Marte y Rhea Silvia, pintado por Rubens. |
Mientras, Asshai el Egipcio comenzó a buscar el rastro del Puño del Faraón Negro. El Nosferatu Quéreas trató de seguirle, pero se entretuvo cazando, y para cuando llego a la villa de Asshai, este ya había salido en dirección a Ostia, donde quería consultar a Simón el Judío. Quéreas se dirigió a la villa de Tíbulo, mientras Asshai llegaba a Ostia y se reunía con el tratante de textos, que le vendió varios tratados sobre la Guerra Púnica a precio de oro, dos de ellos escritos por vampiros que habían participado en el conflicto. A su regreso a su villa romana, y antes de poder dedicarse al estudio de los textos, se encontró con que Nefer-Meri-Isis había acudido a verle. La ghoul setita le entregó como regalo una princesa tracia, una mujer pelirroja, que Asshai aceptó. Nefer-Meri-Isis trató de convencer a Asshai de que debía ser Abrazada, premio que se le llevaba siglos denegando, y Asshai aceptó hacerlo cuando cumpliera su misión en Roma junto a él. Nefer-Meri-Isis se marchó, más o menos convencida, y Asshai se volcó al estudio de los libros por los que tan alto precio había pagado.
Por otro lado, el Cónsul Marco Emilio Escauro envió a Gálico en busca de Tíbulo, al que quería interrogar por la desaparición de su chiquilla, Fabia Naevia. Gálico llevó a Tíbulo hasta la villa de Escauro, donde se encontraba también Albio, así como la antigua esposa de Tíbulo, Eugenia, y su hijo, Póstumo. Junto a Escauro se encontraba también un Tzimisce dacio de extraña sonrisa, maestro torturador. Escauro interrogó a Tíbulo, torturando a Eugenia y matándola, y haciendo que finalmente este confesara haber diablerizado a Fabia por su comportamiento en el Templo de Apolo Sosiano. Escauro se vio arrastrado por el Frenesi, y aunque Gálico trató de permitir que Tíbulo pudiera defenderse, la situación del Toreador era desesperada, y cayó bajo el ataque de Escauro, recibiendo heridas, aunque el Cónsul Ventrue recuperó el control antes de matarlo. Tras vincularle por sangre, Escauro afirmó que convertiría a Tïbulo en su esclavo, y le ordenó que se reuniera con el Censor Toreador, Astiánax, para convencerle de una alianza con los Ventrue. Escauro ordenó a Gálico que se asegurara de que Tíbulo seguía sus órdenes, ofreciéndole como premio un sitio en el Senado Eterno. Furioso y dolido, Tíbulo se dirigió a su villa, mientras Gálico acudía a la Suburra para reunirse en privado con Gálico, y Quéreas, que lo había observado todo en la distancia, decidió regresar a la villa de Asshai, por si conseguía encontrarle.
Asshai encontró en sus libros referencias a un nombre ya conocido, el Toreador Néstor, que al parecer, había sido uno de los instigadores de la lucha contra los Cartaginenes, y había participado en la batalla de Cartago personalmente, según algunos testimonios, buscando algo que le había sido robado y que el Toreador había obtenido en Tebas, cuando acompañó a Alejandro Magno al Templo de Amón. Quéreas consiguió por fin infiltrarse en el refugio del Setita, y comenzó a espiarle. Mientras, Gálico llegaba a un acuerdo con Albio: de momento tenían el apoyo de Escauro, y por lo tanto, de los Ventrue, pero... ¿qué podrían obtener si los Gangrel cambiaban su alianza hacia Cayo Mario, el cónsul Lasombra? Asshai estaba decidido a encontrar a Néstor, y se disponía a volver a salir de la villa cuando se encontró sorprendido con que Tryphosa, la vidente Malkavian estaba en su jardín, y esta le reveló la presencia de Quéreas. Tryphosa le recordó a Asshai la importancia de encontrar el Puño y alejarlo de Roma, y le dijo que Quéreas estaba en ese mismo camino, buscando el Puño. La Malkavian se marchó, recordándole a Asshai que debían buscar a Romo antes de que llegara el final. Tryphosa se marchó, dejando a unos tensos Asshai y Quéreas, que tras una larga conversación, llegaron a un cierto acuerdo de ayuda mutua para buscar el Puño del Faraón Negro.
Cayo Mario, Cónsul Lasombra de Roma. |
Mientras, en Sub-Roma, Pértinax se despertaba de pronto sin la estaca y empapado de sangre de vampiro. Al parecer, sus porteadores habían sido atacados por vampiros que no aceptaban el veredicto de Zóster y que estaban decididos a castigarle a su manera, pero "algo" los había matado a ellos. Pértinax siguió un rastro que le llevaba al interior de las cavernas, y tras algunas sorpresas, consiguió finalmente alcanzar a la que debía ser su liberadora, una Nosferatu de aspecto lupino que resultó ser Rhea Silvia, aquella que recibía el nombre de "La Loba". La Loba le dijo a Pértinax que estaba interesada en su supervivencia porque Tryphosa había hablado de él y de otros necesarios para conjurar una amenaza que se cernía sobre Roma, y además hizo que conociera a su Chiquillo, Marco Junio Bruto, un Nosferatu de aspecto ligeramente autista, y que era el propio Bruto, hijo de Servilia Cepionis y ahijado de Cayo Julio César que había acabado con la vida de este en las escaleras del Senado años atrás. La Loba le había Abrazado como premio por sus acciones, pues afirmaba que Bruto había hecho una gran acción en nombre de Roma, pero no había tolerado bien el Abrazo, y parte de la mente de Bruto se había perdido... La Loba ofreció a Pértinax cierta alianza, devolviéndole a las calles de Roma...
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