Estos días pasados los he dedicado a mi camarera telépata favorita, que no podía ser otra que Sookie Stackhouse, por supuesto. Su undécimo libro, El Día del Juicio Mortal ya está en las librerías, y en mis manos gracias a Álex, que es mi suministrador oficial de libros de True Blood, y por supuesto, aquí en el Iconocronos tengo que dejar constancia de ello.
En El Día del Juicio Mortal, Charlaine Harris continúa llevándonos de la mano para acompañar a Sookie en su peculiar vida. Y es que ser una camarera telépata en Bon Temps, Luisiana, con sangre de hada y esposa vampírica de Eric Northman, el sheriff vampiro de la zona de Shreveport, hace que tu vida no sea nada fácil, como ya hemos ido descubriendo en los diez libros anteriores.
Como en el resto de los libros de la saga True Blood, varias tramas se superponen en El Día del Juicio Mortal. Tras Muerto en Familia, el libro anterior, Sookie y su entorno tienen que hacer frente aún a las repercusiones de la guerra de las hadas y el cierre del mundo feérico por Niall, el bisabuelo de Sookie. En ese sentido, se incluye entre los personajes de la serie a Dermot, probablemente la aportación más interesante que Harris hace al reparto de True Blood, el tío-abuelo de Sookie (más o menos), un hada que está intentando acostumbrarse a la vida entre los mortales, a este lado de la tierra de las hadas. En otro orden de cosas, Eric (y por lo tanto Sookie) tiene que hacer frente a las pretensiones del regente de Luisiana, Víctor Madden, que parece aspirar a algo más que una simple regencia en Luisiana y que parece tener un interés especial en fastidiar a Eric (único superviviente del anterior régimen), y por lo tanto a Sookie. Además, y para redondear, Sandra Pelt, que ya ha intentado en alguna ocasión acabar con la vida de Sookie, ha salido de la cárcel… y claro, no es posible caerle bien a todo el mundo. Y desde luego, Sookie no le cae nada bien a Sandra. Y todo empieza cuando alguien, probablemente un cambiante, ataca el lugar de trabajo de Sookie, el Merlotte, propiedad de otro cambiante, Sam, tratando de incendiarlo.
Con ese detonante, Charlaine Harris nos devuelve a la vida de Sookie y su entorno, conduciéndonos en esa extraña mezcla de experiencias que es la vida de Sookie en las manos de su escritora, donde lo más sublime se mezcla con lo terrenal, y nuestra camarera telépata puede pasar en veinticuatro horas de una sesión de sexo sublime con su novio vampiro, a encontrarse con un hombre lobo en su cama al amanecer, y terminar esa noche huyendo de unos asesinos escondida desnuda en el interior del refugio de su anterior novio vampiro… porque así es la vida de Sookie.
Lo cierto es que al igual que las anteriores novelas, El Día del Juicio Mortal no aporta realmente nada a la literatura universal, obviamente. La historia no tiene nada de particular, no hay nada especial… y sin embargo, es como una especie de droga (ey, es como tomar “V”, sangre de vampiro), y te engancha en el momento en el que te acercas a los libros. Sabiendo que no hay nada especial en ninguno de los libros, una vez que entras en la vida de Sookie Stackhouse… te quedas dentro, y no puedes desengancharte. Así que de pronto te encuentras con Sookie, Jason, Eric, Bill, Alcide, Claude, Pam y compañía formando parte de tu lista de amigos.
Y te quedas como yo, esperando el próximo libro…
2 comentarios:
Me encantaaaaaaa. Gracias por la reseña alter ego.Pepis
Nada, un placer. Cualquier cosa que tenga que ver con Eric Northman será siempre un placer. :)
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