Segundo
número de Green Lantern Corps para su
nueva andadura en ECC, segundo tomo de la colección posterior al reboot de la
editorial, y alucinante e impresionante adquisición que se ha convertido en uno
de mis tomos favoritos de este mes. Y es que Peter Tomasi, con la inestimable
ayuda de los lápices de Fernando Pasarín ha convertido GLC en una de las
colecciones con más tensión, acción y trasfondo del nuDC. Quizá ayude a ello
que su pasado no ha sido completamente “rebooteado”, y que Tomasi ha podido
utilizar todo el trasfondo de los últimos años de la franquicia más verde de DC
(con el permiso de Oliver Queen, por supuesto) para apoyar su historia.
Después
de lo ocurrido en el tomo anterior y el enfrentamiento entre un grupo de Green
Lantern con los enigmáticos Custodios, llega el momento de analizar las
repercusiones de lo ocurrido en el planeta de estos, y es que no olvidemos que,
para que no confesara ante la tortura de los custodios como entrar a Oa, John
Stewart (protagonista absoluto de este tomo) tuvo que acabar con la vida de uno
de sus compañeros del Corps, hecho sólo conocido por los el compañero de sector
del fallecido, y ahora por los Alpha Lanterns.
Los
Alpha Lanterns, por si a alguno no os suenan (que lo dudo), han sido una idea
de Grant Morrison que Geoff Johns y sus compañeros de la franquicia verde implantaron
y utilizaron en sus colecciones, un cuerpo que mezclaba las dos creaciones de
los Guardianes para vigilar el universo: los robóticos Manhunter y el propio
Green Lantern Corps. Para ello, varios Lanterns rechazaron a su “humanidad”
para convertirse en máquinas, regidas por la más fría lógica y al servicio de
los Guardianes, sin los vaivenes emocionales que podían sufrir los Lantern;
entre ellos estaban por ejemplo Boodika o el Hombre Verde, secundarios
habituales del universo Green Lantern, o la Alpha Lantern Kraken, que servía de
huésped para la Abuela Bondad en Crisis
Final.
En
el tomo que tenemos entre manos, los Alpha Lantern acusan a John Stewart de
asesinato, llevándole a juicio ante la pasividad de los Guardianes (interesados
en debilitar tanto el Cuerpo de Green Lanterns como a los Alpha para la
creación de su Tercer Ejército), provocando una escisión irreparable entre unos
y otros, ya que los amigos y aliados de John, encabezados por el propio Guy
Gardner, se enfrentarán primero a sus detractores y luego, finalmente, a los
Alpha Lantern, en una guerra como llevábamos sin ver desde la lucha de todos
los Corps contra las fuerzas de Nekron en La
Noche Más Oscura.
Si
Tomasi ha hecho una labor encomiable, no menos digno es el trabajo de Fernando
Pasarin en los lápices, y lo cierto es que el dibujante asturiano es un digno
seguidor de la “estirpe” de dibujantes españoles que han dado vida a los cómics
americanos desde que Pacheco y Larroca hicieran e cabeza de puente para muchos
que han llegado detrás… y muchos que seguirán llegando, demostrando que los
dibujantes españoles tienen su sitio en el mundo del cómic de superhéroes.
En
resumen: un gran tomo, con mucho que leer y mucho que decir.
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