No es la crónica de un mundo... es la historia de muchos.

viernes, 7 de diciembre de 2012

LOS VIERNES DE MARCO: MI PRIMERA VEZ EN EXPOCOMIC




            Y si. Me voy a salir de lo habitual ochentero y noventero de lo que suelo hablar (que fantasma soy… ¡llevo dos post y voy de veterano de guerra!) y voy a contar un poco mi experiencia en el expocómic de la semana pasada. Bueno, realmente si puede entrar en la sección ya que había cómics (y más cosas) de todos los años y colores… Así que me voy a dar el lujo de escribir sobre ello. ¡Ea!
            Y empezamos por el jueves. ¿Qué pasó el jueves? ¡Ah, si! Fue un día más o menos tranquilo. Digo más o menos porque allí no hay más que cómics y más cómics. Peeeero… ¡tachán! Toma sorpresón. Encontré un portafolios con 7 láminas de… ¡Azpiri y sus juegos ochenteros! Por supuesto, hice parar al bueno de Tomás mientras señalaba el portafolios y le explicaba que era la portada de “Viaje al Centro de la Tierra” de Topo Soft. La mujer muy amablemente me lo acercó y pude comprobar que estaban las maravillas de “Abu Simbel Profanation”, “Phantis”, “Titanic”, “Army Moves”… ¡Le falto tiempo a Tomás para regalármelo! ¡Mil gracias! Allí apareció todo el mundo y nos fuimos con Dani a comer a un Vips. Por cierto. Madrid da asco. Como suena. Todo zonas verdes o azules, coño. A la vuelta de la comida, pues más de lo mismo. A mirar cómics hasta la hora de irnos.



            El viernes fue el día más movidito. Quedé con Tomás, Pedro y Luis a eso de las 7:00 para intentar pillar un buen sitio para los dibujos y las firmas. Pero ya empecé con mal pie. Como Madrid es azul y verde para aparcar pues nos fuimos a un parking. No hago más que aparcar y el imbécil simpático señor del parking haciéndome señas para que acerque el coche a la columna. Lo acerco, me dispongo a salir y me dice que no, que aún hay que acercarlo más. Pues ooootra vez a colocar el coche. Luego llevamos un amigo más del que todos nos encariñamos. Si. Por supuesto que hablo del termo de caldo de Tomás. A mi, personalmente, me salvó la vida. Tras un buen rato de frío, entramos. Y tenemos la suerte de que nos toca la rara delante y el friki octogenario detrás. Ni que decir tiene que me dieron la chapa durante un rato, pero luego se entendieron entre ellos y nos dejaron en paz. Creo que de ahí saldrá una bonita historia de amor (y humor). Pues pillamos unos numeritos (a mi me tocó el uno de un tal Félix Ruiz, que no apareció el muy…) y entramos otra vez. Y me colapsé. ¡Sufrí una saturación extrema! (Aparte de que estaba con dolores de garganta y tal). Y llegó la anécdota del día. Pedro va al baño pero se queda mirando el puesto de las chuches y dice: “Menudo pedazo de plátano”. Os podéis imaginar el cachondeo posterior, claro. Por cierto, las chuches muy ricas pero carísimas. Fuimos a una pizzería (de la que no recuerdo el nombre, lo siento) y volvimos oooootra vez. La tarde fue mucho más divertida. Para empezar Tomás se apuntó a un trivial de DC al que no se presentó. E hizo muy requetebién, ya que estuvimos jugando al “Zombiecide”, un juego de mesa de Edge en el que tienes que escapar de una invasión zombie. Un cooperativo en el que, más que cooperar, nos ignorábamos unos a otros. La muchacha que nos enseñó el juego estaba desesperada, por mucho que lo intentase disimular. Jugamos Tomás, Luis, Pedro y yo. Pero se unieron a la partida Farruquito y el primo por parte de padre de los Jackson Five. Luego llegó Dani y completamos el plantel. Tras la partida (sin terminar, aunque estábamos realmente jodidos y sin posibilidades) fuimos a la charla de Salvador Larroca. Y, aunque el mundo del cómic no me entusiasma, me gustó. Hablo de sus comienzos, de como va un poco el mundillo este y le contó a Luis y Pedro lo jodido que es llegar y mantenerse (a mi me sonó a “aquí cortamos el bacalao unos cuantos y el resto no pinta nada”). Luego fotito de rigor con la estrella invitada. Salimos escopetaos a por los dibujos y, como comenté, el que me iba a hacer un dibujo a mi no vino. Así que me quedé sin Calamardo. Tomás corrió la misma suerte (era el 5º de Padilla), pero Luis y Pedro le regalaron su Conan para que se llevase algo. ¡Que grandes, chavales! Después volvimos a casa y a dormir…



            El sábado fuimos a por Moi. Fue un día muy movido por la cantidad de gente pero muy tranquilo porque solo fuimos un rato. Había de todo. Pikachus, Batmans, Capitanes América y viejas con cardados imposibles. Pero esta vez tanto Tomás como yo fuimos con más tranquilidad y salió mejor el día (menos estresante, al menos). Esta vez no pillamos número para dibujo. Volvimos a entrar y vimos que estaba todo hasta arriba. Lleno de esos Otakus que tanto gustan al creador del blog y a sus amigos (nótese la ironía). Por la tarde fuimos a la charla de David López. Aunque no os lo creáis entré el TERCERO tras Dani y Moi (si, contra ellos no se puede hacer nada). Luego entraron los demás. Como dijo Tomás: “parece más una quedada de amigos que una charla”. Y es que allí coincidieron Tomás, Dani, Moi, Txema, Natán, etc… ¡allí el extraño era David López, coño! Eso si, el tío es genial. También nos hablo del mundillo ese pero me pareció mucho más optimista que Larroca. Y nos quedó muy claro que es más de mutantes que de vengadores. ¡Me lo apunto por si algún día lo preguntan en el Trivial de mi cuñada! Y poco más dio de si el día. Bien es cierto que no encontramos a Rómulo, pero creo que fue porque no vino. Y antes de irnos, pues fuimos a una exposición sobre España e Israel. Muy interesante.
            Y hasta aquí mi experiencia en expocómic. Me dejo muchas cosas, pero creo que es lo suficientemente claro como para dar a entender que es muy estresante aunque muy muy entretenido.
            ¡¡Felices Pesadillas!!

2 comentarios:

Oneyros dijo...

Muy buen post, pero para la proxima vez, tienes que mantener la intriga del sketch no conseguido hasta el ultimo minuto, crea mayor expectación.

Por cierto, esta genial, que todo el mundo este posando para la foto menos yo ... Esta te la guardo XD

Tomás Sendarrubias dijo...

¡La pizzería era NetPizza! Que memoria...

Un resumen muy acertado de todo lo que vivimos esos días, ¡yo no hubiera podido hacerlo mejor! El viernes fue un día duro, y lo aguantaste como un campeón.

¡¡Muchas gracias!!!