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lunes, 16 de marzo de 2015

MAGO: LA TIERRA YERMA III

La medianoche ya había pasado, así que según los consejos recibidos por los personajes de Meridia Sribunda, los personajes, llevando el cadáver de la joven asesinada en Mundo Freak a la tienda de las adivinas. Allí se encontraron con una anciana, Fata Scribunda, que admitió recorrer la Senda de Cara, la diosa de la Curación. Fata realizó un preparado para los personajes, un brebaje que podría eliminar las celadas que el Circo iba clavando en aquellos que recorrían su espacio. Sin embargo, Fata no fue optimista respecto a la lucha de los jugadores contra el Circo, pues consideraba que el Circo de Medianoche no podía ser detenido, y que como mucho, podrían minimizar sus efectos. Sci-Fi expuso sus planes para liberar a las criaturas prisioneras en el Museo de Rarezas, pero Fata no estaba de acuerdo en la acción, pues podrían liberar sobre el mundo a criaturas tocadas por los patrones del Circo, Apophis (el dios egipcio de la corrupción) y el Wyrn Profanador. Justo antes de abandonar la tienda, Sci-Fi recibió un extraño consejo de Fata, afirmándole que en el futuro tendría que valorar que tipo de esclavitud podría sufrir la gente a la que amaba, y si podría liberarlas. 

Un nuevo... ¿amigo?

Sci-Fi, a pesar de los consejos de Fata, que se hizo cargo del cadáver de la muchacha, se transportó al interior del Museo de Rarezas, que ya estaba cerrado, encontrándolo vacío, pero allí fue sorprendido por el ataque de una criatura con forma de espantapájaros, que le hirió gravemente en el pecho con una guadaña, antes de que el Adepto Virtual pudiera utilizar sus habilidades de Correspondencia para volver a salir. En el exterior, fue atendido de inmediato por Eyes, y finalmente, decidieron dejar atrás esa noche el Circo, encontrando justo antes de salir un documento que alguién había desechado, una hoja burlona en la que el firmante cedía su alma a Devyn Cavendish y el Circo de Medianoche... 

Todos llegaron al hotel agotados y temerosos de las propias heridas que el Circo parecía estar abriendo en su alma. Mientras Eyes, Myrddin y Sci-Fi descansaban, Detector comenzó a buscar información sobre Mars Electronic, descubriendo que se trataba de una empresa un tanto sombría, dedicada a la seguridad y al trabajo en ultrasonidos, y tratando de infiltrar un troyando en sus sistemas; mientras Balam continuaba la lectura de los diarios de Ellen, descubriendo en ellos que su esposa había encontrado pistas que llevaban a un portal a Malfeas, y que se las daría un anticuario llamado Bassett, en Nueva York...  Bassett, el anticuario cuya tienda estaba en la planta baja del hotel, 

A la mañana siguiente, durante el desayuno, se encontraron una desagradable sorpresa: dos agentes de la policía de NY llegaron al hotel, buscando a Detector, acusándole de delitos informáticos. Detector fue llevado a una comisaría, y Eyes le acompañó, pasando allí buena parte del día. Mientras esperaba en la sala de espera, Eyes descubrió que una niña había desaparecido esa mañana, Catelyn, una niña que había coincidido con ellos en el Palacio de los Espejos. Mientras, Sci-Fi acudía a un cibercafé para poder eliminar los pasos de Detector la noche anterior, eliminando su rastro en la red, y teniendo que huir a toda prisa de unos Hombres de Negro que al parecer llegaron buscándole, provocando una reacción de Paradoja que reabrió sus heridas cuando intentaba transportarse a San Francisco para meditar en Chinese Red. Y por su lado, Balam y Myrddin acudieron a encontrarse con John Bassett, el anticuario, en busca de pistas de la Danzarina Escarlata. El señor Bassett, sufrió una suerte de vahído al ver a Balam, ya que le recordaba a alguien de su pasado. Tras una preguntas de Balam, el anticuario le permitió ver un libro que pertenecía a su familia y que un hombre parecido a él y una mujer habían ido buscando cuando él solo era un niño. Tras hojear el libro, Balam y Myrddin vieron que era una especie de tratado sobre lo que podían ser portales, de modo que Balam se ofreció a comprar el libro, aunque Bassett se negó a ello, ya que era una posesión familiar. Sin embargo, Myrddin realizó una oferta económica que Bassett no pudo rechazar, aceptando la transacción. Pero además, Myrddin se dio cuenta de que la foto que Balam mostraba de su esposa, era una foto antigua, de los años cincuenta. Los negocios en la tienda se interrumpieron cuando hicieron su aparición Astarté y del Doctor Owl, del Circo de Medianoche. Bassett de inmediato cayó ante los encantos de Astarté, y comenzó a narrarle las leyendas y cuentos que corrían sobre el hotel y su salón de baile. Astarté pidió ver el salón, y temiendo que descubriera el árbol, los personajes trataron de impedirlo, pero Bassett parecía estar completamente dominado por la Reina del Otoño, así que fue imposible. Bassett guió a Astarté y Owl, seguidos por Balam al Salón de Baile. Mientras Myrddin revisaba la tienda por si había objetos mágicos, Balam llegó a tiempo de ver como Astarté, en la Penumbra, hundía una aguja en el Olmo de Plata, que de inmediato cambió su luz a una luz violácea, apagada, antes de que la Reina del Otoño y su acompañante desaparecieran.

