Como ya viene siendo habitual y como ya hemos comentado alguna vez en el Iconocronos, los crossovers que las grandes editoriales de comics nos traen últimamente vienen repitiendo un mismo esquema, tanto en Marvel como en DC: una serie principal donde se desarrolla el corpus de la saga, y una serie de tie-in publicados bien como seriales o dentro de las series habituales de la compañía. Es el caso que nos ocupa hoy, JLA (JSA): El Día Más Brillante. Y pongo en paréntesis JSA ya que aquí en España, Planeta ha editado (de forma acertada, todo sea dicho), el crossover entre las dos series y El Día Más Brillante en un solo tomo. Los movimientos editoriales que se estaban realizando alrededor de JSA, con la división del grupo en dos (los All-Stars y la JSA propiamente dicha… que curioso que pasen de tener dos series a quedarse sin ninguna tras Flashpoint) permitieron que Robinson y Bagley, el equipo actual que se encuentra en los guiones de JLA, se hicieran cargo de un par de números de JSA, de modo que, salvo el epílogo, dibujado por el talento patrio Jesús Merino, en sí toda la saga disfruta de uniformidad tanto a nivel de guión como de dibujo.
Bueno, de momento es todo positivo, ¿no? O sea, quiero decir, con el acierto que está teniendo Planeta últimamente en sus publicaciones, ya que acierten con el formato para una historia es un triunfo. Acertado el continente, pasemos al contenido. Bueno, no. Normalmente, cuando hablo de cómics, tengo una estructura mental fija: hablo primero del guión, y luego del dibujo. Esta vez lo voy a hacer al contrario, ya que creo que el genial Mark Bagley hace un trabajo con tanta calidad como al que nos tiene acostumbrados, dinámico y desplegando una gran habilidad narrativa. Así que, OK también al dibujo de Bagley.
Bueno, James Robinson es un escritor de solvencia reconocida, como ha demostrado en su trabajo en Superman, el relanzamiento de la JSA junto a David Goyer, los tomos de Vértigo de Brujería (sobre las tres brujas de Sandman) y otros muchos trabajos. Cuando dijeron que, tras su controvertida JLA: Cry for Justice, Robinson se iba a hacer cargo de una JLA totalmente renovada, y cuya alineación de hecho, se está cerrando aún a día de hoy, creo que todos pusimos grandes esperanzas en lo que el inglés podía traernos. Y sin embargo, mi sensación es que no termino de conectar con su JLA. No sé si es por la publicación en tomos de Planeta que hace que pasen meses entre un tomo y otro, o porque no termino de cuajar con el grupo que nos plantea (Batman/Dick Grayson, Donna Troy, Congorila, Mikaal Thomas, Supergirl… y algunos otros que van llegando y que no comento porque se unen en este tomo que hoy comentamos); pero el caso es que no termino de sentirme del todo enganchado a su JLA. Y me ha ocurrido lo mismo con este tomo en el que me escuece un poco más, ya que JSA es, probablemente, mi grupo preferido a día de hoy en el panorama del Universo DC.
Bueno, ya no es spoiler decir que, tras La Noche Más Oscura, doce personajes resucitaron siguiendo la voluntad de la Entidad, la representación de toda vida. El por qué de esas resurrecciones lo tenemos en algunos casos en la propia El Día Más Brillante, pero en otros, lo vemos en otras colecciones. Y en JLA/JSA: El Día Más Brillante se desarrolla la historia del regreso de Jade, y por qué la Entidad la eligió para devolverle la vida. Todo comienza cuando un enorme meteorito verde llega a la Tierra, y acto seguido, las criaturas mágicas o elementales, se ven afectadas por una especie de locura temporal. El meteorito resulta ser el Corazón Estelar, la fuente del poder de Alan Scott… y en segundo grado, de Jade y Obsidian, y… bueno, una JLA que aún no ha terminado de asentarse y una JLA recién dividida tienen que hacer frente a los desaguisados provocados por el Corazón Estelar. Y durante la contienda, Jade descubre por qué ha resucitado y cuál es su misión.
A grandes rasgos, este es el argumento de JLA: El Día Más Brillante. Bueno, la idea no es muy compleja, pero no tiene mala pinta, ¿no? Pues lo cierto es que es un poco fiasco. O sea, no es el mejor trabajo de Robinson, pero vamos, ni de lejos. La narración es confusa, el uso de diferentes voces para contar la historia (muchas, muchas voces) provoca cierto caos, y hay algunas elipsis narrativas que me llevaron a pensar que, al igual que pasara con el último tomo de Jaque Mate, habían dispuesto mal el orden de las páginas. Y choca, porque como he dicho antes, Robinson no es un autor que suela cometer estos fallos. Lo que me lleva a preguntarme, ¿se obligó (como se hace muchas veces) al autor a escribir unos números para El Día Más Brillante? ¿Está provocada la falta de calidad de estos números por falta de interés del propio escritor… o es que un día malo lo tiene cualquiera? Por supuesto, desconozco la respuesta. Y sinceramente, tampoco me importa la respuesta, ya que considero que un trabajo se hace bien… o no se hace.
En fin, que lamentablemente, de nuevo la colección que debería ser el emblema de DC, se convierte en un comic prescindible, muy lejos del must have que debería ser.
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