Este verano, con los estrenos de las pelis de superhéroes, el tándem entre Spielberg y Abrams y demás, la cartelera parecía estar de lo más interesante. Y otro de los puntos fuertes ha sido, sin duda, el reboot del clásico “El Planeta de los Simios”, que ha llegado a nuestras pantallas como “El Origen del Planeta de los Simios”, aunque hay que reconocer que su título en inglés, Rise of the Apes, mola mucho más que el título traducido.
Y hay que reconocer que la película, aunque cortita (apenas 97 minutos), mola un huevo.
James Franco y Andy Serkis ponen las dos “caras” principales a esta producción, aunque en el caso de Serkis se nota poco. Franco, al que ya hemos visto poniendo cara a Harry Osborn en las tres producciones de Spiderman protagonizadas por Toby Maguire, interpreta a Will Rodman, un investigador que descubre el Virus 112, un producto farmacéutico cuyas cepas parecen poder utilizarse para mejorar el cerebro, y que se proyecta pueda servir para paliar enfermedades como el Alhzeimer. Por supuesto, en la empresa farmacéutica, situada en San Francisco, las pruebas se están realizando con chimpancés, pero el comportamiento violento de una de ellas, una hembra, Ojos Claros, hace que se cierre el proyecto. Sin embargo, Will descubre que Ojos Claros sólo estaba protegiendo a su cachorro, al que decide cuidar personalmente, y al que llama César… y que parece haber heredado los efectos del 112. Y aquí es donde entra Andy Serkis, que parece haberse hecho especialista en dar vida a criaturas digitales. Ya le vimos poniendo expresión y movimiento al mismísimo Gollum, ha interpretado al Capitán Haddock en Tintín, y ahora, se convierte en César.
La evolución del argumento no es precisamente sorprendente. Un incidente con las autoridades envía a César a un centro de internamiento para simios, donde es maltratado por uno de sus guardianes; mientras que por otro lado, la empresa farmacéutica decide reiniciar los estudios con una nueva cepa del 112 más fuerte, la 113… y bueno, hacia donde lleva todo esto lo sabéis, porque seguro que en la cabeza de todos está la imagen de Charlton Heston en El Planeta de los Simios, descubriendo que el extraño planeta en el que se encuentran, dominado por simios humanizados, es la Tierra. Sin embargo, en El Origen del Planeta de los Simios no se trata de sorpresas argumentales, sino de cómo se lleva a cabo la narración de la historia. Y en eso, esta película tiene un diez. Poco a poco, durante la primera hora, la película nos va llevando hacia el punto de no retorno, el detonante que dispara la segunda parte de la película, los últimos treinta minutos… que son realmente alucinantes. Acción desenfrenada, con las imágenes de los simios recorriendo San Francisco (no es spoiler, que han salido en todos los trailers…), el enfrentamiento entre los animales liderados por César y la policía de San Francisco… Te deja sin aliento.
Por supuesto, El Origen del Planeta de los Simios trata de mantener un cierto fondo… vamos a decir que filosófico y moralista, pero ya hemos visto cosas parecidas tantas veces que no sorprende. ¿Quién es más animal, el hombre o el simio? Seguro que ya conocéis todos la respuesta que da la propia película. Así que lo mejor es no prestarle demasiada atención a este trasfondo pseudoético y quedarse con el verdadero punto fuerte de El Origen…, el hecho de que se trata de una genial película de entretenimiento. También hay que estar un poco atentos, ya que en algunos momentos, encontramos un par de “huevos de Pascua”, pequeños detalles que enlazan esta precuela con la película original, y que ayudan a mantener eso que a los frikis tanto nos gusta y que llamamos “continuidad”.
Además del genial trabajo de Andy Serkis (las expresiones de César, su movimiento… son auténticamente reveladores), hay que destacar también que James Franco, poco a poco, parece estar haciéndose con un hueco importante en el mundo del cine, y es realmente un actor al que tener en cuenta. Ya le hemos visto encarnando a Harry Osborn, como pareja del activista de los derechos gays Harvey Milk en Milk, ha sido nominado al Óscar por su papel en 127 horas, le tenemos ahora como origen del propio Planeta de los Simios, y próximamente, hará del propio Oz en la producción Oz: El Grande y Poderoso. Desde el Iconocronos, le auguramos un futuro lleno de grandes éxitos, y esperamos con gran entusiasmo poder ver esa nueva versión de la obra magna de Frank Baum.
¡Todos al cine, que esta peli merece la pena!
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