Hoy hablaremos de cine, además del cine que hace historia. Ya habéis visto por el título del post cual es la película, Cisne Negro, obra que le ha hecho ganar un Óscar a la mejor actriz a Natalie Portman, y que ha estado nominada a muchos otros, entre ellos el de Mejor Película.
En Cisne Negro, Natalie Portman interpreta a Nina, una bailarina de clásico prácticamente perfecta. Es disciplinada en su trabajo y en su vida (vida que vive bajo el manto de una madre sobreprotectora, una mujer que proyecta en su hija sus propios sueños incumplidos), entregada al baile en cuerpo y alma, y de una técnica depurada y prácticamente perfecta. Es la bailarina ideal para interpretar a la Reina Cisne en la archiconocida El Lago de los Cisnes, la obra maestra de Tchaikovsky… de no ser porque la misma bailarina que interpreta a la Reina Cisne en su versión de Cisne Blanco (la bella Odette), debe interpretarla cuando se convierte en el Cisne Negro (la malvada Odile), y esta es todo lo contrario de lo que Nina representa: frente al dominio, Odile es pasión, frente al control, Odile es caos. Y junto a una de las bailarinas secundarias, Lily (interpretada por Mila Kunis), Nina comienza el descenso, la transformación personal y profesional necesaria para convertirse en ese personaje que debe interpretar.
Cisne Negro es la historia de una caída, la de Nina, de cómo se precipita desde la perfección que es su vida antes de implicarse en esa obra genial que es El Lago de los Cisnes, un descenso al infierno de lo personal, de lo interior y de la oscuridad. Con una Natalie Portman realmente brillante al frente de un reparto de lo más solvente, la película nos conduce, de forma lenta al principio y precipitada hacia el final, a través de una compleja construcción, realizada, además de a través del trabajo actoral, gracias a un excepcional trabajo de fotografía, y especialmente apoyada por una banda sonora que, al margen de la diseñada específicamente para la película, cuenta con la que es probablemente la mejor de las obras del ballet clásico, la propia música de El Lago de los Cisnes, una auténtica joya de la historia de la música, intensa y desgarradora, al tiempo que mágica y envolvente, cálida y pasional.
No tengo mucho más que decir al respecto, creo que ya han corrido ríos de tinta sobre esta película, y el que no la haya visto, que no lo dude. Merece la pena absolutamente.
6 comentarios:
Todo esto sin contar con que la cabezona se monta un lésbico mental que flipas, que siempre es de agradecer xD.
Sólo una pega, en mi opinión, Tomás: lo de grabar toda la peli "cámara en hombro" buscando el efecto que sea puede ser muy de autor, pero da un mareo importante.
Pues a mi el detalle de la grabacion cámara a hombro fue de lo que más me gusto, por aquello de que transmite bastante dinamismo, y el mareo es apropiado, es la misma sensacion que debe sentir el personaje.
Sobre tu otra apreciacion... ¡¡degenerado!!
Llevo una semana encerrado en casa con neumonía, tendría que estar en Suecia ahora mismo pero no lo estoy porque mi médico no me dejó irme... pensar en la cabezona y su amiga es uno de los pocos consuelos que me quedan, créeme xD.
Me gustó bastante, sobre todo por el trabajo de Natalie Portman y por la labor de Darren Aronofsky, director que sigue un esquema similar al de la también genial The Wrestler.
¡Saludos!
Charlie, macho, cuidate.
¡¡Mike, gracias por tus comentarios!!
Una gran pelicula, espero seguir viendo pelis de este hombre
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