Lo que se ha venido llamando “el
evento más esperado de los últimos años”, o sea, la saga definitiva, el
enfrentamiento entre Patrulla-X y Vengadores con el ocurrente título de Patrulla-X vs Vengadores, ha llegado a
su final, final que como casi todo en Marvel sirve como principio para algo
nuevo, la nueva orientación editorial que vendrá de la mano de Marvel Now!, cuya banderola ya llevan
algunas colecciones, como la nueva Uncanny
Avengers, Vengadores Reunidos o Hulk,
y que supondrá el cambio de equipos creativos en la mayor parte de las
colecciones de Marvel.
¿Y
cómo ha sido la saga además de inmensa? Pues creo que la primera palabra que me
viene a la cabeza es decepcionante. Y no por el final en sí, el último número
es, con el primero, probablemente lo mejor de la saga, y los cambios de status
quo, sobre todo en el lado mutante, son suficientes como para marcar el futuro
más cercano del Universo Marvel en los próximos años. Quizá haya sido por la
extensión… quizá por la poca originalidad de la solución que se da al
conflicto… ¿Entramos en el terreno de los SPOILER? El que no quiera saber más,
que no siga leyendo.
Vengadores
y X-Men no han sido siempre amigos. Les hemos visto enfrentarse en El Juicio de
Magneto y en las Secret Wars. Hemos visto a los Vengadores autoculparse por no
hacer nada para ayudar a los mutantes después del Día M y todo lo que este
acarreó para ellos. Fue una mutante (además de Vengadora) la que redujo la
población mutante a 198. Y a nivel editorial, en los últimos años, los Vengadores
de Bendis se han ido colocando en el centro del Universo Marvel y en las
posiciones más altas de las listas de ventas, espacios antes reservados a los
Mutantes. Además, la formación de los Vengadores se ha ampliado y relajado, de
forma que Lobezno y Tormenta han podido formar parte de ambos equipos, y la
Bestia ha encontrado en los Vengadores refugio tras sus discrepancias éticas
con Cíclope y su abandono de Utopía.
El
desencadenante del enfrentamiento, que ya estuvo a punto de ocurrir durante la
última colección de los Jóvenes Vengadores a raíz de la aparición de la Bruja
Escarlata, ha sido la llegada a la Tierra de la Fuerza Fénix. Y es que esta
entidad cósmica siempre ha tenido mucho cariño por nuestro planeta y sus
pelirrojas. El Fénix, que ya poseyó (de aquella manera) en su día a Jean Grey,
ahora viene para “ocupar” a su nuevo anfitrión, Hope, la primera mutante nacida
después del Día M, y de la que desde el principio se sospechó que tenía cierta
relación con esta Fuerza. Los Vengadores, dirigidos por el Capitán América,
querían evitar la llegada del Fénix, la Patrulla-X dirigida por Cíclope, creía
que el Fénix y Hope serían el catalizador de su renacer, y así, estalló el
conflicto y se extendió por las diferentes colecciones tanto de la franquicia
mutante como de los Vengadores. Así vimos que la saga era más grande que
simples encontronazos entre unos y otros: vimos las manipulaciones de los Kree
para utilizar al Fénix, vimos los planes de Siniestro escondido en su Londres
Subterráneo y con clones de Madelyne Pryor para tratar también de hacerse con
la Fuerza Fénix, hemos visto las disensiones internas dentro de los propios
X-Men, con Lobezno y Bestia a la cabeza, que se han opuesto con fuerza
creciente al papel de dictador mutante que ha ido desarrollando Cíclope, hasta
el punto de que el propio Magneto ha terminado señalando a Cíclope como lo que
él hubiera podido llegar a ser; hemos descubierto una relación desconocida
entre el Fénix y la ciudad mística de K´un L´un. Hemos visto a los estudiantes
de la Escuela Jean Grey enfrentarse a los Vengadores, a Pícara viajar a una
dimensión alternativa, exiliada por Illyana; hemos visto a la Fuerza Fénix
dividirse en cinco fragmentos, Los Cinco Fénix, y sacar a la luz lo peor que
podían dar el propio Cíclope, Emma Frost, Coloso, Magik y Namor.
Y
con todo esto que hemos visto… parece que algo se ha quedado en el tintero. No
es una mala historia, cuidado. El planteamiento es básico y da lo que promete:
muchos enfrentamientos entre Vengadores y Patrulla-X, en múltiples frentes y
campos de batalla, incluso hemos tenido una miniserie que se centraba en los
combates persona a persona que se desarrollaban en este evento (Magneto contra
Iron-Man, Mariposa Mental contra Daredevil, Ojo de Halcón contra Arcángel, Namor
contra la Cosa… o los Bebés-X contra los Bebés-V). Pero con todo esto, ha
faltado algo. Quizá trascendencia. Quizá que la muerte final de Xavier, que ha
muerto como tres veces en los últimos cinco años, provoca cierta sonrisa de
repetición. Quizá que todo parece quedar en un… “pues para esto, que Hope
hubiera aceptado el Fénix desde el principio”, por muy “periplo vital” que nos
quieran vender en la historia. Quizá que desde el punto de partida, la historia
del Fénix está sesgada, obviando partes importantes del desarrollo mucho menos
discretas que el “bueno, contradice algunos detalles dados por Alan Davis” y
que llegan a tergiversar buena parte de la propia historia de Fénix Oscura. Quizá todos estos “quizá” sean sólo
detallitos, pero se suman uno tras otro, y hacen que toda la saga se quede en
“esto debería haber molado más”.
Y
al final, simplemente, no mola lo suficiente.
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