Cuando se habla de
monarquías medievales, e incluso de monarquías actuales, uno de los
grandes temas que suelen salir a cuestión es la pregunta “¿cuál
es el origen del poder del Rey?”. A día de hoy, y después de
muchos siglos, de filósofos dedicados a estudiar el poder real, y de
la Ilustración que apartó lo divino de lo humano, son muchas las
teorías que hablan de la realidad de la monarquía, pero en la Edad
Media, el origen del poder monárquico era sencillo e indudable: la
gracia de Dios.
Los reyes gobernaban a
sus pueblos como una manifestación de la voluntad de Dios, era Dios
quien había decidido que tal o cual familia fuera la familia real, y
que de ella salieran los reyes. Claro, evidentemente, cuando un rey
era destronado o derrocado, era porque Dios había decidido derramar
su gracia sobre su rival. Al final, el carácter sacro era inherente
e inseparable del poder terrenal. Podríamos hablar mucho de esto,
pero en resumen, esto es sólo una introducción sobre el por qué la
tercera novela de Sharon Kay Penman sobre la Guerra de las Dos Rosas
recibe
este nombre revelador:
Por la Gracia de Dios.
Y es que para cuando el
protagonista de las novelas de Penman, Ricardo III, llega a su trono,
lo ha hecho acompañado sin duda de la Gracia de Dios. Ricardo III,
miembro de la Casa de York, ocupa el trono de Inglaterra después de
la batalla entre los York y los Lancaster, la llamada Guerra de las
Dos Rosas, después de heredarla de su propio hermano. Para mantener
la corona, Ricardo ha tenido que luchar contra viejos amigos, y
contra su propia familia. Pero para cuando comienza Por la Gracia de
Dios, Ricardo se encuentra asentado en el trono de Inglaterra,
dispuesto a formar su propia familia real.
Pero el destino tiene
planes diferentes, y a pesar de haber derrotado a numerosos enemigos,
incluyendo amigos y familiares, una nueva amenaza se cierne sobre la
Inglaterra dominada por Ricardo de York. La Guerra de las Dos Rosas
no ha terminado, y los pretendientes Lancaster al trono parecen aunar
fuerzas en torno a la figura de Enrique Tudor, Duque de Richmond.
Mientras Inglaterra se prepara para una nueva guerra, Ricardo se
enfrenta a enemigos más terribles aun, pues ante la enfermedad y la
muerte que se cuelan en su familia, poco puede hacer, por mucho que
sea el Rey de Inglaterra y cuente con la Gracia de Dios.
No voy a hablar más de
este libro, ya que aunque es un evento histórico, si alguno decide
acercarse a la historia de esta manera, no seré yo quien se les haga
el spoiler, simplemente decir que en Por la Gracia de Dios, la
escritora Sharon Kay Penman nos habla de los últimos años del
reinado de Ricardo III, llegando a su punto culminante en la batalla
de Bosworth, que cambiaría la historia de Inglaterra, y con ella, la
del mundo. A nivel narrativo, la historia es la heredera de los dos
libros anteriores, en ella continúa el estilo desenfadado aunque a
veces demasiado lento de la escritora, y si tengo que ponerle alguna
pega es que el ritmo se me hace demasiado “equilibrado”, es
decir, no termina de acelerar o enganchar en los momentos más
dramáticos de la historia. Todo es como demasiado medido y comedido.
Aún así, ha sido un
libro genial de leer, aunque mentiría si digo que soy justo al
hablar de estas temáticas... es como con Juego de Tronos, a Martin
se le perdona casi todo...
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