Nos
siguen llegando novedades dentro del nuDC, y este mes, una de ellas ha sido la
colección cuyo primer tomo vamos a comentar hoy: Capucha Roja y los Forajidos, o lo que viene siendo lo mismo, la
versión de este nuevo mundo de una de las colecciones míticas de DC, Outsiders.
Para
actualizar este concepto, DC ha recurrido a reunir a tres personajes que apenas
habían coincidido antes (más bien nunca) dentro de la misma formación: Capucha
Roja (el antiguo Robin devuelto a la vida en misteriosas circunstancias, Jason
Todd), Arsenal (un Roy Harper que no ha vivido toda la tragedia que se centró
en él en los últimos tiempos del antiguo Universo DC) y Starfire (que continúa
siendo la misma Koriand´r de Tamaran, sólo que un poco más tonta).
Como
veis, el grupo es… peculiar, dos justicieros de carácter urbano y una princesa
extraterrestre, quizá un equilibrio de poderes un poco desajustado. Sí que es cierto
que recurrir a Capucha Roja es un acierto por parte de Scott Lobdell para esta
nueva creación de los Outsiders. El “Robin Oscuro” había tenido varios momentos
de gloria en el mundo anterior a Flashpoint, desde su resurrección hasta su
aparición como el justiciero oscuro Capucha Roja en el Batman y Robin de Morrison, pasando por su intento de convertirse
en Batman durante La Batalla por la
Capucha. Jason Todd es el lado oscuro de Robin y por lo tanto, del propio
Batman. Lobdell ha preferido dejar un poco en el aire los motivos de su
resurrección tras ser asesinado hace muchos años por el Joker en una de las
escenas más icónicas que se recuerdan en la franquicia del Murciélago.
Recordemos que Jason había resucitado a merced de algo tan coherente como los
puñetazos a la realidad de Superboy Primo en los tiempo anteriores a Crisis
Infinita y la creación de Nueva Tierra; de modo que Lobdell ha obviado esto,
dejando la responsabilidad (en parte) de la resurrección de Jason en manos de
Talía al-Ghul y las Fosas de Lázaro, que le hubieran devuelto su “alma”.
Jason
se reúne por azar con Starfire, y juntos, rescatan a Roy, convertido en un
activista internacional tras su “caída de Q-Core”, sea lo que sea eso, que
todavía no ha quedado muy claro, pero que algo tiene que ver con Industrias
Queen. Juntos, estos tres “forajidos”, deben investigar lo ocurrido a un grupo
de “monjes luchadores” residentes en el Himalaya, en un lugar llamado La
Totalidad (y que recuerda bastante tanto a los instructores de Elektra, la
Casta, como a ese lugar místico del antiguo universo DC que era Nanda Parbat).
La Casta Total llevaba milenios enzarzada en una guerra (cuyo sentido
desconocemos) con otro grupo de asesinos, los Sin Nombre.
Capucha
Roja, Arsenal y Starfire persiguen a los miembros de los Sin Nombre, tratando de
averiguar el motivo de la ruptura de la tregua entre la Casta Total y los Sin
Nombre, y lo hacen a través del mundo, en una historia que va pasando del
presente al pasado de Jason, donde podemos ver más cosas sobre la Casta Total y
los Sin Nombre… que tienen algo que ver con un villano muuuuy clásico del
antiguo universo DC, cuyo estatus actual aún no se ha aclarado.
¿Qué
aporta exactamente Capucha Roja y los
Forajidos al resto del nuDC? La verdad es que de momento poco. Lobdell nos
plantea un argumento básicamente sencillo (el conflicto entre la Casta Total y
los Sin Nombre), aunque sorprendentemente, consigue diluirlo bastante y de
hecho, al final de este primer tomo, no queda resuelto, al tiempo que los
Forajidos se encuentran de pronto en Gotham mientras estalla a su alrededor la
Noche de los Búhos. Junto a Lobdell, tenemos en estos números a Kenneth
Rocafort, procedente de Wildstorm y
que parece atrapado en una especie de revival noventero en su estilo, con una distribución
de viñetas un tanto confusa y un estilo que recuerda poderosamente al de Breth
Booth… Y eso no es necesariamente bueno…
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