esclavos, grandes harenes, favoritas y puñaladas por la espalda en el que los Macht entran como un cuchillo en mantequilla caliente, dispuestos a cambiarlo todo....
O no.
Un digno final para una novela más que digna, con sus sorpresas, sus momentos épicos, sus grandes batallas...
Una gran lectura
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