Tras reunirse de nuevo al atardecer, tras una conversación entre Balam y Myrddin, todos se dieron cuenta de que había incoherencias temporales en los objetos que Balam había recogido de su antigua vida en Nueva York. Para Balam eran objetos actuales, pero para ellos, eran fotografías oscuras, diarios llenos de polvo, y un dvd vacío. Aún dando vueltas a esto, decidieron acudir a la fiesta de Rod Lightner, a la que tambíen había acudido Devyn Cavendish, el Jefe de Pista del Circo de Medianoche, que parecía bastante amigo de Lightner. Tras examinarles desde la Penumbra, Balam descubrió que Lightner era un Despertado, Agobiado por la fiesta, que no era su lugar, Sci-Fi salió del recinto, a tiempo de ver una camioneta que se acercaba a toda velocidad hacia la casa, a tiempo de utilizar sus poderes de Correspondencia para reducir el espacio de movimiento del vehículo, y evitando que pudieran alcanzar de pleno con sus armas el recinto. Dentro, los cristales estallaron por los disparos de las balas, causando varias muertes. En pleno caos, uno de los sicofantes de Lightner sacó un arma y se volvió hacia él, disparándole, aunque sería salvado por Cavendish. Pronto el atacante sería detenido por la seguridad de Lightner, que acusaba del ataque a los Demócratas, aunque para Sci-Fi, eran más bien pandilleros, dirigidos por una mujer llamada "Blanca". 

A pesar del destrozo, Lightner no se mostró demasiado afectado, y los personajes le escucharon decir que continuaría la noche jugando en el Circo, en la Casa de la Fortuna de Cavendish. Los personajes también decidieron volver al Circo, haciéndose más marcada la influencia de este en Myrddin. Mientras Sci-Fi y Balam buscaron los santuarios de Cara, encontrando uno en el comedero de los elefantes, que Sci-Fi consiguió activar, librándose de varias celadas del Circo, y luego acudían al encuentro de Fata Scribunda, que les habló de como el circo solía "drenar" la magia de los lugares que visitaba, provocando su alarma y que decidieran correr hacia el Hotel (descubriendo a través de Correspondencia y Espíiritu que Astarté estaba allí); el objetivo de Detector, Eyes y Myrddin era encontrar a la pequeña Catelyn. Eyes creía que el poder corruptor del Circo podría convertir a los humanos en monstruos, así que entraron en Ciudad Freak, donde fueron atacados por la Arpía. Myrddin consiguió hacerla caer envuelta en llamas, pero sus gritos alertaron al resto de los habitantes de Ciudad Freak, Huyendo gracias a un muro creado por Detector, este y Eyes fueron atacados por el Espantapájaros, que fue dispersado por Myrddin tras herir a Detector. Vieron a Lightner huir del circo, pero se pusieron en contacto con Sci-Fi, que les informó de lo ocurrido en el Hotel, y todos pusieron de inmediato camino hacia allí. Sci-Fi escrutó el futuro, viendo trémulas escenas apocalípticas en las calles de la Tierra Yerma, y él y Balam se prepararon para enfrentarse a Astarté... pero llegaron demasiado tarde, y la Reina del Otoño ya había robado el Olmo de Plata, por lo que no había nada protegiendo el barrio cuando se disparó la Ola de Atrocidad. Posteriormente, sabrían que Lightner la había disparado desde Mars Electronic tratando de huir de Cavedish, pero en ese momento, sólo sintieron un ataque sónico, Aunque los personajes consiguieron resistir la Ola de Atrocidad, muchos no fueron tan afortunado, cerca de ochocientas personas murieron aquella noche o los días siguientes debido a la Ola de Atrocidad. Aquella noche, mientras el Circo abandonaba la ciudad, desde la azotea del hotel, un derrotado Balam pudo contemplar en la Penumbra la marca de uno de los patrocinadores del circo: la noria, en forma de gran serpiente que se muerde la cola, llena de rayos y las tormentas del Maelstrom que seguía al circo, la forma de Apophis el Corruptor. 

Un vistazo al futuro...



PD: Entre las nubes que cubrían el mundo a su alrededor, henchidas de azufre y gases letales, los ojos oscuros y huecos del Dios de la Muerte escrutaron el cristal. Su rostro era grave, y en su mente, sus pensamientos parecían filtrarse a su entorno, provocando la aparición de criaturas de muerte entre la niebla y la oscuridad. 

La mujer se acercó a él, quizá la única que se atrevía a perturbar al Gran Segador en sus meditaciones, y él la contempló, sin expresión. 

-La Cruzada debe comenzar, mi señor. Hay muchos infieles ahí fuera, traidores que deben morir... 

-Aún no. Ahora no es el momento. Pero pronto.

Y las palabras del Gran Segador, fueron como hielo. El mundo pronto recordaría al Dios de la Muerte. 

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