Uno de los mejores proyectos que hemos vivido
en la última década fue sin duda Jóvenes
Vengadores. A través de Generación-X
y Nuevos Mutantes nos habíamos
acostumbrado a ver el “cambio generacional” en el mundo mutante, pero no así en
el de los Vengadores. Con la llegada de Wiccan, Hulkling, Ojo de Halcón,
Patriota, Estatua, Iron Lad y Veloz, nos dimos cuenta de que era posible
encontrarnos con héroes jóvenes en el ámbito de los Héroes Más Poderosos de la
Tierra, y aunque el grupo oficial de Heinberg se ha convertido casi en un
equipo de culto con escasas y medidas apariciones (a veces no del todo
afortunadas), la idea caló en Marvel, y así, después de Civil War, pudimos ver la aparición de La Iniciativa, donde los jóvenes héroes eran entregados para formar
parte de la Iniciativa de los Cincuenta Estados de Iron Man. El concepto fue
cambiando en los siguientes años, con la transformación de la Iniciativa (y su
colección) en un lugar de entrenamiento y acogida de villanos con la llegada al
poder de Norman Osborn tras Invasión
Secreta.
Después de Asedio y la caída de Osborn, el concepto
de jóvenes héroes se recuperó, y así nos encontramos en estas semanas con el
quinto tomo de la serie Academia Vengadores en nuestras manos. En los primeros
cuatro volúmenes de la serie, pudimos ver cómo el equipo se formaba reuniendo
no a los futuros héroes, sino a jóvenes torturados por Osborn o por el mundo, y
que según las evaluaciones de los Vengadores, se convertirían en futuros
villanos letales. Así, empezábamos a seguir los pasos de Velo, Tóxica,
Relámpago, Estilo, Temple y Reptil, en un entorno controlado por Hank Pym, Yocasta,
Tigra y Mercurio como profesores titulares. A día de hoy, los chicos de
Academia Vengadores se han enfrentado a amenazas propias de héroes más experimentados
que ellos, saliendo de todas esas situaciones con mayor o menor beneficio, pero
siempre moviéndose en un estrecho límite entre lo que quieren ser y lo que se
espera de ellos. Tras derrotar a sus versiones del futuro y participar Miedo Encarnado, los chicos de Academia Vengadores han perdido su viejo
refugio de la Mansión Infinita y a uno
de sus miembros fundadores, y los Vengadores planean ampliar la Academia con
nuevos miembros y un cambio de residencia.
Así, en Segundas Oportunidades, asistimos al
traslado de la Academia Vengadores al viejo rancho de los Vengadores Costa
Oeste, a la incorporación de Ojo de Halcón al profesorado, a nuevos compañeros
(muchos de ellos procedentes de la vieja Iniciativa) entre los que están Genio, la nueva Tigre Blanco,
Rayo Iris de Power Pack, Ricochet, Penitencia, Spidergirl o la nueva Hulka. Y
para “celebrarlo”, los chicos tienen que hacer frente a un asesinato en el
Rancho, las manipulaciones de sus versiones del futuro, un recordatorio de Rom
y los Fantasmas Espaciales, y a un cruce con los Runaways.
Christos Gage es quien
se encuentra al frente de los guiones de Academia
Vengadores, haciendo una labor de lo más consistente, construyendo la
historia a base de hacer evolucionar a sus personajes, sobre los que recae
evidentemente el peso de la historia. Para los lápices, Marvel ha recurrido a
dibujantes que, sin llegar a ser de primera línea, siempre han sido bastante
cumplidores: Sean Chen, Tom Raney, Tom Grummett y un Karl Moline bastante
cartoon en comparación con el resto de los dibujantes, que complementan
perfectamente el trabajo meticuloso de Gage, haciendo de Academia Vengadores
una de las colecciones más interesantes del panorama Marvel.
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