Interludio
Fin del Interludio.
Tras la muerte de Fabia Naevia en manos de Tíbulo, este marchó en busca de Ashai el Egipcio para averiguar qué había descubierto este en su interrogatorio a los ghouls que les habían atacado, pero el egipcio ya había marchado en esos momentos a Ostia, por lo que Tíbulo, empujado por la sangre que había bebido de Fabia, acudió a la mansión de esta, para comprobar el estado de los niños, empezando a pensar en cómo empezar él mismo a cuidar de ellos.
A la noche siguiente, el Nosferatu Quéreas emergió de los subterráneos de Roma, y comenzó a buscar en la ciudad a Ashai el Egipcio, colándose en su residencia e investigando entre sus papeles y documentos, para luego encontrarse con Tíbulo, que acudía de nuevo en busca del Egipcio, que había salido para comenzar a buscar el rastro del Puño del Faraón Negro. Tíbulo había recibido una nota de un grupo que se hacía llamar "La Hermandad Humana", seguidores del Camino de la Humanidad, entre los que él se contaba, que le invitaban a una reunión secreta. Para localizar su paradero, Tíbulo tenía que localizar a un mendigo en el Esquilino, y lo hizo seguido por Quéreas, que siguió en todo momento a Tïbulo, esperando que este pudiera conducirle a Ashai el Egipcio.
Mientras, Pértinax comenzaba a poner en marcha sus movimientos para conseguir el escaño que había quedado vacío en el Senado Eterno tras la ejecución de Quinto Léntulo y que Escauro había puesto a disposición del resto de lo clanes ajenos a los Ventrue, y que Pértinax deseaba que ocupara su aliado Licas el Ateniense. Para ello, Pértinax decidió acudir a su patrocinadora y amante, Casandra Papo, que tras un encuentro "carnal", aceptó pensar en la propuesta de Pértinax, esperando ver las propuestas del resto de los Clanes, y supeditándolo todo a un encuentro con el propio Licas para asegurarse de que el Malkavian se doblaría a los deseos de los Lasombra en caso de ser promocionado al Senado. Tras saber del incendio de la Suburra, Pértinax se dirigió al barrio del Arroyo para saber de Licas, pero por el camino fue asaltado por su conocido, el Ravnos Fulmen, que le acusaba de haber filtrado a Camila la ubicación de Sub-Roma, donde había muerto su amante, la Nosferatu Tyrsa para evitar que los enviados de la Príncipe pudieran llegar hasta Zóster o la Loba. Fulmen dijo a Pértinax que debía comparecer en Sub-Roma, y este aceptó, siendo empalado por el Ravnos.
El puesto vacante en el Senado también había excitado la imaginación de Gálico, que quería ocupar ese lugar, para lo cual, recurrió a su patrón, Marco Emilio Escauro. Sin embargo, Escauro estaba preocupado por la desaparición de su chiquilla, Fabia, y no parecía demasiado dispuesto a aceptar a Gálico como candidato, pero afirmó que si Albio le patrocinaba, se plantearía convertirle en su cliente en el Senado. Gálico acudió a la Suburra, comprobando que el dominio de Albio no había sido dañado por el incendio de la noche anterior, dispuesto a limar sus asperezas con el Gangrel. Albio también parecía dispuesto a ello, y le encargó una misión solicitada por el propio Escauro. Al parecer, había mortales que podían facilitarle el acceso a información sobre el paradero de su chiquilla, así que Gálico fue el encargado de encontrarles. Se trataba de Vipsania Galeria, y su hijo, Salvio Galerio Póstumo. Gálico secuestró a los dos mortales, y se los entregó a Albio, que amputó uno de los dedos a Póstumo, y se lo dio a Gálico para que lo llevara a uno de lo Senadores de la ciudad, Salvio Galerio Tíbulo. Gálico acudió a la mansión de Tíbulo, que sorprendido, pudo ver como le era entregado un dedo con un anillo, un anillo que reconoció perfectamente, pues Salvio Galerio Póstumo era su propio hijo.
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