El despropósito en el que los trasladado de Image a Marvel habían convertido a Los Vengadores durante el experimento Heroes Reborn, se vio rápidamente abortado tras un año de desarrollo confuso con una vuelta a la "normalidad", lo que viene siendo el Universo Marvel tradicional y el lanzamiento de un tercer volumen de "Los Vengadores".
Los artífices de este relanzamiento fueron Kurt Busiek y el maravilloso George Pérez, en una de las mejores etapas que he visto al frente de los Héroes Más Poderosos de la Tierra. Busiek había demostrado ser uno de los estandartes del old-style de Marvel, consiguiendo llevar al éxito sus Thunderbolts, junto a otro dibujante que llegaba para convertirse en estrella, Mark Bagley, y sin duda, era el mejor preparado para devolver a los Vengadores el esplendor que habían perdido en los últimos años. Y lo hizo con una de las mejores alineaciones de Vengadores que ha conocido la historia del grupo, con pocas variaciones (las justas para mantener la tensión), villanos nuevos (Pagan, Lord Templar, la Comprensión Trina), y clásicos (Ultrón Ilimitado es considerada por muchos la mejor saga de la historia reciente de los Vengadores). Busiek llevaría a los Vengadores de un extremo a otro del planeta, geográfica y temporalmente, trayéndonos unos Vengadores de Camelot en su enfrentamiento con Morgana, o unos Vengadores de Fantasía Épica con Kulan Gath. George Pérez sería el compañero de Busiek en buena parte de su etapa, aunque cuando Pérez decidió dejar la serie, esta no perdió empuje. Alan Davis se marcaría algunas historias, y después llegarían Manuel García y Kieron Dwyer para poner fin a la larga etapa de Busiek en la serie con la que es para mí la mejor historia de los Vengadores: La Guerra de Kang.
En este saga, Kang y su hijo, Marcus, llegan a la Tierra para dominar de una vez por todas el tiempo de los Vengadores. Desde una nave orbital con forma de espada, Damocles, Kang lanza su ataque sobre las naciones de la Tierra, aprovechando el descontento de Desviantes y Atlantes, por ejemplo, o la amenaza que supondría para el mundo el regreso de La Presencia en Rusia; o el Triple Mal de la comprensión Trina que llegaba desde el espacio. En una larga saga, los Vengadores batallaban en múltiples frentes con Kang y otros enemigos, incluyendo el Amo del Mundo, el viejo enemigo de Alpha Flight, con una gran importancia en esta saga. Por supuesto, los Vengadores conseguirían superar las difiicultades en que les pondría Kang, con un emocionante encuentro puño con puño entre el Capitán América y el Conquistador, que al final de la guerra se vería obligado a hacer el sacrificio más grande para él.
La Guerra de Kang supondría también el fin de la etapa Busiek en Los Vengadores, y el arranque de una nueva etapa.... que se las prometía muy felices pero que no lo fue tanto. El sustituto de Busiek fue Geoff Johns, que en aquellos momentos comenzaba a obtener fama por su trabajo en DC, y que aterrizaría en Vengadores continuando con Kieron Dwyer a los lápices, pero que contaría con números sueltos de Gary Frank e Iván Reis, y sagas con un espectacular Oliver Coipel y con el siempre sorprendente Scott Kolins. Johns contaría principalmente tres historias largas: la aparición de un Nuevo Zodíaco (trama que a día de hoy sigue inconclusa), la maravillosa Zona Roja en la que los Vengadores se enfrentan a una de las encarnaciones más siniestras de Cráneo Rojo; o la Búsqueda de Hulka, en la que Ojo de Halcón retornaría al equipo. Pero en el horizonte se vislumbraba un cambio masivo en la franquicia Vengadores, y Johns no estaba invitado. Johns se despediría de la serie con un número espectacular, no por lo épico, sino por lo duro de su contenido, con un pederasta secuestrando a Cassie Lang, la hija del Hombre Hormiga, y Sota de Corazones suicidándose arrojándose con el criminal al espacio, poniendo fin al conflicto que Johns había creado entre ambos héroes en su corto periplo por la serie.
Mientras en el horizonte se hablaba ya de Nuevos Vengadores y de la llegada de Bendis a la serie, aterrizó en Vengadores el controvertido Chuck Austen, que llegaba de la franquicia mutante y que se trajo a los Vengadores sus tramas de conflictos sentimentales y cotidianos. Con Oliver Coipel y Scott Kolins, Austen trazaría un par de sagas (Corazón de León de Avalon y Una vez Invasor...), con la creación de un nuevo Capitán Britania en la desafortunada Kelsey Leigh, pero el recorrido del héroe sería tan corto como el de su creador. El número 85 del tercer volumen de la serie se renumeró, y sumando todos los números de los tres volúmenes, llegó a las tiendas como Los Vengadores 500. Y ahí comenzó el fin, un fin rápido que vendría de manos de Brian Michael Bendis y David Finch en la saga Desunidos, que se prolongaría hasta el 503, con un epílogo en el número 504.
En Desunidos, asistimos al peor día en la historia de los Vengadores. Sota de Corazones regresa desde el espacio, estallando en el jardín de los Vengadores, destruyendo la Mansión y matando al Hombre Hormiga, serían atacados por Ultrón que parecía haber tomado el control de la Visión, que moriría en manos de una Hulka enloquecida. El Hombre de Hierro aparecería aparentemente bebido ante las Naciones Unidas, y sin haberse aún recuperado y con Capitán Britania y la Avispa gravemente heridas, los Kree atacarían la Mansión, donde los Vengadores y sus aliados tendrían que hacerles frente, perdiendo en el camino a Ojo de Halcón. Finalmente, la intervención del Doctor Extraño daría un culpable a este ataque: La Bruja Escarlata y sus poderes alteradores de la realidad. La locura de la Bruja se había desatado, y era ella quien estaba destruyendo a los Vengadores.
O mejor dicho, quien los había destruido, porque después de Desunidos, los Vengadores desaparecerían como tal... y a día de hoy, no han vuelto. Sí, hay series de Vengadores, muchas. Nuevos, Poderosos, Mundiales, Cósmicos, Secretos... hay muchos Vengadores, pero sin duda, en Desunidos acabó una historia que se había prolongado durante 504 números, especiales aparte, la de los superhéroes más poderosos del mundo.
Ave Vengadores.
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